Archivo de enero, 2012

Imágenes de Street View que no esperabas encontrar

He decidido, después de beberme varias copas de ron y un par de ellas de colonia, que una vez al mes voy a recopilar imágenes curiosas de Google Maps a pie de calle, lo que se conoce como Street View y tantas veces habéis visto en este blog aunque sin periodicidad alguna. La última vez fue en noviembre y de ahí hasta ahora tanto la comunidad becaria en Twitter, como la gente del otro lado en Facebook y las páginas que recopilan estas imágenes han seguido trabajando para que hoy os podamos traer imágenes que no esperabas encontrar.

Hay muchas, muchísimas que nos hemos perdido en este tiempo, pero como no podemos llenar el post de imágenes chorras (bueno, sí podemos, pero ya me llevo bastantes porrazos por norma general como para buscarme más aún), vamos a saleccionar cuatro.

1. ¿Esto no lo censuran?

Si me seguís en Twitter, leeríais que Google no ha encontrado todavía el algoritmo para emborronar chicas en top less. A veces funciona por denuncias: publican la imagen sin pixelar y cuando alguien avisa de que la foto es inadecuada se cargan al tipo que está enseñando el culo o un árbol conflictivo (digo yo que lo será). Por eso propongo censurar a lo bestia, sin ton ni son, como yo en mis buenos tiempos de moderador, cuando volvía locos a los comentaristas. ¿Pedimos que emborronen este conato de acto sexual en Reino Unido?

2. Dime que es una broma

Seguimos buscando y viajamos hasta Canadá (Canadá, oh Canadá), donde encontramos algo que tiene difícil explicación: un grupito de muchachos que está en medio de una carretera sobre un riachuelo. Hay varias cosas a comentar, como los pixelados de torsos desnudos y el niño que se está comiendo un polo flash (¿eso sigue tomándose? pregunto…). No obstante, quiero centrarme en el protagonista de los hechos: el muchacho de buen año, lleno de ¿barro?, con algas en la cabeza y… ¡¿HACIENDO AUTO STOP?! Tiene que ser una broma…

3. Por lo que pueda pasar

En Texas hay mucha gente que camina a la orilla de la carretera (bueno, realmente no, pero un poco de literatura nos vendrá bien para acompañar la imagen que os enseño a continuación) y sabéis que uno de los mayores problemas es la incontinencia. Queda fatal que cuando estás haciendo el Camino de Santiago, la Senda del Poeta o lo que sea te pares en la orilla de la carretera y lo encenagues todo. Por eso en esta carretera estadounidense han puesto un inodoro; así, si tienes que detenerte a hacer tus necesidades, tienes un ¿punto limpio? en el que proceder. Eso sí, no nos hacemos responsables de lo que os diga la gente que os vea

4. La carretera más peligrosa

Imaginad que sois conductores de Google Street View, esa gente que va en el cochecito con las cámaras grabando todo lo que acontece a su alrededor, como si fueran reporteros de Callejeros. Pues bien, dentro de esta suposición imaginad que estáis en México y que en una carreterucha de doble dirección, siendo México un país bastante tranquilo como es, os topáis con cuatro personas disfrazadas de hombres lobo y asesinos. ¿Qué haces? Ya os digo yo que quemaba el pedal del acelerador si me encuentro esta escena.

PD: Si tenéis más imágenes de éstas, ya sabéis que siempre son bienvenidas en el correo (elblogdelbecario [arroba] gmail [punto] com, a través del apartado Contacto, en Facebook o en Twitter.

Detenidos tras ir a robar un banco con su hijo de cinco años

Hoy, dentro del contenido didáctico que solemos traer en este blog educativo al que llamamos «del becario» para despistar, vamos a dar unos cuantos consejos para ti, que eres madre reciente y ladrona de bancos. Además, como no podía ser de otra forma, lo haremos con un ejemplo práctico, que nos servirá de introducción.

