Archivo de enero, 2012

Diez famosos que son mayores de lo que pensabas (II)

¿Recordáis que en el mes de mayo de 2011 empezamos un serial de «famosos que son mayores de lo que tú pensabas»? Recogimos, no sin polémica, a diez personalidades cuya edad, según su físico, era menor a la cifra que marca su pasaporte. Pues bien, es un buen momento para seguir con ese serial: rebuscando en los comentarios de aquella noticia y gracias a los amiguetes de Twitter y Facebook, he seleccionado otros diez, que seguro que a muchos no os convencen, pero a otros sí.

Empezamos; eso sí, teniendo en cuenta lo que decía Clara en un comentario del post anterior: «A tod@s est@s habría que verlos por la mañana, recién levantad@s, sin maquillaje…».

1. Raquel Sánchez Silva (38 años)

El día 13 cumple 39, ¿quién lo diría? Raquel, la presentadora dicharachera de Telecinco, sigue teniendo esa cara de niñita que se gastaba en Canal+ hace siete u ocho años. Es de esas personas que parece haberse congelado en el tiempo y además se pasa la vida sonriendo. Eso es un desafío a las patas de gallo… ¡y ella ha ganado la batalla!

2. Jordi Hurtado (54 años)

Jordi tenía que figurar en esta lista, aunque solo fuera por las numerosas peticiones que había en los comentarios. Hurtado el inmortal, el dueño del elixir de la juventud, recorre en 2012 el camino de los 55 años. Aún así él no tiene problema, ha conseguido dar la vuelta a las agujas del reloj biológico: cada día que pasa, para él es un día menos. Cumple los años hacia atrás y cualquier día de estos vuelve a la veintena.

3. Pauley Perrette (42 años)

Lo comentaron Ami, Rbk y algunos más. ¿Cómo no está Pauley, de NCIS? Efectivamente, sus 42 años merecen que figure en esta lista, porque maquillaje, Photoshop y todo lo que queráis a un lado, lo cojas por donde lo cojas nunca dirías que esta muchacha es cuarentona. ¡Si parece una adolescente en la cola del cine para ver Crepúsculo, con ese collar de pinchos y esa ropa negra!

4. Jon Bon Jovi (49 años)

Cualquier persona que pongas detrás de Pauley va a desentonar, es evidente, y Jon Bon Jovi no es una excepción. Llevamos muchos años viéndole en televisión y nos hemos acostumbrado a él, pero con esa sonrisilla y esos ojos azules muchas veces no nos paramos a pensar que tiene ya… ¡casi 50 tacos!

5. Laura Valenzuela (80 años)

La primera en levantar la liebre en el post anterior fue marianna, que nos avisaba de que Laura tenía «80 años y muy bien llevados». Los tiene, los tiene, pero… ¿quién lo diría? No parece la típica abuelita que juega a las cartas tapada con un sayo. Además, en febrero cumple 81… ¿hay pacto con el diablo sí o no?

6. Cory Monteith (29 años)

Es un clásico dentro de las series adolescentes: un muchacho de veintimuchos haciendo el papel de un chiquillo de diecipocos. También ocurre en la serie Glee, como nos contaba Slopegstey. Puede que muchas de vosotras (y alguno de vosotros) os quedéis prendadas de esa cara de adolescente, pero debéis saber que de teenager nada, a este muchacho le caduca la cuenta de Tuenti este año.

7. Helena Bonham Carter (45 años)

También la propusieron en los comentarios del anterior post, Helena, la bella Helena, la mujer y musa de Tim Burton, tiene ya 45 años, por mucho que nos parezca que aún no llega a los 40. En cualquier caso, esto es como todo: Helena te parece más joven de 45 si la comparas con cualquier mujer de la calle de esa edad, que no ha tenido ni el tiempo ni el dinero para dedicarse los cuidados que ella se ha dedicado.

8. Jared Leto (40 años)

Parece Zack Efron con cinco años más, pero no es así. Jared Leto, actor y músico estadounidense, podría ser el padre del chico de High School Musical. Con 40 años recién cumplidos, es de estos tipos que puede presumir de «a mí me echan menos años de los que tengo», que es algo que siempre gusta. Yo, por ejemplo, no tengo barba y tengo canas, de modo que lo que gano por un sitio lo pierdo por el otro y al final todo el mundo se hace un lío.

