¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Metiendo el dedo en el ojo al periodismo

Esta mañana, he inaugurado el XVI Congreso de Periodismo Digital, en Huesca. Llevaba escrito este texto que ves abajo y, aunque me he salido algo del guión, he dicho todo lo que aquí digo.

«Buenos días.

Me pidió inicialmente Fernando García Mongay, el director del congreso, que mi intervención durara como mucho 25 minutos, y hemos pactado finalmente que sean 20, 20 minutos, así hago un poco agitación y propaganda de 20minutos, el diario que fundé hace ahora 15 años y que, como sabéis, es el segundo diario generalista impreso con más lectores en España –y durante siete años ha sido el primero-, según el Estudio General de Medios (el EGM), y es también el segundo medio online con más lectores en castellano en el mundo, según comScore.

Veo algunas caras de sorpresa en la sala. Me temo que, aunque estamos en un congreso de periodismo digital, de periodismo innovador, algunos de vosotros sólo leéis prensa tradicional, y muchos de los viejos periódicos tienen por costumbre borrar a 20minutos del ranking del EGM para mejorar su propia posición. Os lo aseguro. Nos quitan del ranking, nos eliminan, como los soviets aquellos que antes de existir el photoshop borraban a pedal de las fotos históricas a los dirigentes caídos en desgracia. ¡Nos borran para mejorar su posición, y al mismo tiempo se llaman a sí mismos prensa seria, prensa de calidad! Es como si yo, que soy de Burgos pero gran aficionado del Valencia Club de Fútbol desde pequeño, borrara los lunes de la tabla de la Liga al Real Madrid y al Barça para decir que mi equipo es vicelíder, casi empatado con el Atlético de Madrid.

Me ha dicho también Fernando que no hay turno de preguntas después de mi intervención, o sea que los que tengáis algo que preguntarme (sobre el EGM o sobre lo que os dé la gana) podéis ir tomando nota y lo hacéis luego, en los pasillos.

Un último prólogo, y ya entramos en materia. Si queréis tuitear algo, me llamo en Twitter @arsenioescolar ¡Gracias por seguirme!

CartelXVICongreso_bajaMe gusta mucho el cartel del Congreso. Ese dedo digital, qué curiosa redundancia gráfica, ese dedo digital que le mete el dedo en el ojo a un tipo asombrado y notoriamente incómodo, a un tipo de edad no muy joven, a un tipo con arrugas, con corbata, con parece que creciente alopecia, a ese tipo con cara de desabrido que habla ante varios micrófonos.
¿Es un pájaro, es un avión? Noooo. Parece que es un político.

Me ha gustado tanto ese cartel de Paco Roca que he pensado ponerle a mi intervención un título, o al menos un titular, y que este sea “Metiendo un dedo en el ojo”. Bonito hashtag, ¿no? ¿Metiendo un dedo en el ojo de los políticos? ¿Metiendo un dedo en el ojo de ese tipo del cartel que se diría que es un político? Sí, sin duda. Pero no solo. No sólo quiero meterle algún dedo en el ojo al poder. Esta no es la convención de un partido, ni de la patronal bancaria o eléctrica, ni un congreso de politólogos… Este es un congreso de periodismo, y os quiero proponer que metamos entre todos el dedo en varios ojos diferentes, no sólo en los de poder. Que nos lo metamos también a nosotros mismos, a nuestra profesión, a nuestro oficio. Que le metamos un dedo en el ojo al periodismo y a los periodistas, que ya toca.

A mí siempre me ha gustado incordiar, chinchar, incomodar, criticar, repartir en todas las direcciones posibles. Dentro de un orden y dentro incluso de algún desorden. Llevo dentro un natural criticón que a veces me cuesta mucho reprimir. En 20minutos, sin embargo, estoy un poco frustrado porque no tenemos editorial y apenas hacemos artículos de opinión. No nos gusta, no hacemos prensa de pastoreo y doctrina, de esa que dice “eres bueno, querido lector, si piensas esto y eres malo si piensas esto otro”, de esa que aspira a poner y quitar alcaldes y alcaldesas, o a derribar presidentes del Gobierno o jefes de la oposición. En 20minutos preferimos meter el ojo al poder informando a nuestros lectores con información certera, ecuánime, independiente, y que sean los lectores los que se creen su propia opinión, y que sea la fuerza de la opinión pública la que ponga y quite dirigentes y cambie el ritmo de la historia.

