Comienza la gala de Gran Hermano 12+1, la de los reencuentros

Nos toca gala lacrimógena donde las haya.

Sí, porque esta noche es la gala en la que en la casa meten a los parientes de los concursantes, con las consiguientes muestras de cariño a base de gasto lacrimoso.

Además, alguno de los expulsado podrá entrar de nuevo. Supongo que sólo temporalmente, teniendo en cuenta que han dicho hasta la saciedad que no iba a haber repesca…

Ha empezado.

 En la casa no saben que hoy hay gala. Están los muchachos a sus labores.

Vemos la furgoneta asesina. Se bajan los familiares de los concursantes. Al principio pensaba que era los de Kamela.

¡¡ANDÁ LA LECHE!!

Esta noche no van a nominar los concursantes, van a nominar los familiares. ¡Se va a armar gorda! Esperemos que hayan seguido el programa…

Que raro se me hace que Milá diga que Ari es líder de un grupo… No la veía yo, mira tu.

En la casa están todos hechos unos zorros. Ya verás las chicas cuando les digan que hay gala y ellas con esos pelos.

Vemos un vídeo en el que Hugo dice que se enrollaría con Hugo. Milá le pregunta a María si le gustaría ser parte de la sorpresa de esta noche y María, cómo no, dice que sí.

La mandan echando leches a la casa.

¡¡QUE CABRONES!! A Hugo le van a dar a elegir si quiere ver esta noche a Julia (su novia), a su madre o a María.

Fijo que elije a su madre.

O sea, que sí, que sí va a haber repesca.

Milá dice que se come lo que dijo y que esta noche uno de los expulsados podrá entrar de nuevo.

Milá pide, ya por anticipado, que no la insulten por haber rectificado.

Pues mira, a mi me alegra que haya repesca este año. Una de las opciones será que no entre nadie.

Aristides dice que él entraría de nuevo a la casa. Que jodío, pero esta vez gratis. Y se pone a lloriquear un poco y a decir que está acostumbrado a ganar.

Ahora Milá le echa la bronca a Christian por tocarse los huevos.

¡Que no empiecen otra vez que acabamos con desnudo integral!

Lo de Zerhio y Sindia va a ser uno de los temas centrales de la noche. Ya sabéis que Sindia no está muy fina y mira a su Zerhio como el que mira a un estorbo…

El chaval le preguntó si aún le quería y la zagala se quedó callada y se echó a llorar… Vamos, que no.

Ahora nos ponen un vídeo de las gemelas. Tiene su sentido, porque la hermana de Marta, Constanza, se va a hacer pasar por ella hoy.

Madre mía como viene la gala de movidita.

Además, nos esperan los líos de Alessandro y Noemí.

¿Habéis visto Asterix y Obelix y las doce pruebas? Pues esto parece la casa de las ventanillas.

Llaman a Marta al confesionario. Va hecha un Cristo, así como de restos de mercadillo.

 De detrás de los cojines aparece su hermana, enseñando todo el pavo, por cierto, y Marta se tira al suelo llorando y entre convulsiones. Os lo juro.

La hermana está flipando, porque Marta la agarra mientras llora y la está asfixiando. Es como una fan dopada de Justin Biever.

Ahora la estampa contra las paredes del confe mientras profiere gritos agudos de dolor. ¿Pero qué cojones es ésto?

Milá intenta intervenir, pero aquí no hace falta Milá, hacen falta los antidisturbios.

Marta está blanca. Van a tener que darle valeriana en vena.

¡DIOOOOOS! El moco entrando y saliendo de la napia de Marta en primer plano ha sido demasiado para mi. Joder, que acababa de cenar.

Esta chica está mal de la cabeza. Su hermana ya no sabe que hacer. ¡Regresan las convulsiones y los abrazos de oso pastillero!

Cada vez que la hermana nombra a un familiar Marta repite su nombre como si le estuvieran diciendo que el familiar ha muerto al caer dentro de una máquina trituradora y que se lo ha comido en el desayuno.

Ahora debe entrar la hermana. Por cada minuto que esté dentro de la casa a Marta le darán un paquete de pinzas. O sea, que la hermana es como una agente de la metadona, ha venido para calmar el vicio.

Vemos una imagen de Sindia. Está en plan trascendental o muerta, una de las dos cosas. Está boca abajo en la cama. Inmóvil, con las manos en la cabeza. He visto imágenes de cadáveres más alegres y movidas.

Ahora vemos la conversación de Sindia y Zerhio sobre su relación con Pepe. Zerhio le reprochó a Sindia los abrazos que le ha dado a Pepe y que se metiera en su cama a abrazarle.

Al final, el muchacho le preguntó si aún le quería y ella se echó a llorar. Esto es como cuando pegas el bocado en una discoteca y te hacen la cobra, pero en versión culebrón.

La cosa acabó en reconciliación. O más o menos. El caso es que Sindia está más fría con Zerhio que un palito de merluza en el polo norte.

Y es que el novio no se separa de ella ni para cagar. Y Sindia está distante como Darth Vader de los vestidos de colores.

Lo que ha pasado es que el Zerhio le ha cortado el rollo de raíz.

Y vemos a la hermana de Marta, que ya se ha cambiado. Es verdad que se parecen. La hermana no quiere «que la vean así por la tele». O sea, que su hermana iba como una pordiosera.

Problemón: Marta no quiere darle la pinza a su hermana. Es más, se pone como una Yonki a la que le quisieran quitar un pico. Dios, que miedo.

La hermana entra. Está obligada a interactuar con varias personas. ¡Nadie se da cuenta!

Acojonante. Todos las ven.

¡¡Y DANI METE LA PATA!!

O sea, que se da cuenta de que no es Marta. Los demás no le dan crédito. Ella dice que es porque le han puesto un vídeo y pasan de Dani.

Hay que recordar que Dani sí conoce a Constanza, porque entró más tarde. Que gilipollas es este chaval, por el amor de Dios. Se pone a reír como si estuviera poseído por el espíritu de un caimán loco.

Aún pillada, la hermana aprovecha para hacerse unas risas, montar en el patinete y darle un beso a Sindia. El tonto de Dani sigue chillando que la ha pillado él.

De nuevo en el confesionario, Sindia sigue histérica. Su hermana también. Debe ser la vestimenta de arrastrada de Marta, que cuando te la pones te vuelves una desquiciada.

JA JA JA

Ahora Milá habla con Juan, que está solo en la cocina y él dice «¿Dios?».

JA JA JA

Este hombre flipa.

Milá le dice que se lleve a todos sus compañeros al salón.

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