Si habéis visto películas de ladrones (no digo leer libros porque si has llegado aquí no puedes tener el más mínimo interés por contenidos literarios decentes) sabréis que, por norma general, cuando vas a robar un banco lo suyo es llevarte a un compinche a la sucursal mientras otro, el conductor, te espera dentro del coche con el motor arrancado preparado para salir a toda pastilla («a toda pastilla», otra de esas expresiones que se van perdiendo con el tiempo).

Muy bien, pues eso es la teoría, una teoría que supongo que Lauri L. Ruble y su novio, Brandon Stancliff, no conocían cuando fueron a robar un banco de Illinois, en Estados Unidos, el pasado 29 de diciembre.

Si sois asiduos del blog habréis aprendido ya que en el mundo existen dos formas de atracar: la normal, con todo preparado y medido al milímetro, y la becaria, que también es conocida como «vamos para allá y que sea lo que Dios quiera». Como supondréis, Lauri y Brandon optaron por la segunda.

Cogieron un cuchillo, un pañuelo y al hijo de Lauri, de 5 años, y se fueron para el banco a pasar un día robando en familia. Cuando llegaron a la sucursal dejaron el coche fuera con la criatura dentro (sabéis que los niños siempre dicen la verdad y el pobre sería capaz de entrar al banco diciendo: «Tranquilos, dice mamá que van a robar el banco pero que si hacen lo que les dice nadie saldrá herido… aunque cuando no recojo los juguetes a mí me da un azote»). Dicho lo cual, tampoco penséis que lo dejaron de conductor, no era uno de esos pilotos precoces de los que hemos hablado alguna vez.

Robaron más de 3.700 euros y fueron detenidos al día siguiente, según publica la prensa estadounidense. Ahora los hechos saltan a los diarios yanquis porque están en pleno proceso judicial.

Llegado este punto, como anunciaba al comienzo, es el momento de daros los consejos pertinentes (me bastará con uno) a vosotras, madres recientes de profesión ladronas:

– No os llevéis a vuestros hijos al trabajo.

PD: A todos los que me decís que para cuándo el carné de padre… estamos trabajando en ello.

Un tatuaje en el trasero para salir de la crisis

Hablemos de negocios. Pongamos que tienes unos ahorrillos y quieres invertir en publicidad para tu web, tu negocio o, simplemente, en publicidad para ti o una frase tuya. ¿En qué los invertirías? No, no me respondas todavía, aún es pronto. Antes quiero que escuches una oferta que no podrás rechazar.

Tina Beznec es neozelandesa, tiene 23 años, le gustan los tatuajes y está (quién no) en crisis. No en crisis de identidad (no que sepamos, vaya), sino en crisis económica. Anda mal de dinero y pensó… ¿por qué no ofrezco en Internet mi trasero para que la gente se anuncie? Sí, muchachos, Tina se va a convertir en una marquesina andante con un detalle a destacar: lo que ofrece nuestra amiga, esa mujer de Lower Hutt que véis en la imagen, es su culosus nalgassus glúteos… su donde la espalda pierde el casto nombre para que quien quiera, previo pago, ponga su lema ahí. «Your tattoo on my Bum«, se llama la historia (me abstengo de traducirlo, pero os sugiero que lo pongáis en Google Translate y pulséis en los altavocillos para escucharlo, que tiene su gracia).

De momento la cosa va bien para Tina, pero si queréis anunciaros aún tenéis tiempo, tranquilos. Su oferta, que a estas horas supera los 7.660 euros (luego tengo que ver yo al tipo que los ha apostado por Internet pagándolos, pero eso es otro tema), vence el viernes 20… aunque ya ha dado la vuelta al mundo.

Ahora bien, llegado este punto, quiero que reflexionéis sobre varias cosas por si os decidís a pagar más de esos 7.660 euros:

1. El anuncio lo estáis poniendo en el culo del mundo (lo digo porque es Nueva Zelanda, no me malinterpretéis).

2. No conozco mucho los hábitos de Tina, pero tened en cuenta que su trasero probablemente no tenga una gran afluencia de público (por lo menos entre semana).

