Jóvenes universitarios. (ARCHIVO)
Por Carlota Poveda,
No es ninguna novedad que muchos jóvenes tengan que marcharse al extranjero en busca de oportunidades que aquí son inexistentes.
También somos conocedores de la situación actual, tanto laboral como económica, en nuestro país. De las cifras de desempleo, de los sueldos base y de los recortes en educación.
Aún así, no puedo quejarme. Actualmente tengo trabajo como becaria en una importante empresa. Allí estoy aprendiendo y ganando una experiencia única para mejorar mi formación. Además, ¡cobro! Algo insólito en el mundo de los becarios.
Por otro lado, trabajo de camarera los fines de semana para, con ambos sueldos, poder pagarme los estudios. Aún así, cruzo los dedos deseando que al terminar mis prácticas, pueda quedarme en la empresa en la que estoy. Me da miedo encontrarme con una mano delate y otra detrás. Con un grado, un máster y un par de títulos de inglés pero con una mano delante y otra detrás.
Muchos me dicen que no me preocupe. Que si me quedo sin trabajo puedo aprovechar para irme al extranjero a aprender algún idioma o en busca de oportunidades.
Me insisten en que no deje escapar la oportunidad y me aseguran que si no lo hago, me arrepentiré. Y yo les pregunto, ¿me pagáis la aventura?, ¿Realmente creéis que, en el contexto actual, el mejor consejo que le podéis dar a un joven es que se vaya a otro país?
Profesores, amigos, conocidos, familiares… No me lo digáis más. Por supuesto que quiero, pero dejemos de creer que es algo asumible para todos.
Chica siento decirte que la mano delante y la otra detrás la tendrás.
06 octubre 2014 | 18:22
Siento decirte que casi todos hemos sido becarios, y si es por una gran casualidad de los dioses, es casi imposible que te contraten. Sencillamente porque los puestos buenos ya estan ocupados y defendidos a muerte. Y por otro lado, a la empresa les interesa más tener becarios que profesionales. Al principio es normal que tengas ilusiones, pero cuando te des cuenta de que no te van a contratar, ya mirarás irte al extranjero.
06 octubre 2014 | 18:37
Tonterias, si lo haces bien y la empresa te necesita te quedarás. No te dejes desilusionar. La cosa va a mejor, y empiezan a aflorar oportunidades. Con tu formación no dudo que tendras la recompensa a tu esfuerzo
06 octubre 2014 | 18:43
Gracias, PPSOE, por habernos dejado el presente así.
Mucho ánimo!
06 octubre 2014 | 19:15
Está bien ser optimista, pero lo de Yago Rey es de traca: Asumámoslo, las empresas grandes quieren becarios porque se ahorran mucho dinero y encima se llevan una subvención.
06 octubre 2014 | 19:30
El facherío dirá que si no estás bien aquí, te vayas a Cuba o Venezuela. Que se vayan ellos a China, como Rajoy.
06 octubre 2014 | 19:48
Eso nuestros jóvenes que emigren y aquí acogiendo todo lo que no quieren en África, que ya es decir, ese es el futuro que nos espera, mano de obra barata que trabaje por casi nada y no proteste, alguien pagara en un futuro próximo por traicionar y vender al pueblo español, y sus voceros también lo pagaran.
06 octubre 2014 | 19:57
Soy bastante mayor lo bastante como para ser tu madre y si me apuras tu abuela. NO DEJES PASAR NINGUNA OPORTUNIDAD, y sobre todo NO TENGAS MIEDO AL FUTURO.Échale narices.La vida pasa demasiado pronto. ¡Que tengas suerte!
06 octubre 2014 | 20:21
Yo soy de las que se ha ido al extranjero, aun teniendo un contrato indefinido en España. Porque me negaba a tener que trabajar el resto de mi vida dando gracias al empleador por darme lo justo para poderme pagar un plato de lentejas. Vivir con miedo a perder el trabajo y a consecuencia tener que tragar y pasar por el aro de muchas situaciones intolerables….
En España, son muchos los que tienen a estas alturas un grado un master y titulos de ingles….no quieres oírlo pero la verdad que quizá tengas mas futuro en el extranjero que en España, país que no sabe valorar ni utilizar el potencial que tiene y donde la gente se dedica a votar una y otra vez a los mismos políticos y partidos que ya han demostrado que solo están ahí para «chupar del bote»…
Así que si, no quieres oírlo, pero vente pensando un buen destino……..a ser posible fuera de Europa….