En 20minutos, os decía, o en mi blog apenas hago yo opinión, pero en twitter y en las tertulias sí, ahí me suelo meter con todo el que pasa. Algunos de los prebostes mencionados, de uno y otro bando, o mejor dicho de una y otra banda, se me enfadan y me mandan quejosos mensajes directos o whatsapps. Hay incluso algunos tuiteros que me reprochan la crudeza y me dicen: “ese comentario tan duro es impropio de un director de periódico…”. En fin…

A mí me gusta incluso meterme conmigo mismo. Mi último libro es de sátiras políticas en verso, en metros clásicos, en sonetos, en décimas, en octavas reales. Una amiga y colega que anda en la sala me dijo cuando leyó algunos de ellos que era más propio de un exdirector de periódico. Se titula ‘Arsénico sin compasión’, me meto hasta con mi propio nombre, ya veis. Os lo recomiendo, creo que no está mal.

Pero yo no he venido a este congreso para hablar de mi libro ni para ponerme de modelo de nada… Llevo unos 37 años en la profesión, una parte de indio, otra parte de semiindio y otra parte de jefe, y he venido a plantearos, desde esa larga experiencia, algunas reflexiones en voz alta que me hago a menudo conmigo mismo, sobre todo en los últimos tiempos. Debe de ser la edad.

Vivimos tiempos muy convulsos y difíciles, bien lo sabéis. La dura crisis económica, el agrietamiento y puede que desmoronamiento de nuestro sistema político y la crisis ética y moral que nos han asolado durante estos últimos años están provocando unos cambios profundos en todo lo que nos rodea y en nosotros mismos. Nos están llevando esas crisis a una sociedad partida, dual, muy injusta, una sociedad con poca clase media, con ricos muy ricos y pobres más pobres, marginalizados, discriminados, excluidos, desiguales.

¿Habéis reparado en que la igualdad está en nuestra Constitución en el artículo 1? Dice ese artículo:

“España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

Tres de esos cuatro valores superiores de nuestro Estado social y democrático, la libertad, la justicia y el pluralismo político, parece que siguen vigentes, pero el de la igualdad se ha roto, se ha roto estrepitosamente, y no se le ve a la clase política dominante muy proclive a denunciarlo y a arreglarlo. Menos mal que los ciudadanos no se resignan a esa sociedad desigual, dual, poco ética, corrupta, y –según las encuestas- están dispuestos a dar la batalla en los próximos meses en las urnas, en el intenso ciclo electoral que comienza la próxima semana.

Vamos a mirar un poco hacia atrás. Mientras delante de nuestras narices, queridos colegas, se cebaban y luego se perpetraban todas esas desgracias que os describía antes, ¿dónde estábamos los periodistas, dónde estábamos los medios de comunicación? ¿Dónde estábamos nosotros, que nos consideramos tan perspicaces, y tan inteligentes, y tan pilar básico del funcionamiento del Estado democrático, y de la libertad de expresión, y de la pluralidad, y del control del poder, y de la vigilancia del buen uso del dinero público, y del correcto funcionamiento de las instituciones? ¿Dónde estábamos, dónde mirábamos? Como colectivo, ¿hemos ejercido realmente ese papel que nos corresponde en las sociedades avanzadas? ¿Hemos puesto la distancia debida respeto al poder, al poder político, al poder económico, a los poderes oscuros que han surgido con la globalización y la falta de controles? Y aún más. Si nos consideramos cuarto poder, ¿nos hemos puestos a nosotros mismos los controles adecuados, las vigilancias, los estándares mínimos de calidad, las buenas prácticas…?