3. Si estáis faltos de ideas, ella sugiere que pongáis un diseño que queráis compartir con el resto del mundo, un anuncio de vuestro negocio o… ¡¡¡UNA PROPUESTA DE MATRIMONIO!!! Eso sí sería de valientes, ¿eh? Apagar las luces del comedor, encender unas velitas, tapar los ojos de tu novia, decirle tengo algo que preguntarte y que cuando los vuelva a abrir tenga delante el trasero de la señorita Beznec con el mensaje: «¿Quieres casarte conmigo?». Si alguien lo hace, os juro que hago otro post solo para contarlo.

Hasta aquí mis advertencias, ahora es el momento de que conozcáis los requisitos que pone Tina, que para algo es el soporte del tatuaje:

1. El 20% de las ganancias las donará a obras de caridad (que también lo quiero ver, como el tipo que pague los 7.000 y pico euros) y el resto se lo quedará ella. «Lo merezco, fui despedida dos veces el año pasado», cuenta.

2. El tatuaje medirá 9 centímetros de alto por 9 centímetros de ancho (más o menos lo que véis en la imagen de la derecha, a modo de ejemplo).

3. Solo puedes elegir una nalga, no vale ser maldito y decir que lo quieres justo en la mitad, para pillar de un lado y de otro.

¿Ventajas? Bueno, según como lo veáis, si pagáis ese dineral y el 4 de febrero, día en el que se hará el tatuaje, estáis por la zona, podéis ir a ver cómo se lo hacen. Además, tendrás para siempre el recuerdo de ese dinero bien invertido, porque ella se compromete a darte la foto del tatuaje en un marco.

Un negocio redondo, vamos… y no quiero dobles sentidos con esto.

PD: Leo en la prensa neozelandesa que su oferta roza el límite de lo legal porque la web en la que Tina se anuncia vigila mucho el intercambio de cosas corporales. En 2006 prohibió a un hombre que vendiera su pierna amputada (afortunadamente… ¡cómo están las cabezas!).

Lo más raro que ha pasado durante la semana (9-15 enero)

Bueno, se nos ha ido una semana más, arranca otra… ley de vida, muchachos. Sin embargo, no vamos a dejar pasar la ocasión de recopilar esas frikadas que hemos pasado por alto en el blog porque ha sido una semana de muchas noticias raras, ya sabéis. Bueno, repetimos la fórmula de la semana pasada: una chorrada noticia, un párrafo.

1. La mujer con dos vaginas

Melisa (y luego David) me habló de esta mujer hace unos días, pero tuve que priorizar y el vagabundo de la voz de oro fue más fuerte. La protagonista de la historia se llama Hazel Jones, tiene 27 años, y fue a la tele a contar que ella tiene dos vaginas, algo que solo ocurre a una de cada millón de mujeres. La mujer, que contaba su caso en el programa This Morning, sufría con cada menstruación desde los 14 años, pero no fue hasta los 18 cuando fue al médico, después de que su novio le dijera que tenía algo «diferente».

2. ¿Quién dijo que leer era aburrido?

Con tiempo, dinero y un máster en El efecto mariposa de El Hormiguero, podéis experimentar una nueva forma de desayunar mientras leéis 20 minutos. Adiós a ese avance de páginas mecánico, adiós a que todos los días sean iguales: abrid vuestras mentes y dejad paso a lo que yo he decidido llamar: el pasapáginas del espeluznao

3. Una gran ciudad… hecha de grapas

Si un día descubrís que tenéis 40 horas libres y no sabéis en qué emplearlas, tal vez este vídeo que me hizo llegar Arancha os sirva de inspiración. El artista Peter Root creó en ese tiempo la ciudad del futuro… a base de grapas. Sí, muchachos, todo un Nueva York (o Benidorm, vamos, un sitio de edificios altos) construido en grapas. Merece la pena verlo por el resultado y por el gasto… ¡¿cuánto dinero se habrá dejado el pobre en grapas?!

4. Superhéroes en horas bajas

De esta crisis no se libra nadie, ni siquiera los superhéroes. Quizás por eso vimos al increíble Hulk, muy desmejorado eso sí, atracando un banco en Hamburg, Estados Unidos. Las cosas como son, puestos a robar, mejor eso que una media, porque yo eso de las medias en los ladrones nunca lo entendí: vale que te permite ver sin que te identifiquen, pero… son incómodas, antiestéticas y ridículas (puestas en la cara, se entiende).