9. Ellen Pompeo (42 años)

Ellen Pompeo, Meredith en la serie Anatomía de Grey, cumplió 42 años en noviembre. Además de mantener un buen cutis, induce a error que haya tenido su primera hija hace dos años, algo que siempre te hace echarle a la gente menos años de los que muchas veces tienen. Insisto, después del caso de Pauley Perrette, que también tiene 42, toda la gente con esa edad te parecerán jubilados, pero Ellen no aparenta esos años, te pongas como te pongas.

10. Diane Keaton (66 años)

Diane causó cierta controversia en la redacción: algunos decían que sí parece una jubilada y otros que ni por asomo, por lo que os traigo el caso a vosotros para que ejerzáis de juzgado popular y me digáis: ¿aparenta 66 años la buena de Diane? A esta actriz también estamos hartos (en el buen sentido) de verla en películas, y parece parte de nuestra familia. ¿Os la imagináis de pie derecho viendo obras? Pues en España ya podría jubilarse (según lo cotizado), a mí se me hace más cincuentona que sesentona.

PD: Si tenéis más sugerencias, sabéis que siempre son bien recibidas.

¿Qué son estas misteriosas luces en una carretera de Escocia?

Más misterios becarios

No sé qué tienen las islas británicas que siempre están pasando cosas raras. Pasa lo mismo que con Estados Unidos: si veis las películas, las invasiones alienígenas, las catástrofes mundiales y los fines del mundo siempre pasan en Norteamérica. Pues bien, si viajáis a Gran Bretaña raro será que no encontréis un zombi, un vampiro o, como mínimo, un extraterrestre.

Para demostraros esto que os digo con un claro totalmente fiable y empíricamente comprobado (tanto como que si tomas ciertos caramelos con refresco de cola te explota el estómago), me tenéis que acompañar a un viaje. Subid a mi troncomóvil del misterio, que lo tenemos un poco olvidado, y vamos a Escocia, a realizar una investigación por la que nos podemos hacer de oro.

Amigos de las mentiras, paranoicos, conspiradores… lo desconocido, seguidme. Hay un vídeo que quizás hayáis visto, porque desde este miércoles ha revolucionado parte del mundo friki. Son una imágenes captadas en Escocia, en una carretera llena de niebla donde pasan pocos coches. El vídeo del que os hablo (y que pondré a continuación para que comentemos) está triunfando en YouTube y, lo que es más peligroso, está apareciendo en algunos medios locales donde contemplan la opción de que las extrañas luces que se ven correspondan a un «platillo volante», tal cual.

Si habéis visto el vídeo, no hará falta que os explique lo que sucede. Por si acaso os da pereza verlo y preferís solo leer para rajar en los comentarios, os resumo que en una carretera llena de niebla pasan varios coches y luego se ve una luz que puede ser cualquier cosa. Puede ser cualquier cosa de la cámara, puede ser un láser que buscaba la cara de Cristiano Ronaldo, puede ser un faro buscando barcos fantasma, puede ser un cohete mal tirado… pero la gente dice que es un platillo volante y yo, como no quiero quitarle la ilusión a nadie, voy a contemplar esa posibilidad. Pongamos que hablo de Madrid es un OVNI en el sentido más sobrenatural de la palabra.

Y contemplando la posibilidad de que estemos ante una visita extraterrestre me vienen a la cabeza algunas preguntas: ¿por qué nunca grabamos los platillos volantes como Dios manda? ¿Son tímidos los extraterrestres y aprovechan los días con intensa niebla para darse un garbeo por nuestro planeta? ¿Les afectan también los recortes de Rajoy y por eso no pueden llevar las luces encendidas todo el rato y se ven como fogonazos o es que han puesto los cuatro intermitentes porque están en un atasco?

Dice la prensa británica que queda descartado que se trate de una aeronave, por las inclemencias del tiempo, y no creen que sea un reflejo de la lente, porque las luces se ven de forma desigual o no sé qué leches. Vamos, que lo cuentan de tal forma que parece que la única opción es que estemos ante un fenómeno paranormal. Dan ganas de llamarles a la redacción y decir: «Oye que sí, que seguro que es un platillo volante, perdona por creer que es más posible que vuele un avión kamikaze a que llegue un OVNI desde el espacio exterior a hacernos una visita». En fin, que nos hacemos mayores.