Hace ya muchos años que Noam Chomsky advertía del peligro de que la prensa -entendiendo por la prensa el conjunto de los medios de comunicación- nos convirtiéramos en la industria de las relaciones públicas de las élites políticas y financieras. ¿No creéis que algo de eso ya nos ha pasado, ya nos está pasando? ¿No creéis que el cuarto poder se ha rendido al resto de poderes, que nos han fusionado por absorción y convertido en un gatito sin uñas? ¿Le hemos puesto algún remedio o algún antídoto a ese proceso? ¿Estamos aún a tiempo?

Más preguntas: ¿No hemos hecho un periodismo demasiado obsequioso con el poder? ¿Un periodismo de mirar hacia otro lado? ¿Un periodismo al revés, blando con las espuelas y duro con las espigas? ¿No hemos practicado en demasiadas ocasiones un periodismo institucional, un periodismo de Estado, entendiendo por tal el que calla más de lo que cuenta, el que vela más de lo que desvela, el que tapa, el que oculta, el que sesga por un presunto objetivo último de valor superior? ¿No hemos hecho demasiadas veces un periodismo engreído y autocomplaciente, acrítico con nosotros mismos?

Como veis, no hago afirmaciones. Sólo expreso en voz alta mis dudas, mis preguntas, y os propongo que hagáis lo mismo. Que os preguntéis si hemos metido el dedo en los ojos donde deberíamos haberlo hecho. Y si os contestáis que no, os preguntéis la razón de ese absentismo, de ese desestimiento de nuestras obligaciones. Y que os repreguntéis si aún estamos a tiempo de enmendarnos.

Tras el sufrimiento de los recortes, el deterioro de los servicios públicos, la privatización o la voladura de parte del sector público, la dualización de la sociedad, la pandemia de la corrupción entre nuestros dirigentes… los ciudadanos de a pie le están exigiendo a las élites que asuman responsabilidades, que se autoimpongan más controles, que den mejor ejemplo, que sean más democráticos, más transparentes, más solidarios… El clamor de esas peticiones es tan evidente en la sociedad que la inmensa mayoría de los medios lo hemos hecho nuestro, al menos teóricamente, nos hemos puesto casi a la cabeza de esa manifestación.

Está bien. Sea. Felicitaciones. Pero, para que no sea cinismo, ¿no deberíamos aplicarnos a nosotros mismos el diagnóstico y la receta? Todo eso que les exigimos a los políticos en los editoriales y en las columnas de opinión y en las tertulias radiofónicas y televisivas, ¿no deberíamos exigírnoslo el cuarto poder al cuarto poder?

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Llevo ya muchos minutos hablando, voy a ir acabando, pero no sin antes meter el dedo en algunas motas de nuestro propio ojo, en algunas cuestiones concretas de nuestra relación con el poder y de nuestros comportamientos internos que creo que merece la pena que comentemos. En concreto, en 10 puntos. Podríamos platear entre todos varios más, pero nos pasaríamos de los 20 minutos de sermón.

10 puntos. Ahí van, revueltos y desordenados:

Uno. No a las ruedas de prensa sin preguntas. No rotundo a las llamadas comparecencias institucionales en las que el poder llama a los periodistas a dictarles una nota, generalmente llena de medias verdades o de mentiras flagrantes, sin derecho a preguntas. Directores de medios hemos impulsado alguna vez iniciativas contra estas prácticas, sin mucho éxito. Tenemos que encontrar una fórmula eficaz y definitiva. No somos taquimecas, con todo el respeto para los taquimecas. Somos periodistas, y tenemos el derecho y la obligación de preguntar al poder en nombre de los ciudadanos.

Dos. Si metes la pata, sácala. Y a parecido tamaño. No podemos seguir dando a toda página y en impar y en portada informaciones que luego se revelan inexactas o incluso falsas, y la rectificación en un breve en página par. No podemos haber metido la pata en la home y en las primeras pantallas y sacarla en una sección remota, con poca visibilidad, al fondo de nuestro site.