5. Un ejemplo a seguir

Cada vez que se te ocurra decir eso de: «Debería ir al gimnasio, pero me da pereza», piensa en el galés Stanley Thomas, que a sus 94 años sigue dedicándole casi una hora diaria a hacer ejercicio. Es evidente que no te asegura vivir más pero, las cosas como son, aumenta las probabilidades.


PD: Aprovecho para recomendaros una web que recopila los enlaces que usamos a diario y que muchas veces no nos apetece buscar. Se llama enlacesmil.

¿Qué ha sido del ‘vagabundo de la voz de oro’ un año después?

Nos pasamos la vida buscando que nos pasen grandes cosas para que luego la gran mayoría de nuestros grandes recuerdos sean fruto del azar, de la casualidad, del estar en el momento justo en el lugar indicado. A Ted Williams, el que fuera conocido como vagabundo de la voz de oro, le pasó un poco eso. Estuvo muchos días en el lugar indicado… solo tuvo que esperar a que llegara el momento justo.

Después de recibir multitud de ofertas de empleo a raíz de un vídeo colgado en YouTube empezaron a pasar muchas cosas y todo el mundo se sentía libre para opinar sobre él. Vio a su madre después de 20 años, dijeron que había dejado la rehabilitación, que iba a hacer un reality, que iba a salir en una película, que había pagado el precio de la fama intantánea… pero, ¿qué sabemos de Ted ahora? ¿Cómo está un año después de saltar a la fama?

Los muchachos de Entertainment Tonight se dieron un paseo por su casa para ver cómo le iba la vida y, ya que estaban allí, grabaron un vídeo de su nueva realidad. No digo yo que su vida sea perfecta, pero todo parece indicar que ha mejorado sustancialmente. Vemos el vídeo (aunque esté en inglés) y lo comentamos.

Ted tiene poco que ver con el hombre perdido y desaliñado de hace un año. En una casa bastante apañada, le vemos cómo ahora lleva nuevo peinado, usa gafas y tiene ropa nueva. Para empezar, ha conseguido rehabilitarse después de un tratamiento de tres meses, aunque no ha sido fácil. Veíamos, hace justo un año, como se disponía a entrar, entre lágrimas, en la clínica de desintoxicación. Parece mentira (aunque es una gran noticia) que la cosa haya cambiado tanto.

En el vídeo él también admite que aún le resulta difícil de creer que hace un año estuviera viviendo «bajo un puente, fumando crack» y ahora tenga chimenea, un televisor plano y un vestidor en el que acumula montones de ropa y que le sirve también de estudio de grabación.

Poco después de saltar a la fama la policía se personó en un hotel en el que Ted había protagonizado un altercado junto a una de sus hijas. Había sido difícil de digerir, de la noche a la mañana, que su madre, su exmujer y gran parte de sus nueve hijos entraban en su vida. No obstante, teniendo en cuenta que durante sus años de mendicidad había sido acusado de posesión de drogas, robo y falsificación, esto eran minucias.

La rehabilitación lo curó todo. Ahora ha puesto voz a anuncios y ha publicado un libro llamado A Golden Voice (Una voz de oro). También tiene estabilidad emocional, gracias a su novia (Kathy), estabilidad laboral (que en estos tiempos es una bendición), gracias a su trabajo en una radio y ha vencido a sus demonios: tanto a la droga como a su pasado, porque hemos podido verle nuevamente en el sitio donde empezó todo, pero como un hombre nuevo.

Tiene una vida normal, vamos, lo que la mayoría de gente quiere aunque no lo diga.

PD: Consejo optimista del viernes… la suerte está ahí fuera, ¿vamos a buscarla?

Es padre de trillizas… pero dice que solo un bebé es suyo

Algunas veces me habéis preguntado que de dónde saco los temas, otras que cuáles son mis criterios a la hora de elegir entre tanta estupidez. Hoy os voy a responder a las dos preguntas.