Ya vienen los Reyes… esconded las cosas de valor.

PD: ¿Qué opináis vosotros? Sobre esto, sobre la prensa, sobre la vida en general… sobre lo qué queráis.

Despiden a una profesora que intentó sobornar a una alumna

Los profesores rara vez son como en la televisión, eso lo sabe cualquiera que haya pisado un colegio, un instituto o una universidad (si has estudiado periodismo… no, la cafetería de la universidad no vale como «universidad»). Yo, por ejemplo, guardo gratos recuerdos de muchos de ellos… de Domingo, por ejemplo, que enseñaba (bueno, lo intentaba) ecuaciones con «estos son del Real Madrid y estos del Barça». Un mes después y con una clase llena de zotes, lo mandaron a dar clase de gimnasia a niños pequeños. ¡GIMNASIA! ¡Si parecía Alfredo Landa con chándal! También guardo un grato recuerdo de José Vicente, que se hacía poner el «don» por delante para que diera la impresión de que era un señor de fiar y a quien todos mirábamos con asco porque se pensaba que te podía dar collejas como en los viejos tiempos en los que en la tele echaban El Parte en vez del Telediario.

Los profesores no son como en la televisión, es evidente, no hay un director como Belding (Salvados por la Campana), ni un profesor suplente como el señor Bergstrom (Los Simpsons). Eso sí, lo que tampoco me había encontrado hasta el momento es una profesora que intentara sobornar a una alumna (alumnos chantajeando a profesores sí, en el instituto casi a diario), como nuestra protagonista de hoyBernadette Camacho.

Bernadette es profesora en Nueva York y cuentan que tiene algo de temperamento. Bueno, algo… el suficiente como para gritar a toda una clase «¡TENÉIS LA CABEZA EN EL CULO!» (con perdón por lo de cabeza) y algunos insultos más, después de lo cual los jefes de la escuela decidieron abrir una investigación sobre su forma de enseñar.

Aquí es donde Bernadette se vio con el agua al cuello, se dio cuenta de que a poco que prosperara la cosa iba a ser multada o despedida del Hillcrest High School. Además, el encargado de realizar el informe se llamaba Richard Condon y, qué queréis que os diga, a mí con ese apellido no me inspiraría confianza.

No estaba equivocada. A la buena de Bernadette le abrieron un expediente disciplinario por mal comportamiento, pero antes de ser juzgada hizo un movimiento desesperado: le dijo a una alumna que le pondría buenas notas si testificaba a su favor. Soborno, lo llaman en mi pueblo. Trajes, lo llama El Bigotes.

Durante cinco días, Berna (ya hay confianza, después de tantos párrafos) llamó a la muchacha insistiéndole en que aceptara el acuerdo, según la prensa estadounidense. La joven no aceptó y ella le dio las gracias «por hacer mi vida peor», según el informe del señor Condon. Ese soborno le costó el despido.

Hay gente que nace para dar clase, y Berna es una de ellas. En diez años de carrera acumulaba quejas por agresiones físicas y verbales. En 2010, incluso, la cosa se le fue de las manos y pagó una multa después de montar un cirio en el colegio. Además, acudió a clases de manejo de la ira… que no le han valido de nada, como podemos comprobar.

¿Qué podía hacer Berna llegado a este punto? Parece un callejón sin salida, pero a la señora Camacho aún le quedaba una bala en la recámara: había visto suficientes ruedas de prensa de Mourinho y entrevistas a exjugadores rusos del Racing de Santander como para no saberlo… y culpó al traductor (bueno, más o menos). Dijo que el problema era que sus estudiantes eran bilingües, con el castellano como primera lengua, y que los insultos fueron algo así como un malentendido fruto de su mal español. Imagino que la escena sería algo así:

Bueno, luego dijo que había estudiantes rebeldes, gente con necesidades especiales… e incluso admitió haberles llamado «pequeños demonios» y haber dicho «no tengo la cabeza en el culo». Esto es como cuando yo digo barbaridades, las tacho, y al lado pongo una frase moderada. No hay quien se lo crea.

