Cristina R. Zapico
Siempre se habla de las ovejas negras en el sector del taxi, pero también hay grandes profesionales, amables en grado sumo. Un taxista de Radio Taxi que ha venido a recogerme se ha ofrecido a revisar el motor de mi coche cuando le he pedido consejo sobre algún taller cercano porque perdía aceite. Muy amablemente, y sin que se lo pidiera, me ha revisado todos los niveles de líquidos del coche e inspeccionado los bajos en busca de la avería y se ha negado a recibir propina ‘porque a él no le costaba nada’. Puede que no le costara pero no tenía por qué hacerlo y hoy en día es muy de agradecer este tipo de personas que te ayudan por el placer de hacerlo. Son un ejemplo para un gremio a veces menospreciado. Desde aquí, mi más profundo agradecimiento.
un taxista en madrid que lleva toda la bandeja deöl maletero con figuritas adornando, es un amante del taxi, me explico:
lleva mampara separadora, y detrás lleva calendarios y toallitas humedas para los clientes, cuando te recoge, se situa donde no moleste (entrada parking por ejemplo), no como otros que les da igual y bloquean la calle, aún pudiendo no hacerlo.
cuando te subes, arrancan enseguida par ano molestar, te pregunta el destino, y charla contigo por la ruta a seguir, una vez decidida (insisto, con el taxi ya en camino) INICIA el taxímetro, al llegar al destino, cuando le dices: «déjeme ya por aquí cuando pueda», me para el taxímetro, y después te busca un sitio donde no molestar. además te redondea lo que marca el taxímetro para que sea más comodo el pago y el cambio.
yo, a este tipo, le dejo MÍNIMO 2 euros de propina, un 15-20% de la carrera, cuando los «urillas» antipáticos que te cobran hasta el último céntimo, y no te redondean nada basándose en el: «es lo que marca, no te timo» ganan unos céntimos tan sólo apurando el taxímetro para cobrar hasta el último céntimo, pero no se merecen NADA de propina.
17 diciembre 2012 | 8:49
Hay gente buena en todos lados. Y gente mala.
Pero luego está el factor mujer: la que ha enviado la carta es mujer y posiblemente guapa.
Si llega a ser un tío está por ver que el taxista se hubiese molestado en perder el tiempo para revisarle los niveles y tal. Vamos, yo lo dudo mucho. Pero mucho, mucho, mucho….
Que el físico todavía abre muchas puertas. jejejejeje….
17 diciembre 2012 | 9:04
Como se llama esa película de ciencia ficción?
17 diciembre 2012 | 9:29
Como ciclista habitual de madrid diré… que me he encontrado muchos taxistas amables en la calzada. Te acuerdas siempre de los tres que hacen el animal, pero resulta más difícil acordarse de los muchos, muchos, que ceden el paso sin tener preferencia, que mantienen distancias de seguridad más que holgadas… Y no soy precisamente ninguna chica guapa…
17 diciembre 2012 | 9:51
Ya, Maelmori, pero una cosa es mantener la distancia de seguridad o ceder el paso y otra muy distinta es parar el taxi y dedicar una hora a revisar el motor del coche de una desconocida.
Si en lugar de llamarse Cristina y ser guapa, se llega a llamar Manolo y fuera con bigote, ya se podría haber dado con canto en los dientes si el taxista le lleva al taller de su primo sin darle un paseillo extra por la ciudad.
XD
Vamos, hombre, que hay estadísticas que demuestran con números que la gente siempre es MUCHO más amable con una chica guapa que con una fea o con un tío.
En el fondo solo tenemos una cosa en la cabeza… :D:D:D:D
17 diciembre 2012 | 11:43
Hombre yo soy un hombre y no guapo precisamente pero por mi profesión conozco taxistas muy muy muy buena gente. Además les interesa ser buena gente porque así ganan clientes asiduos.
18 diciembre 2012 | 16:22