Estoy seguro de que todos y cada uno de los que estáis leyendo esto, habéis experimentado más de una vez esa increíble sensación de conexión con la naturaleza, de suavidad y frescor, que supone tumbarse sobre un buen césped, bien cuidado.

No todos tenemos la suerte de contar con un jardincito donde plantarlo y disfrutarlo, pero casi siempre tenemos a alguien cerca –mis padres, en mi caso; algunos amigos, la casa del pueblo…- donde disfrutar de esa sensación, además de en los parques públicos, claro.

Los consejos de hoy van destinados a esas personas que tenemos cerca y a las que podemos echar una buena mano con su césped, bien compartiendo estos trucos con ellas o bien –y esta es la parte más divertida- ofreciéndonos a una sesión conjunta de cuidados de jardín a cambio de una cervecita fría y buena conversación al sol (¡te estoy mirando a ti, papá! 😉

Y es que la gente reduce sus cuidados básicos del césped a abonar y regar, sin tener en cuenta que, tal y como canta el nuevo anuncio del verano de Estrella Damm, no solo importa el qué, sino también el cómo (y otras pequeñas pistas que ahora veremos).

En concreto, 4+4 pasos sobre una alfombra verde y saludable en nuestra casa o en la de nuestros conocidos:

1. FERTILIZA MENOS

Es normal que te mueras de ganas de abonar el terreno en cuando aprieta un poco el calor, pero no te pases: una fuerte dosis reverdecerá tu césped rápidamente, pero también lo hará más vulnerable a las malas hierbas, plagas y al calor del verano (que no lo digo yo, sino algunos compis jardineros y un tal Martin Petrovic, profesor de ciencias del césped de la Cornell University).

Consejo: mejor abonar con mesura y regar después con generosidad que al revés.

2. HAZLO MÁS ESPESO

Las malas hierbas buscan y rellenan los huecos que el césped deja. Por eso es recomendable que siembres en las superficies menos pobladas para ponérselo más difícil.

Consejo: dale la bienvenida al nuevo césped haciendo previamente a la siembra una buena batida en busca de esas perversas invasoras).

3. ¿CUÁNDO CORTARLO?

Depende de la variedad que tengas en casa, pero ahora que empieza a calentar el sol, hazlo una vez cada dos semanas como mínimo. Lo ideal a partir de junio es que lo hagas cada semana o 10 días, aunque si empieza a apretar demasiado el calor o en épocas de sequía te recomiendo que lo hagas muy a menudo pero no muy corto, para que las hojas puedan mantener la humedad atrapada.

El secreto está en dejar el pasto lo suficientemente alto para evitar que las raíces pasen hambre, pero suficientemente corto para que luzca bien. Y sobre todo, hacerlo con regularidad, no variando mucho el tiempo entre corte y corte.

Consejo: Sobre todo, no lo cortes cuando caigan o vayan a caer heladas o corra viento frío, pues se quemarán esas puntas enternecidas por el paso de la cuchilla.

4. ¿CÓMO CORTARLO?

Limpia bien el césped antes de cortar con un rastrillo, eliminando hojas, ramas, piedras, alambres… ¿Por qué? Antes de nada, por seguridad. Si una piedra entra bajo el cortacésped, el proceso será el siguiente:

1. La cuchilla la golpea, mellándose y estropeándose. 2. El golpe rivaliza con las grandes películas de béisbol de Robert Redford o Kevin Costner. 3. En lugar de un gran foco de iluminación, el Home Run impacta con tu tobillo, produciéndote una herida, un moretón y una bajada súbita de la autoestima (y nos gusta ocuparnos de nuestro jardín para elevar nuestra satisfacción, ¿verdad?).

Consejo: nunca cortes el césped mojado: por tanto, nunca después de regar ni de llover, pues dañarías las puntas y formarías una pasta en la máquina que te haría la vida imposible durante la tarea.

Cuánto fertilizante aplicar, las ventajas de tenerlo más frondoso, cuando y cómo cortarlo…  Como no quiero extenderme mucho, continuaré en la próxima entrada con los otros 4 trucos para conseguir este verano una auténtica alfombra de hierba verde en nuestro jardín.

Pásate mañana viernes por el blog a partir de las 9:30 y te contaré cómo regarlo, la importancia de mantener un cortacésped en forma, qué hacer con la hierba que cae al cortarlo y cómo airear tu césped para que respire y crezca más fuerte.

¿Qué? ¿Ya hay ganas de que llegue el finde para poner en práctica todas estas ideas?

Pues… ¡CONTINUAMOS MAÑANA! 😉

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