Tres. Ojo a las dádivas y regalos. Muchas empresas han comenzado a regular límites y procedimientos. ¿No debiéramos hacer lo mismo las empresas periodísticas y los periodistas a título personal? Ojo también a las invitaciones a viajes. Con alguna frecuencia, presidentes del Gobierno, ministros, presidentes autonómicos, alcaldes de grandes ciudades… emprenden viajes a lugares remotos acompañados de una corte de periodistas a los que a en ocasiones se les paga con dinero público, en todo o en parte, los viajes y los hospedajes. Es probable que muchos de estos viajes de líderes políticos tengan un interés informativo real, y no sean mera propaganda. Pero me hago una pregunta. En las informaciones, en las crónicas, en las entrevistas… que generen esos viajes, ¿tendríamos que informar los periodistas a nuestros lectores de que hemos ido a gastos pagados con su dinero, con el del contribuyente?

Cuatro. Hemos de ser más transparentes con nuestros lectores acerca de la propiedad de nuestros medios. Quién está detrás de cada medio. Quiénes son los accionistas, y los accionistas de los accionistas. Y cuando haya un conflicto de intereses, actuar en consecuencia. Y cuando una información afecte directamente a un accionista o a un accionista del accionista, advertírselo al lector. No callárnoslo.

Cinco. No a la publicidad institucional opaca. Cada año, el Gobierno central, las comunidades autónomas, las diputaciones, los ayuntamientos, los cabildos, los distritos municipales de las grandes ciudades… invierten una notable cantidad de dinero público, de dinero de los ciudadanos –os estoy hablando de muchos centenares de millones de euros, quizás de miles; no se sabe porque nadie quiere que se haga recuento-, en anunciarse en los medios de comunicación. Está bien que lo hagan, cumplen con su obligación de rendir cuentas de su gestión y de informar a los ciudadanos sobre cualquier servicio público al que tengan derecho. Lo que no está bien es que el criterio de reparto y el reparto final de ese dinero -dinero público, insisto- sea opaco. Lo que no está bien es que las planificaciones de algunas campañas huelan a clientelismo, a amiguismo político. Apesten a que el criterio ha sido el de pesebre y trabuco. ¿Sabéis cuáles son? Por el pesebre, algunos políticos ponen mucha más publicidad de su institución a los medios ideológicamente cercanos, aunque no les corresponda por criterios objetivos de tiradas, audiencias o afinidad del público que se busca en cada campaña. Por la segunda, el trabuco, la ponen también en aquellos medios que, si no fueran planificados, previsiblemente responderían disparando editorialmente contra el alto cargo de turno. No sabemos cuánto dinero público concreto acaba en cada periódico, en cada radio, en cada tele. Yo presido la asociación de editores de prensa medianos y pequeños, e intenté hace dos años con los grupos parlamentarios que se incluyera la publicidad institucional en la ley de transparencia. Sin éxito. Pedí ayuda en esa causa a asociaciones de periodistas. Sin éxito también. No podemos seguir así, colegas. No podemos seguir predicando las bondades de la transparencia del dinero público en todo (en las obras públicas, en la gestión de los hospitales o de los colegios, en el sueldo del rey o de los políticos…) y seguir tolerando y amparando la opacidad en lo nuestro, en el dinero público que acaba en los medios. Tenemos que acabar con esa opacidad. Ganaríamos todos, sobre todo los periodistas y los medios. Ganaríamos en independencia y en credibilidad ante los ciudadanos. Nos legitimaría ante ellos.

Seis. No a las ayudas y subvenciones opacas. Casi todo lo que os he dicho sobre la publicidad institucional es aplicable de nuevo aquí. Ministerios, consejerías autonómicas, concejalías… tienen programas de todo tipo de ayuda y subvención a los medios de comunicación: por apoyo a políticas lingüísticas, por innovación, por suministro de ejemplares a determinados colectivos… También en esto, muchas veces opacas. Es dinero público, y todo ello debería ser transparente. Los ciudadanos tienen derecho a registros de acceso público y consulta fácil donde se vea, al céntimo, cuánto de su dinero ha acabado en qué bolsillos y por qué conceptos.