  • Los temas nacen de una lista de 30 o 40 enlaces de sitios con este tipo de informaciones que en ocasiones a lo que hay que sumar, como esta vez, la colaboración de amigos, compañeros y miembros de la comunidad becaria.
  • La elección del post es generalmente fruto de un análisis concienzudo de la situación en la que pregunto a @lachicadebec y a mis padres «¿qué tema os parece más curioso?». El post de hoy, sin ir más lejos, me lo pasó Yoli y lo eligió mi madre. Vamos allá.

Sabéis (esto no lo descubro yo) que solemos tener miedo a lo desconocido, a lo poco habitual. Muchas veces ese temor es justificado: es normal que te acojone inquiete ver a Coentrao de lateral derecho contra el Barcelona; pero otras ese miedo no tiene razón de ser: como cuando un orco (sea él o ella) te invita a tomar café… y solo quiere tomar café (¡uf!).

Pues algo así le pasa a un hombre a un indígena arhuaco que vive en Pueblo Bello, César, en la sierra colombiana. Luis Daniel Torres tiene 20 años y un problema: su mujer acaba de dar a luz a trillizas y él no reconoce a dos de las criaturas porque dice que solo una es suya.

La culpa es de Luis Daniel, pero también de sus vecinos, que no entienden que pueda darse un parto múltiple y achacan la situación a que la esposa del muchacho «estuvo con tres hombres distintos» (difama, difama, que algo queda) o a un castigo divino, que siempre viene bien en cualquier época histórica.

Publica la prensa colombiana que los médicos han intentado convencerle de que es algo natural, pero él dice que «solo ha hecho un hijo» y que dos de las criaturas deben tener otro padre porque «los arahuacos solo engendramos un hijo».

A ver, hay veces que la cosa chirría y te huele a chamusquina: recuerdo que hace unos años un matrimonio tuvo mellizos, un bebé blanco y otro negro, siendo ambos blancos como la leche. Pues chico, ahí sí puedes pensar que pasa algo raro (y pasaba); pero cuando ves tres criaturas iguales, por más que no te haya pasado nunca… mejor pensar que es un regalo, o que te han venido cromos repetidos e intentar cambiarlos (es broma, no os encendáis), antes que buscar cabezas de turco, ¿no?.

La madre, Glenys Cenith, tampoco entiende la situación, pero parece más receptiva a la teoría de los médicos, sobre todo porque ella sabe que no ha estado de cama en cama y que los niños son todos de Luis Daniel, quien por el momento no quiere saber nada del asunto. Ella tuvo que ir al hospital después de que Kelly, Keini y Keila (las tres niñas) perdieran peso y él la acompañó, pero como al joven no le valían las explicaciones de los médicos, volvió a su poblado para no volver.

PD: La cosa tiene difícil arreglo.

Un hombre intenta vender a su hijo a través de Facebook

Comunidad becaria en FacebookComunidad becaria en Twitter
Hay noticias que de primeras me tomo con reticencias. Será deformación profesional becaria, supongo, pero ya sabéis que cuando veo algo demasiado increíble como para ser verdad prefiero intentar comprobar las cosas letra a letra para que no me la claven, si bien a veces es imposible huir del fake cuando está bien montado.

Esto supone llegar a veces más tarde que los demás, pero otras significa llegar mejor o, directamente, no llegar, cuando la noticia no lo es tal. «Mejor no tener que rectificar», me digo. Llegado a este punto me encuentro en una encrucijada pero, una vez vencidas mis suspicacias iniciales, me tiro a la piscina y os cuento que un hombre saudí ha puesto a la venta a su hijo a través de Facebook.

La historia lleva rondando unos días por la prensa de todo el mundo. Es más, varios medios españoles ya lo han dado, por lo que no me extrañaría que estéis al tanto. Dicho todo esto, voy al grano primero e intentaré después ser lo más franco (con perdón) posible.

Un señor saudí que responde al nombre de Nasser Al Shahry puso a la venta hace unos días a su hijo a través de Facebook a cambio de 20 millones de dólares (más de 15 millones de euros) con el objetivo de salir de la pobreza.