PD: Vamos, que al final va a resultar que dijo cáspita, rayos y retruécanos y la gente lleva diez años montando una conspiración contra ella. Ya, y Domingo daba gimnasia a los niños pequeños porque había tocado techo en el mundo de las matemáticas, no te jode no te joroba.

Andrew Montgomery, el hombre que no se daba cuenta de «lo grande que era»

Andrew Montgomery es un británico de 34 años que pesaba 190 kilos y que nunca se había subido a una báscula. Dice que jamás se había planteado nada acerca de su tamaño hasta que se vio en las fotos de la boda de un amigo y comprobó que era sustancialmente más grande que la dama de honor. Entonces se puso a dieta y se quedó tan finito como veréis en la imagen que os adjunto más adelante.

Cuenta Andrew a la prensa de su país que no se había dado cuenta «de lo grande que era» hasta que se comparó con otras personas en las fotos de aquella boda. De esto podemos entender varias cosas: que su familia es de su tamaño, que no se hizo foto alguna en su vida hasta esa ceremonia o que cada tarde leía la historia de Gulliver en Liliput y todo le parecía normal.

El peso de nuestro amigo no era casualidad, sino una ecuación de comida basura y basura con forma de comida. No podía subir unas escaleras sin echar el hígado por la boca y hacer vida cotidiana suponía un suplicio para él. Por eso me extraña que tenga que ver unas fotos de una boda para darse cuenta de que tenía un problema de salud: ¿pensaría que cansarse después de dar cinco pasos no era raro, en plan «hola soy Carmen Machi y yo creía que sentirse hinchada era lo normal«?

Después de toda una vida sin subirse a una báscula empezó una dieta, compró una cinta de correr y se enroló en un grupo de Internet donde la gente se conjuraba para perder peso. En un año se ha quitado de encima 95 kilos, lo cual no termino de saber si es muy bueno, muy malo o regular (¿no es demasiado peso en tan poco tiempo?).

«Nunca me había pesado (hasta después de la boda de su amigo) y no me di cuenta de lo grande que era», asegura este muchacho, a quien le «chocaba» ver «lo grande que parecía al lado de la dama de honor». «Es la llamada de atención que necesitaba», dice nuestro despistado muchacho. No hay más preguntas.

Después de quedarse en la mitad de lo que era, a 2012 le pide salir de casa de su madre y encontrar una esposa (eh, eh, eh, eh… Lois, éste no es mi vaso de Batman ¿no estás corriendo demasiado, Andrew? ¿Casarte? ¿Dónde han quedado las primeras citas, el conocerse mejor, el ir a cenar con los suegros…?). Bueno, desde aquí le deseamos suerte. Si es lo que quiere, él sabrá donde se mete.

PD: Mes nuevo, Trolly nuevo. Un superhéroe de los que ya no quedan.

Las historias más rocambolescas que nos dejó el año 2011

Es domingo, pero también día 1 de enero. Por eso me ha parecido que no tenía mucho sentido elaborar un Lo más raro de la semana, máxime cuando fijaos en las fechas en las que estamos y aún no hemos hecho un recopilatorio decente (bueno… decente no lo será nunca) de lo menos malo del blog (ya sabéis que como no hay nada bueno no podemos recopilar «lo mejor») durante 2011.

La forma más democrática que se me ha ocurrido para la selección de hoy ha sido elegir las entradas que más éxito tuvieron en el año que se nos fue. Como sabía que se os quedaría corto, también voy a recordaros cuál fue la viñeta becaria más destacada en Facebook y el tuiteo estrella en la comunidad becaria.

De postre, os regalo cuáles fueron mis tres posts favoritos del año, de los que no figuran entre los 20 de más éxito (aunque están muy cerquita). ¡Vamos para allá!

1. El tuiteo estrella fue…

2. La viñeta con más ‘me gusta’ fue…

3. Los 20 posts con más éxito son…

(Cada foto tiene el enlace al post, basta con pinchar en el circulito de la derecha donde pone «LINK»)

4. Y mis tres entradas favoritas…

Maya, una maga de los pinceles | Desastre hecho con Photoshop | El fin del mundo del 11/11/11

PD: SÍ, SÍ, SÍ, POR UN DÍA NOS HEMOS LIBRADO DE TROLLY… ¡¡ALELUYA!!