Siete. No a la prensa proxeneta. Hace ya ocho años largos, el Congreso de los Diputados nos instó a los medios de comunicación a que suprimiéramos los anuncios de prostitución. Algunos diarios lo hicimos, entre ellos 20minutos. Otros siguen mirando para otro lado. En sus páginas nobles siguen defendiendo los derechos ciudadanos y la dignidad de la mujer, y pocas páginas después tienen centenares de pequeños anuncios muy bien pagados detrás de los que hay explotación sexual, trata, mafias, extorsiones… Dice el diccionario de la Real Academia que un proxeneta es aquel que obtiene beneficios de la prostitución de otra persona. Por favor: no más prensa proxeneta.

Ocho. Un dedo en el ojo muy para este auditorio, lleno sobre todo de periodistas digitales. Acabemos con un estereotipo que se ha extendido entre algunos colectivos de nuestra profesión. El estereotipo de que todo lo impreso es antiguo, obsoleto, de baja calidad, malo… y todo lo online es moderno, innovador, bueno, buenísimo, excelente. Hay excelente prensa impresa y excelente prensa online. Y hay mala malísima prensa impresa y mala malísima prensa online.

Nueve. Y otro dedo en el ojo, especial para este auditorio, lleno sobre todo de jóvenes. Está muy bien que lleguéis a la profesión perfectamente equipados de destrezas técnicas, de herramientas del nuevo mundo digital. Está muy bien que lleguéis bien equipados de inglés, de alemán, de árabe, de chino… Estaría mucho mejor que también vinierais perfectamente equipados de español, de castellano. La principal herramienta de nuestro oficio sigue siendo nuestro idioma, nuestra lengua. Si en el bachillerato o en la universidad no os han formado bien en sintaxis, en prosodia, en ortografía… y vosotros no habéis paliado aún por vuestra cuenta esas carencias, no sois aún buenos periodistas, creedme.

Y diez y casi conclusión. No más periodismo obsequioso. No más periodismo complaciente, periodismo cómplice. No más periodismo opaco. No más periodismo engreído. Necesitamos un periodismo crítico, justo, transparente, distante del poder, ético, social».

arsenio
* Segunda foto: TIE Comunicación/Congreso de Periodismo

PD. El video, con mi intervención. A partir del minuto 57.55, incluida la presentación que me hizo Jaime Armengol (gracias, Jaime).

14 comentarios

  1. Dice ser Antonio Larrosa

    Me gustan los periodistas: unas veces sirven a sus propios intereses y otras veces a los intereses de los poderes fácticos y, por lo tanto, también a sus propios intereses. Los periodistas tienen la ideología de comer caliente y para eso hay que lamer muchos, muchos cu

    Clica sobre mi nombre

    12 marzo 2015 | 13:16

  2. Dice ser italobalbo

    Nos quitan del ranking, nos eliminan, como los soviets aquellos que antes de existir el photoshop borraban a pedal de las fotos históricas a los dirigentes caídos en desgracia. ¡Nos borran para mejorar su posición, y al mismo tiempo se llaman a sí mismos prensa seria, prensa de calidad!

    Esto me suena Arsenio a la cantidad de «opinadores» que desaparecen de 20 minutos por confrontar ideas que parecen no ser muy de vuestro agrado.

    12 marzo 2015 | 13:18

  3. Dice ser Bcn Cdad

    Hola, Arsenio.

    Tal vez no sea tu caso personal, pero como lectora y usuaria de 20minutos desde hace algo más de cinco años, únicamente puedo decir: »le dijo la sartén al cazo».

    La eliminación de comentarios en 20minutos a día de hoy es imposible saber qué criterio tiene, llegando a la única conclusión de manía personal.

    Como usuaria y creadora de Listas en la sección del mismo nombre de vuestro diario, EL FAVORITISMO es mayúsculo en lo que se recomienda y expone en portada.