Dice la información, recogida en centenares de diarios de todo el mundo (es muy suculenta), que a nuestro protagonista le habían cerrado su negocio por considerarlo ilegal. Ante esta situación se dirigió al Ministerio de Trabajo del país para pedir ayuda, pero se la negaron porque el límite de edad para recibirla son 35 años y él ya los supera. Parece ser que analizó la situación y concluyó que vender a la criatura era la única forma de asegurar que «su madre y su hermana» puedan tener una «vida decente» lejos de la pobreza.

¿La única condición? Saber el nombre de quien lo compra y de la ciudad en la que reside. Dice el señor que está dispuesto a ir hasta los tribunales para completar la transacción, aunque la cosa no le resultará fácil: para empezar, el tráfico de niños es ilegal en el país y en Facebook (como supondréis) no se pueden vender niños porque no hay cabida para ningún tipo de transacciones económicas.

¿Es esto real? ¿Nos la están colando?

Sé que suena raro. Fijaos que últimamente ya he visto de todo: una mujer que fingió su embarazo e intentó robar un bebé, un hombre que fingió la muerte de su hija para poder irse unos días extra de vacaciones… pero todo esto, con la foto compungida del niño y unos números que a veces no cuadran (el cambio de moneda local a dólares es erróneo en varios diarios), da que pensar. Verifiquemos, pues.

Para intentar comprobarlo todo, fui al origen: Facebook. Hace tiempo leí que Arabia Saudí lo había bloqueado, así que eché un vistazo a mi web de bloqueos favorita y vi que no, que los saudíes no acceden a Digg, pero con Facebook no tienen problemas.

Luego busqué la venta. No fui capaz de encontrar la transacción en la red social, pero es posible que el señor la haga desde su cuenta personal y resulta difícil localizar a un saudí en la maraña de amigos de Facebook.

Por último intenté encontrar la noticia en la fuente original. Todos los medios citan a Al Sharq como fuente primigenia, pero nadie enlaza a Al Sharq. El diario existe, pero… ¿existe la noticia? Sí, también está, después de un cursillo exprés de árabe la localicé.

De este modo, al menos uno se asegura de que el origen que dan medios iraníes, británicos, árabes, rusos, estadounidenses, peruanos e hispanos y españoles en general no es falso.

Quedan agujeros negros porque, por ejemplo, desgraciadamente en países como éste es más habitual realizar transacciones de este tipo con hijas que con hijos, si bien parece que sí, que esta noticia ha superado nuestra prueba de hoy en Cazadores de fakes.

PD: Sí, sé que muchos pensáis que en lugar de pasarme una hora investigando esta noticia podía dedicarla a trabajar de verdad. Os entiendo.

Un matrimonio renueva sus votos… pero ahora él es ella también

[Adornemos esto con un poco de música]

Barry (43 años) y Anne Watson (53 años) son un matrimonio feliz que decidió renovar sus votos. No es noticia que una pareja renueve sus votos matrimoniales, pero si quienes fueron Barry y Anne vuelven a decirse «Sí quiero» llamándose Jayne y Anne… pues qué queréis que os diga, por lo menos da como para pararse y contarlo.

Hace nueve años se casaron completamente enamorados, después de seis meses de relación. La mayoría de gente, que no os engañen, se casa así, pero luego se aburren o se dan cuenta de que se han precipitado y por eso muchas veces la cosa se va al traste. Decía que se casaron más enamorados que Aladdin y Jasmine, pero la alegría (como todo en casa del pobre) dura poco.

Barry (ahora Jayne) cuenta que su matrimonio encalló cuando su esposa, Anne, empezó a sospechar que él le engañaba con otra mujer. Lo que no se imaginaba es que Barry no estaba interesado en ninguna mujer (más), simplemente quería «convertirse en una».

«Anne me aceptó y me quiere como Jayne«, cuenta Barry (pero ya siendo Jayne), para quien «renovar los votos era la mejor manera de decirle al mundo lo felices que somos en nuestras nuevas vidas», según recoge la prensa británica.