Mucha suerte!
06 octubre 2014 | 20:56
Esto debe de ser epidemia
otro, os mandó a Laponia,
angelito, ¡qué vergogna!
que diría el Papa Paco.
Y lo dice un emigrante
que se fue en los sesentas
con una mano atrás y otra delante.
Pero antes de marcharte
procura de votar aquí
que desde fuera, ya se sabe
seguro que algo falta
o que a tiempo no se hace,
el voto del trabajador emigrante
poco o casi nada vale.
Suerte, y que si te marchas
seguro que mal lo pasa,
pero después del noviciado
te alegrarás de haber emigrado,
ya verá que es muy distinto
el trato que allí te den
que el que por aquí os daban.
06 octubre 2014 | 23:40
LA ESTAFA DEL PLAN BOLONIA
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…Efectivamente, querida Carlota. La actual situación socioeconómica sigue siendo literalmente una mierda para el joven universitario. Y todo debido a la estafa de la famosa reforma del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), es decir, al dichoso Plan Bolonia. Con esta reforma de la universidad ni somos mejores ni más guapos. Eso sí, la carrerita nos la están cobrando a precio de oro los mismos que antes nos licenciaban con el plan antiguo.
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…Acuérdate que nos vendieron la moto como que era la mejor reforma del mundo: en calidad docente y formativa, poniéndonos a nivel europeo en número de carreras universitarias y posibilidades profesionales. Todo mentira. Se trataba simplemente de una estrategia para recapitalizar la economía de las universidades, que ahora han encontrado 2 buenas vías de financiación. El bolsillo del alumno y las empresas. Las consecuencias, a la vista están:
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1º) Muchos jóvenes abandonan sus estudios debido al encarecimiento del crédito de matricula (subida de tasas);
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2º) La financiación privada ha reducido considerablemente el catálogo de los estudios universitarios. Estas empresas se cobran luego su dinero con los alumnos en prácticas, como es lógico;
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3º) Las academias de inglés –antes de capa caída– están haciendo su agosto con la obligatoridad del B1 para obtener el grado.
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…Nos engañaron con la promesa de más prácticas y una evaluación continua. Sin embargo, los grados mantienen las convocatorias de septiembre y febrero –como antaño las licenciaturas–, donde uno se la sigue jugando a una carta. Encima el alumno está las 24 horas del día haciendo trabajitos, soportando las exposiciones balbuceantes de los compañeros y asistiendo obligatoriamente a clase. Los 2 sistemas (el antiguo y el nuevo). Y eso impide compaginar los estudios con un trabajo para poderse costear la carrera. ¿Dónde está entonces la igualdad de oportunidades?
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…Nos hablaban también de la homologación europea de títulos (grado, máster y doctorado). Pero en Europa el grado es sólo de 3 años, aquí de 4 ó 5 más lo que sigue. Porque el posgrado es obligatorio y además mucho más caro. A esto hay que sumarle la escasa financiación del programa Erasmus, aprobado en su día para promocionar la movilidad de los estudiantes. Otro timo.
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…El plan Bolonia es un camelo. Sólo sirve para hacer caja. No ha mejorado la calidad universitaria, ni ha reducido el fracaso formativo ni el abandono académico. Las instalaciones de las facultades están muy obsoletas para albergar ahora a un alumnado de asistencia obligatoria y, por ello, más numeroso. Las aulas están a reventar, sin suficientes enchufes para encender los ordenadores, sin wifi ni recursos audiovisuales de calidad. O sea, se trata de pagar más para tener menos.
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…Nos retienen 4 ó 5 años dentro de la universidad con el objetivo de mantener todo un sistema corrupto. El graduado sale igual de preparado que antes o peor. Con formación deficiente y sin posibilidades de empleo. Al Gobierno sólo le queda la esperanza de vernos marchar al extranjero para librarse de ese marrón del paro. Joven que se marcha al extranjero, joven que no existe. Es así, querida Carlota.
07 octubre 2014 | 0:05
mucha suerte y no te rindas…
07 octubre 2014 | 2:57
La carta realmente es una estupidez.
07 octubre 2014 | 5:54