    ¿Dónde queda la imparcialidad y profesionalidad que tanto pides y valoras?

    Es decir, »que en todas partes cuecen habas y en vuestro caso calderadas».

    Saludos.

    12 marzo 2015 | 13:26

  4. Dice ser yo

    ¿nos eliminan, como los soviets?? ¿y quien crees que son esos de Podemos ha quien tu tanto defiendes???? mira lo que están haciendo en Venezuela con la prensa.

    Cada vez tienes menos credibilidad «señor» Escolar.

    12 marzo 2015 | 13:29

  5. Dice ser Daniel L.

    por supuesto «le dijo la sartén al cazo».
    20 minutos con la ayuda inestimable de su director es otro pufazo vendido a las noticias «oficiales» sin lugar a la más mínima duda. las versiones alternativas, conspiranoicas o como las queráis llamar están censuradísimas.
    a otro perro con ese hueso.

    12 marzo 2015 | 13:32

  6. Dice ser Antonio Larrosa

    Con 20minutos volvemos al esquema franquista de leer entre líneas porque nos censuran hasta los pensamientos en nombre de conceptos trasnochados que no valen para nada.

    Clica sobre mi nombre

    12 marzo 2015 | 13:38

  7. Dice ser Periodistas siguiendo a sus amos, 3, 2, 1...

    Para todo lo demás la imparcialidad.

    12 marzo 2015 | 14:23

  8. Dice ser Mónica

    Yo soy periodista desde hace muchos años y os juro que cada día me da más asco mi profesión. El rumor lo hacen noticia y sino directamente se lo inventan. Hay demasiadas horas y páginas que rellenar. Si quieren buen periodismo les recomiendo que no se pierdan esto: http://goo.gl/WPgFnR

    12 marzo 2015 | 16:47

  9. Dice ser AHORRADOR

    A ver si de una vez cada uno asume sus responsabilidades profesionales en este pais y asi ayudamos a que este pais sea cada dia mejor:::

    Os invito a mi blog sobre eficiencia energetica y a ayudaros a ahorrar en la factura electrica
    http://energiasolaraislada.blogspot.com.es/

