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Plantas, dame plantas. Antes que joyas, que cuadros, que caras y hasta meritorias creaciones artesanas (que también es lo nuestro), regálame plantas.
Las plantas son la respuesta a una cantidad tan grande de problemas, que el día que seamos plenamente conscientes de esto, nuestras vidas y la geografía de nuestros paisajes exteriores e interiores cambiará para siempre.
¿Esa salud que nos estropeamos nosotros mismos más rápido de lo que lo hace el tiempo? Plantas. ¿Ese dolor atávico por la ausencia de otra cosa natural que no seamos nosotros en nuestro entorno doméstico? Plantas. ¿Esa insatisfacción por sentir que no damos, creamos o cuidamos más de lo que nosotros mismos recibimos? Más plantas.
Y por todo esto, en un país moderno, civilizado, consciente y responsable, debería haber una floristería en cada calle. Y haríamos bien en visitarlas más a menudo que las farmacias.
Por eso tengo una pequeña proclama que a menudo cuelo en cada visita para reparar cualquier parte de un hogar: “ahí te quedaría genial una planta”.
A veces, para cubrir y disimular una estructura —cables, tuberías…— necesaria pero poco atractiva; otras, para realzar una esquinita abandonada; o para humidificar, refrescar y oxigenar una estancia apagada.
¡No necesitas una casa enorme, un jardín, ni mucho tiempo libre para disfrutar de los infinitos beneficios de las plantas en tu hogar!
Y en esta cruzada por mejorar la salud, apariencia y naturalidad de cada casa, hoy quiero que me acompañéis a dar un paseo por algunas pequeñas grandes ideas para integrar a la Madre Tierra en nuestras viviendas:
1. Recreaciones en miniatura
¿Recuerdas cuánto te gustaba hacer maquetas de pequeño? Un hobby que aúna destreza, imaginación, amor por el detalle… Pues ha llegado el reto 2.0 para motivarte a rescatar ese artista que llevas dentro. Y solo requiere un metro cuadrado de espacio de trabajo.
Imagina un paisaje, homenajea un monumento, recrea una película… como prefieras, pero integra naturaleza en ello y, de repente, tendrá vida propia. Por supuesto, los bonsáis y el musgo son los grandes protagonistas de esta práctica. Pero también puedes apostar por arbustos pequeños y plantas suculentas, de las que hablaremos en profundidad a continuación….
2. Las plantas suculentas están de moda
Y, antes de nada, vamos a aclarar posibles confusiones. Los tomates buenos, buenos, son suculentos, cierto es. Pero cuando hablamos de plantas suculentas (del latín suculentus, ‘muy jugoso’), también llamadas «crasas») nos referimos a aquellas en las que algún órgano o parte se ha modificado en una nueva especialización que permite el almacenamiento de agua en cantidades mucho mayores que en el resto de las plantas.
Es decir: cactus, aloe vera, sanseviera, echeveria (sin tilde), y otros miles de especies pertenecientes a varias familias muy diferentes entre sí.
Esta logística interna tan optimizada las hace, en muchos casos, resistentes hasta decir basta. Ello, unido a su extraña belleza casi extraterrestre, hace que se estén popularizando muchísimo en la decoración doméstica. Las encontrarás de todos los tamaños y un mantenimiento poco exigente te garantizará que no sufras por su supervivencia si no tienes buena mano con las plantas.
Si quieres ir a por nota, puedes crear un marco de madera, aplicar una rejilla a la que sujetarlas por grupos, y formar composiciones como la de la foto, que perdurarán con temple durante mucho tiempo.
3. Recicla, reutiliza, reinventa
Este consejo bien vale para todo en la vida, empezando por uno mismo. Pero en este contexto te propongo reconvertir en arte natural cualquier cosa que tengas a mano, usándolo como continente de una planta.
Los ejemplos son tan innumerables como los trastos que tienes en casa: desde una botella (grande y de plástico, o de vino, o… tú eliges), hasta las cáscaras de los huevos, las propias hueveras, los bloques de hormigón, ¡o las conchas de un caracol!… ¿Qué se te ocurre?
.Como era de esperar, en algunos ejemplos vemos cogidas de la mano distintas tendencias, como la de convertir una gran concha marina en el hogar de estas bonitas suculentas:
Idea extra: la base del diseño es la composición… ¡Sorpréndenos!
Otra opción es usar plantas más habituales, en recipientes más convencionales, pero dispuestos de formas originales. Una pared puede dibujar un árbol si dispones sobre ella las macetas de esta forma tan curiosa:
Y siempre puedes crear un espacio habitable por plantas donde antes parecía complicado, simplemente instalando listones de madera o aprovechando paneles textiles con bolsillos, como en estos ejemplos:
De todas estas ideas, ¿cuál te atrae más para llenar de vida tu casa en los próximos episodios? ¿Se te ocurre alguna forma diferente de integrar plantas en casa? ¡Cuéntanosla en los comentarios!
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