Escucho en la radio la noticia de que agentes de la Policía Nacional han detenido en la localidad malagueña de Vélez-Málaga tras recibir la alerta de una protectora de animales a un matrimonio de 53 y 58 años por presunto maltrato animal, después de hallar 39 gatos y 13 perros que se encontraban, supuestamente, «hacinados, desnutridos, enfermos y en situación de abandono dentro de su domicilio».
La misma Policía cuenta en su comunicado que la detención se produjo «después de que quedara patente que habían causado un dolor considerable a un número importante de animales».
Animales que han recibido atención veterinaria, una atención que muchos necesitaban con urgencia «debido al abandono, falta de higiene y situación de desamparo en la que se encontraban», y han sido entregados a distintas asociaciones y protectoras de las provincias de Málaga y de Granada (en las localidades de Estepona, Torrox, Torre del Mar, Vélez-Málaga, Los Romanes y Motril).
39 gatos y 13 perros que en su mayoría carecía de los microchip identificativos obligatorios y de ningún control veterinario.
«Un síndrome de Noé», pienso; coleccionistas de animales que no están en sus cabales, un problema con el que las protectoras y perreras tienen que lidiar con frecuencia. Y sí, muy probablemente lo sea, pero luego escucho que una de las perritas más grave es una Yorkshire Terrier de unos siete años que «presentaba hipotermia, anorexia, deshidratación, signos de hipertensión y queratitis ulcerativa en ambos ojos», sufriendo, además, una alopecia troncal y facial, con una severa artrosis en una de sus extremidades posteriores, «sin que estuviera sometida a ningún tratamiento veterinario».
Luego leo que otro de los perros en peor estado es un pequeño caniche con epilepsia«también sin seguimiento facultativo», al que encontraron «atado en una esquina del dormitorio principal, sin posibilidad de movimiento, lo que ha determinado una debilidad y dificultad ambulatoria en el animal que actualmente no tienen tratamiento».
Sigo leyendo y veo que los gatos, en su mayoría persas de distintas capas, presentaban un estado de salud «lamentable, siendo también víctimas de abandono y desnutrición».
Veo el vídeo que difunde la Policía, veo fotos, compruebo que son animales de raza y empiezo a pensar que en lugar de o además del síndrome de Noé, tenemos aquí a gente que ha estado criando en su piso y lucrándose con los cachorros, que tal vez ahí hay animales robados o comprados a bajo precio sin esterilizar a dueños que se habían cansado de ellos. Dueños que puede que los anunciaran en las webs de anuncios, webs de anuncios en las que tal vez esta gente anunciara luego a los cachorros que obtuviera.
No lo sé a ciencia cierta, pero llevo catorce años metida en esto, observando con atención todo tipo de casos, y me encajaría que así fuera.
Torturadores camuflados de criadores. Este sería un caso extremo, pero hay mucho por ahí explotando unos cuantos animales para obtener beneficios sin preocuparse por su bienestar. Con los perros de tamaño pequeño, tan de moda, es aún más fácil.
Siempre recomendaré la adopción en primer lugar, pero si me leéis ya conocéis la regla de oro si queréis comprar un animal: siempre hay que ver a la madre y el lugar en el que la tienen. Si no es así, se puede estar contribuyendo al sufrimiento de muchos animales y lucrando a monstruos sin empatía.
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El tráfico ilegal de animales es el segundo por volumen,tras el de drogas. Secuestros en toda regla #Denuncia #062 pic.twitter.com/h0exqdEJd4
— Guardia Civil (@guardiacivil) 20 de julio de 2016
Pobrecillos. La mejor opcion es que los sacrifiquen dignamente y sin dolor
20 julio 2016 | 9:32
Yo me inclino por criadores sin escrúpulos, es un caso típico, pero el problema de esto es que se van de «rositas» y me explico.
Las multas por cría ilegal y por maltrato son de broma, como para pagar y doblar la cantidad indicando que ya tienen adelantada la siguiente sanción.
Hacienda y la Seguridad Social tan diligentes para perseguir al trabajador de a pie, hacen la vista gorda con estos casos de flagrante delito de fraude contra ambas instituciones, ya que si eres criador, tienes que estar de alta como actividad económica y pagar tus cuotas al régimen de trabajadores autónomos (o al que te toque) mensualmente como todos los empresarios.
En estos casos, deberían caer sobre ellos todo el peso de la ley, pero no ….. mejor inspeccionar protectoras que andan a la cuarta pregunta, a ver de donde sacaron el pienso donado, y cuanto fue, y cuanto supone en dinero, y cuantos donativos recaudaron y de quien … etc. etc. … porque el concepto, de hucha, establecimiento colaborador, generosidad anónima … cuando se trata de animales, no les entra en la cabeza
Y luego que digan que todos somos iguales, me parece una broma de muy mal gusto.
20 julio 2016 | 9:46
Yo mismo, a ti Sí que te sacrificaría rápido y sin dolor.
20 julio 2016 | 10:36
O sea que estaban todos en un estado lamentable y crees que se dedicaban a la cría y venta ilegal ¿no?
En vez de deshacerse de todos los que no sirven. Brillante poder de deducción el tuyo, Melisherlock Holmes.
Será más bien el síndrome de Noé que has dicho. Ahora bien, todos tenéis un poco de ese síndrome en cuanto metéis un perrito en casa. Síndrome de las especies de recreo, que un ser de otra especie se adapte a la vida de los humanos sean quienes sean. Soledad, depresión, falta de libertad, no poder formar una familia etc.
Después de un perrito vienen 2, 3, un gatito oooh que monos.
20 julio 2016 | 10:58
Pablo.
Comentario típico el tuyo. El de los perros que no pueden vivir en libertad (los cánidos que viven en libertad se llaman lobos y tampoco es que se les trate muy bien), generalizando sobre las condiciones a las que «someten» los dueños a sus mascotas y asumiendo que después del primer perro nos entra una especie de locura descontrolada y nos ponemos a adoptar a todo perro viviente.
Cúrratelo mas, anda.
20 julio 2016 | 11:21
De esto entiendo poco, pero no me parece razonable que si se dedicaban a la venta ilegal de cachorros los tuvieran en esas condiciones, nadie los compraría. Pienso que más bien son gente enferma quienes se comportan así. Ojalá los animalitos se recuperen y encuentren un hogar.
20 julio 2016 | 15:35
No son criadores y he estado en esa casa. A ver si nos informamos un poquito antes de ir acusando, bastante tienen ya, es un Síndrome de Noé
21 julio 2016 | 14:31