¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Manu en Cañizar

El sábado pasado estuve en Cañizar, un pequeño pueblo de Gauadalajara donde tengo una casa de fin de semana y donde Manuel Leguineche ha tenido durante muchos años la suya, en el monte, rodeada de robles y encinas.
Estuve en el bar, con los amigos del pueblo, y hablamos de Manu. «Le hemos llamado a Brihuega a felicitarle las fiestas y ni siquiera ha podido ponerse. Está muy mal». No sospechábamos que tanto, no creíamos que el desenlace fatal de la enfermedad era inminente.
Manu escribió allí muchos de sus libros, allí forjó parte de su leyenda como gran reportero, pero cuando dejaba la vieja máquina de escribir era uno más: jugaba al mus, cazaba, comía y bebía, bromeaba con todos.
Esta noche, en el bar, los seis u ocho que van a diario en invierno, probablemente sólo hablen de su amigo muerto. «¿Os acordáis cuando fuimos con Manu una vez a…?»

Más: Manu Leguineche, periodista y buena persona

1 comentario

  1. Dice ser Juanjo

    Los bares de los pueblos también funcionan como redes sociales. Casualmente el día anterior a la muerte de Manu estuve hablando con un compañero de trabajo que se sorprendió cuando me oyó mencionar «La felicidad de la tierra»

    23 enero 2014 | 22:21

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