Anne, mientras tanto, confiesa que echa de menos a Barry, pero está contenta con lo que ha ganado a través de Jayne. La esposa mayor disfruta ahora hablando de maquillaje, peinados y ropa con su esposa menor: «Nuestra segunda boda fue más especial que la primera, porque sabía que Jayne (antes Barry), estaba feliz», añade.

Cuando se conocieron, Barry (ahora Jayne) había empezado a salir con chicas para intentar encajar en plena crisis de identidad, mientras que Anne (ahora Anne) salía de un divorcio traumático. Como suponéis, no fue fácil la transición de hombre-mujer a mujer-mujer, pero después de un tiempo de reflexión e introspección, pudieron disfrutar comprando juntas los vestidos para su segunda boda juntas… y ahora también comparten la ropa, ¡¡todo son ventajas!! (¡¡¡Además Jayne ahora tiene pelo!!!)

PD: Dicen por AHÍ (en la prensa británica) que la boda fue hace un año, pero ha sido ahora cuando los hechos, y las fotos, han salido a la luz.

Demasiado sexy para el anuario escolar

Sí, sí, es un tema recurrente, lo sé. De vez en cuando la vida nos besa en la boca hay una noticia por ahí en la que dicen que alguien (generalmente una joven muchacha) es «demasiado sexy» para algo. Hasta ahora, casi todos los antecedentes eran laborales. Demasiado para ser funcionaria de prisiones, para trabajar en un banco, para trabajar en Suiza, o para ser profesora, militar, Blancanieves

Pues bien (algún día contaré cuántas veces escribo «pues bien» a lo largo de una semana, que son unas cuantas), hoy abrimos un nuevo capítulo dentro de las «demasiado sexy para»: lo protagoniza la estadounidense Sydney Spies y por si aún no lo sabéis, que espero que no, es demasiado sexy para su anuario escolar, según la prensa local.

[OJO: anuario y no calendario, no me confundáis. Calendario escolar es eso que hacen muchos y muchas universitarias medio en porreta para sacarse unos dinerillos (aunque la costumbre parece que ahora se está perdiendo), anuario es eso que sale en las películas estadounidenses donde los muchachos ponen sus fotos, sus dedicatorias y sus firmas]

Resulta que la señorita Spies (una frase muy de película yanqui: «Señorita Spies, acuda al despacho del director» y allí que va ella cabizbaja a que le echen la bronca), Sydney, decía, tiene 18 años, es modelo y decidió que la foto que más «representaba su personalidad» (tal cual) era una en la que llevaba un top negro y una falda amarilla.

El problema es que para los encargados de elaborar y aprobar el anuario esa imagen (la que veis a la derecha) no respetaba el código de vestimenta del instituto de Durango (Colorado, Estados Unidos… no confundir con el Durango de Vizcaya).

Por ello, la protagonista de nuestra historia, apoyada por su madre Miki (no confundir con Miki Nadal), ha organizado una protesta contra su instituto en la que denuncia que están coartando su libertad de expresión. El objetivo es que le dejen poner esa foto aunque de momento no ha tenido éxito.

Dicen que la decisión ya es definitiva, por lo que parece complicado que la hija de Miki termine figurando en su anuario con esa foto. Mientras tanto madre e hija se van a hacer un par de platós para hablar del tema. Si al final Sydney no consigue que publiquen esa foto, un contrato publicitario, un papel en una serie o una invitación para participar en Gran Hermano no será porque no ha hecho ruido para ello…

PD: ¿Cómo lo veis vosotros? ¿Debería valer la foto o no?

Lo más raro que ha pasado durante la semana (2-8 enero)

Lo mejor de la semana cuando termina son las habitaciones ventiladas es la llegada de otro «casi viernes» y poder echar la vista atrás para ver todas esas cosas raras que nos hemos perdido en los últimos días. Aquí van algunas de las que más me han llamado la atención y no han tenido su hueco en este inefable blog. Un párrafo por noticia, lo encontraréis mejor pero no más resumido.