    gracias

    12 marzo 2015 | 18:07

  10. Dice ser Trigolimpio

    ENHORABUENA A 20MINUTOS POR CULTIVAR LECTORES INDEPENDIENTES
    .
    …Gracias, don Arsenio, por respetar nuestro derecho a expresarnos libremente en su blog, cualquiera que sea nuestro punto de vista, manera de pensar o ideología. Eso sólo es posible en un periódico como el suyo, donde nunca se censuran las opiniones de quienes, a diario, navegamos y debatimos, con mayor o menor fortuna, pero siempre con respeto, por el universo Blog 20minutos. No pueden decir lo mismo otros periódicos nacionales, como EL PAÍS o PÚBLICO, cuyos blogueros se muestran siempre muy intransigentes con quienes cuestionamos la imparcialidad periodística de don Iñaki Gabilondo o el programa electoral de PODEMOS.
    .
    …Y hablando de Podemos, seguramente ya se habrá enterado del desastre de campaña electoral que está haciendo la formación morada en Andalucía. Una campaña poco transparente, sin propuestas claras anticrisis y llena de contradicciones. Por ejemplo, si hace algunas semanas la candidata por Sevilla al Parlamento andaluz, Begoña Gutiérrez (Podemos), hablaba de quitarles a los andaluces la Semana Santa, ahora van los de su partido por ahí defendiendo la libertad de culto. Si antes exigían la expropiación de la Mezquita de Córdoba, con disgusto de todos los cordobeses, ahora también lo exigen para la Giralda de Sevilla, cuando ningún hispalense lo ha demandado.
    .
    …Pero no contentos con esto, la aspirante a presidenta de la Junta de Andalucía por Podemos, el próximo 22 de marzo, Teresa Rodríguez (una chica muy atractiva, por cierto, según muestran unas fotos suyas publicadas en Top-less), ha presentado como gran promesa electoral para reducir los costes sanitarios en Andalucía la prescripción médica de la práctica deportiva para evitar el sedentarismo. Es decir, esta señorita quiere ahorrarse el dinero de nuestras medicinas para el sobrepeso, la hipertensión, los problemas cardiovasculares, la gota, etc., poniéndonos a todos a correr obligatoriamente. ¡Que corra ella, hombre!
    .
    …Otra medida suya para acabar con la crisis y crear empleo es… ¡gastar sin necesidad más dinero! Como lo oye, don Arsenio. Esta señorita (cuya imagen mejoraría de veras, si cambiara de peinado y vistiera en traje de chaqueta) quiere gastarse nuestros escasos recursos públicos aumentando el carril bici y llenándolo de bebederos, viseras y bancos. Un verdadero dislate. Aunque no superado por la promesa de crear una banca pública, que, según ella: “Pueda poner los ahorros colectivos a disposición de lo que la sociedad necesita, porque hemos observado cómo los ahorros de los ciudadanos que están en los bancos no se han invertido en una economía productiva…”. ¿Pero quién es ella para decidir sobre la gestión de mi dinero privado?
    .
    …Peor aún es la campaña de los socialistas andaluces, que, después de 30 años de gobierno sin tregua, siguen con sus demagogias, mentiras y manipulaciones. ¿Cómo pueden prometer empleo en Andalucía, si somos la región con más paro de Europa? ¿Cómo pueden ponerse medallas por costear los comedores a los niños, si han sido ellos quienes han creado 100.000 niños pobres en su región? ¿Cómo pueden hablar de defender los derechos sociales, cuando sólo destinan 16 millones de euros para dar de comer a los escolares, frente a los 47 millones que gastan en vehículos oficiales de Egmasa y 3000 millones en agencias paralelas?
    .
    …¿Cómo pueden criticar la gestión de la Sanidad madrileña, cuando Andalucía está a la cabeza de la privatización de los hospitales en España? Sepan ustedes que de los 88 centros andaluces, 29 son públicos, 17 concertados y 42 TOTALMENTE PRIVADOS.
    .
    …¡Los andaluces ya están hartos de tanto falso progresismo y quieren un cambio de rumbo para Andalucía en marzo!

    13 marzo 2015 | 00:49

  11. Dice ser David

    Claro que es uno de los mas leídos, es gratis. La clase política favorecerá a los ricos, da lo mismo derecha que izquierda, que esa es otra, no veo porque debe existir un partido que se supone debe ayudar al Pueblo en general y, que tengan una supuesta inclinación hacia un lado u otro no tiene fundamento esto. Todo esta corrupción o vacilada, teatro etc de los debates de diferentes políticos seguirá, pues esta gente está cómoda en sus sillones sin peligro para ellos, que eso cambie, dependerá de nosotros, quitarles de sus posiciones, sacarles incluso a la fuerza, exigir que los principales partidos desaparezcan, no volver a ver a todos esos …..en tv con esos aires de soberbia, que salga uno nuevo y limpio, pues todo eso estará en nuestras manos, asi que, en lugar de pedir la dimisión de un Presidente de futbol que para eso sí hay unión, mejor será pedir la del Gobierno en pleno, es por nuestro bien e impedir que esta gente siga riéndose de nosotros descaradamente sacándonos todo el dinero posible de cualquier estupidez que se inventan, merde!!. Bien pour la Republique espagnole.

