¿Recuerdas lo rápido y bien que se secaba tu ropa tendida al largo y cálido sol del verano? ¡Qué tiempos aquellos…! Ayer fue uno de esos días en los que el frío te cala el hueso y la humedad no parece tener intención de irse nunca, y hoy promete ser otro día parecido, con un daño colateral importante: nuestra colada.
Para los que tengáis la suerte de disfrutar de una secadora en casa, llega el turno de aprovechar todo su potencial aprendiendo a usarla con cabeza. No solo ahorrará energía y dejará mejor nuestras prendas, además el aparato se mantendrá en plena forma durante mucho más tiempo y evitaremos averías innecesarias.
Atiende a esta guía de buenas prácticas de tu secadora:
¡GUERRA TOTAL A LA PELUSA!
¿Sabías que la secadora quita la pelusa de la ropa? Este electrodoméstico es un gran aliado de nuestras apreciadas prendas de lana. Pero esa pelusa no desaparece: va directamente al filtro, por lo que te recomiendo vaciar este depósito muy a menudo. ¿Por qué? Un filtro lleno acaba extendiendo el tiempo de secado en un 30%, lo que se refleja en un aumento de consumo muy notable.
SI SOBRECARGAS EL BURRO, NO PODRÁ CAMINAR
Lo mismo pasa con la secadora, no la satures para evitar otro secado y ahorrar en consumo. Piensa que para que su trabajo sea eficiente –y el acabado en la ropa, óptimo-, es necesario que haya circulación de aire entre las prendas.
VENTILAR PARA NO HIPERVENTILAR
Cuando la secadora esté en funcionamiento, asegúrate de dejar una ventana abierta. Si la secadora está en un espacio pequeño y húmedo, absorberá la humedad que poco a poco se irá metiendo en la ropa, manteniéndola mojada y alargando el tiempo de secado. Resultado de este error = + Tiempo + Consumo – Eficiencia
Y si tu equipo tiene una salida de aire a la calle, lo que debes haces es limpiarla regularmente.
BLANCO CON BLANCO, NEGRO CON NEGRO…
¡SOLO PARA LAVADORAS!
Las secadoras no entienden de colores. A ellas les va más conjuntar texturas y grados de cuidado: telas delicadas o finas con telas finas, cómo podrían ser camisas o blusas, y telas más gruesas con telas del mismo “calibre”. Es decir, seca los vaqueros juntos, y las camisetas con sus prendas afines, y no mezcles tejidos rígidos con cosas delicadas.
MENOS AGUA, MAYOR EFICACIA.
Una carga de ropa contiene casi 4 litros de agua y si no la centrifugas bien, tu secadora tardará más en secar las prendas. Así que te recomiendo que uses el ciclo de centrifugado más potente de tu lavadora antes de meter las prendas en la secadora.
TIMMING… ¡EL MOMENTO JUSTO A LA HORA PRECISA!
Para una mayor eficiencia debes coordinar las cargas de ropa. Lo ideal es que, si tienes mucha cantidad de ropa, hagas cargas sucesivas, ya que una vez encendida, la secadora conserva el calor y lo aprovecha en el ciclo siguiente, acortando el tiempo de secado.
Todos estos trucos te ayudarán a ahorrar energía, a la vez que alargan el tiempo de vida de tu secadora. Y no solo lo agradecerá tu bolsillo, también el Medio Ambiente.
Y tú, ¿conoces algún truco más para sacarle todo el partido a tu secadora?
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