1. Padre e hijo se conocen tras 47 años

El veterano de Vietnam Mike Gold, de 67 años, acaba de conocer a su hijo de 47 años… un hijo que no estaba seguro de que tuviera. Poco antes de que fuera a Vietnam, nuestro sesentón Mike recibió una carta de una mujer diciendo que podría ser el padre del hijo que había dado a luz y que iba a entregar en adopción (que te vas con otro humor a la guerra, como diría Gila). Cuando volvió de pegar tiros intentó localizar por todos los medios a la criatura, pero jamás encontró al niñito. Ahora ha sido su hijo, que ya ha dado nietos a Mike, quien ha localizado al padre. Lo ha hecho a través de Internet y juntos han descubierto que su cumpleaños es el mismo día… y que son dos gotas de agua, según cuenta la prensa yanqui.

2. ¿Y si todo el vagón de metro se pusiera a cantar?

Imaginad que vais en el metro pensando en vuestras cosas, leyendo, medio dormidos o aguantando la respiración para no acabar intoxicado con el olor de alguno. En eso que alguien empieza a cantar una canción y ves cómo todo el mundo empieza a seguirle de forma… ¿espontánea? Pues algo así pasó recientemente en el metro de Los Ángeles, cuando un grupo llamado The Love Project  organizó el siguiente flash mob, según leí hace unos días en el Huffington post.

3. Roba una ambulancia para ir al hospital

Contaba Hubert Lee Credit, de Tampa, Florida (EE UU) que había sido atacado por cuatro hombres y que por eso se había visto obligado a ir al hospital. No habría ningún problema con eso de no ser porque decidió que la forma más rápida para que le atendieran era robar una ambulancia que había desatendida junto a su casa. Hubert, de 39 años, aprovechó que los sanitarios atendían a una persona en una casa cercana y se llevó el vehículo, cuentan las malas lenguas de Tampa. Para su desgracia, los médicos le vieron y llamaron a la policía que detuvo al muchacho, lo llevó al hospital y lo metió en el calabozo. Un día completo.

4. Le podían haber detenido hasta por ponerse ese nombre

Al hombre que veis en la imagen que hay a la derecha, otrora llamado Jeffrey Wilschke, lo detuvieron hace unos días en Estados Unidos por posesión de drogas y de arma de fuego. Probablemente este muchacho de 30 años natural de Wisconsin  no sería noticia jamás en la vida, pero… (siempre hay un pero) en octubre cambió su nombre y donde antes decían: «Detenido Jeffrey Wilschke» ahora se lee «Detenido Beezow Doo-Doo Zopittybop-Bop-Bop«. Sí, ¡¡¡¡se ha puesto ese nombre!!!! Si su intención era pasar desapercibido parece claro que no lo ha logrado.

5. ¿Ninguna de estas faltas es intencionada?

En Washington a los niños ya no les duermen diciendo «pórtate bien que viene el coco», ahora está de moda que les pongan un vídeo de YouTube y les adviertan de que «como no seas bueno vendrá el número 34 y te hará falta». El vídeo del que os hablo es el que veréis a continuación y corresponde a un partido de instituto. Ahora corre como la pólvora por Internet (una expresión que casi no se usa, ¿verdad? Como «a golpe de click» o «está causando furor en las redes sociales»), porque ninguna de las faltas que veréis a continuación fue considerada intencionada (antideportiva) por los árbitros.

6. Hazte el tatuaje en la iglesia

Un pastor de Michigan (en Estados Unidos también, esta semana todo lo raro ha pasado allí) ha abierto en una iglesia local un centro para que la gente pueda ir a tatuarse, según publican varios medios de todo el mundo. El sacerdote Steve Bentley, que como imagináis no es un cura al uso, lleva dos tatuajes y considera que son «una forma predominante de arte en la cultura de hoy día». Su iglesia, más que una iglesia, parece un centro comercial o de multiaventura, porque además de hacerte un tatuaje puedes ir a que te arreglen el coche, a practicar lucha libre o artes marciales. ¿Sabéis que os digo? Que comparto parte de su teoría: «No queremos que un edificio que vale un millón de dólares se use un par de veces a la semana». Amén.

PD: Y aún me quedan cosas por contar, como eso de que en un catálogo de moda infantil se coló de fondo un hombre desnudo (me lo contó David a través de Facebook) pero es que ya no me queda espacio para más.