    13 marzo 2015 | 09:40

  12. Dice ser Italobalbo

    «Quod erat demonstrandum»
    Veo Arsenio que vuelves a copiar a Torquemada, ya han quitado un comentario no afín, muchas gracias por demostrar que predicas una cosa y haces otra.
    Viva tú libertad de expresión
    Qué pena y qué decepción

    13 marzo 2015 | 11:44

  13. Dice ser uno al que le hace "mucha gracia" lo que dice Arsenio

    Vale Arsenio, esos son tus principios, y para el caso de que no gusten tienes otros. Como tantas otras veces.
    Olvidaba reirme: jijijiji

    13 marzo 2015 | 18:11

  14. Dice ser Julian Martinez

    Compatriotas todos. Hoy el abuso de poder descarado por los políticos modernos vendidos al exterior como servidores de la maquina de explotación del sistema Financiero Internacional, no solo están sacrificando al ciudadano de a pie, también a sus fuerzas armadas poniéndoles al servicio de la maquina de guerra metidos en conflictos que no son de intereses del Pueblo, ni de sus fuerzas armadas. Por esto las fuerzas armadas también están muy descontentos como dice este oficial de la Armada, algo muy sorprendente porque también sufren las consecuencias de los “cabrones” como bien dice y se juegan la vida.

    Lean lo que dice en su escrito de protesta.
    ___________________________________

    Carta de un oficial de la Armada a los políticos: “Dejad de reiros de nosotros, cabrones”
    J.C/Remitido.- A las órdenes de todos mis superiores y un saludo muy cordial a todos. Estoy hasta “los mismísimos” de estos mamarrachos que tenemos por gobernantes.

    Yo no me llevé el dinero de la banca, yo no me llevé el dinero de la construcción y ahora sí tengo que pagar el crédito a los bancos, y pagar indemnizaciones a empresarios, partidos políticos, sindicatos, sueldos y dietas a políticos corruptos e ineficaces. Yo no estoy cabreado; estoy furioso y ya no aguanto más.

    Tengo 54 años mujer y cuatro hijos de los que tres continúan a mi cargo. Llevo desde los 20 trabajando, soy Capitán de la Marina Mercante, Capitán de Corbeta de la Armada, Piloto Naval de Helicópteros, tengo 3.100 días de mar, 2.300 horas de vuelo, he estado en los conflictos de Yugoslavia, Albania, Líbano e Irak , separado de mi familia una gran parte de mi vida y no tengo ni un piso en propiedad y tengo un coche que tiene 240.000 km y 11 años y que echa más humo que las baterías de cock de Ensidesa en su tiempo.

    ¿Pueden decir toda esta ralea de hijos de mala madre de políticos salvadores de la Patria lo mismo?, ¿he despilfarrado?, ¿he malversado?, ¿he robado? O será que con mi sueldo y mis 16 cambios de residencia motivados por cambios de destino, no me lo pude comprar porque no tenía para pagar deforma honrada una renta y una hipoteca. Y ahora me quita el de la Moncloa la paga extra (que es con lo que pago lo Reyes de mi familia) para pagar yo el enriquecimiento de políticos ineptos, ladrones y corruptos, constructores y banqueros.

    La frase de estos arcabuceros de baja estopa es que “lo manda Europa”. ¿Quién coño es Europa?, políticos de mierda, sinvergüenzas, gente execrable, sátrapas indeseables, si no os importa vuestra Nación que es España a la que no dudáis en esquilmar, ni dejar en manos de nacionalistas separatistas, terroristas y demás gente despreciable siempre que vuestros votos y prebendas se conserven, ¿cómo coño os va importar lo que diga Europa?, la Torre de Babel de muchas naciones que nos llevamos dando palos durante milenios.

    ¿Acaso dice Europa que haya más políticos que en ninguna parte?, ¿acaso dice Europa que haya diecisiete gobiernos de ladrones ineptos e ineficaces excepto para robar?, ¿acaso dice Europa que se paguen indemnizaciones millonarias a banqueros especuladores e ineptos?, ¿acaso dice Europa que se paguen sindicatos politizados y partidos políticos?
    Dejad de reiros de nosotros, cabrones.

    Esto es lo que yo siento en este momento y aunque no lo digan abiertamente, porque a lo mejor no son tan temperamentales, sí que son muchos los que lo piensan pues están en mis mismas circunstancias.

    Un fuerte abrazo a todos y perdonar el desahogo, pero como sois todos amigos me sabréis disculpar y comprender.

    15 marzo 2015 | 00:26

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