Este lunes llegó a la Audiencia Nacional el esperado contrainforme pericial de Bankia en respuesta a los dos informes de los peritos del Banco de España, que básicamente señalaban que las cuentas de BFA-Bankia presentaban errores tales que hacían que la contabilidad no reflejara la verdadera situación de la entidad. Esta primera contrapericia (vendrán más) está firmada por el catedrático de Economía Financiera y Contabilidad Leandro Cañibano, de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
En su extenso informe, el profesor Cañibano dice no compartir la opinión de los dos inspectores del Banco de España a pesar de que reconoce su «competencia profesional» y su preparación técnica. En su opinión tanto las cuentas relativas al ejercicio 2011 formuladas en marzo de 2012 (con unos beneficios de 309 millones), como las reformuladas en mayo de 2012 (que arrojaron unas pérdidas de 2.907 millones) eran buenas, y si daban resultados tan dispares fue por la evolución de la economía y la aparición de nueva información. En esencia, este catedrático de contabilidad resume sus divergencias en 10 puntos:
«1) La utilización, inadecuada a nuestro modo de ver, del término error, cuya interpretación no se hace por referencia a la información disponible en el momento en que se formula la información financiera sino que, por el contrario, se refiere a datos obtenidos y a circunstancias conocidas con posterioridad.
2) La, también a nuestro modo de ver, incorrecta interpretación de los motivos que, según el Código de Comercio, pueden llevar a la reformulación de las cuentas anuales, mantenida expresamente por uno de los peritos y subyacente de manera tácita en el informe del segundo de ellos.
3) La ausencia de referencia a la provisión genérica, que cubre el deterioro de valor de varias partidas, especialmente las relativas a la inversión crediticia, y que debería haberse tenido en cuenta si se mantiene (opinión que no compartimos) que los ajustes son correcciones de errores de ejercicios anteriores y no cambios de estimaciones contables, de modo que siendo el importe de los ajustes propuestos por los peritos a causa de pretendidos errores, inferior a las provisiones genéricas existentes, tales ajustes no habrían tenido incidencia ni en el patrimonio ni en el resultado del ejercicio de las dos entidades, Bankia y BFA.
4) La utilización de un crédito lineal por trimestres para la imputación de los deterioros correspondientes a 2011 no es coherente con la evolución real de la economía española durante ese año.
5) La equivocación en que incurren al considerar que los ajustes en BFA tienen efectos patrimoniales en Bankia.
6) El carácter subjetivo de las conclusiones de los peritos, que más parecen basadas en conjeturas y en opiniones personales que en datos obtenidos empíricamente y adecuadamente contrastados.
7) La valoración o clasificación incorrecta de algunas partidas, entre las que merecen especial mención las rúbricas de activos por impuestos diferidos e intereses minoritarios procedentes de BISA.
8) El olvido de alguna norma contable y la incorrecta aplicación de otras, incurriendo incluso en desaciertos conceptuales.
9) La existencia de algún grado de confusión en cuanto a fechas o entidades a las que se refieren los ajustes propuestos por los peritos.
10) La utilización de muestras estadísticamente poco significativas.»
Este documento crítico con los informes periciales se une así a a varias de las alegaciones presentadas por algunas de las partes (que mencionamos en este blog aquí y aquí) y a un informe interno del Banco de España que aún permanece en secreto pero que presumiblemente será incluido en la causa. Además, por lo que ha podido conocer este periodista, también la CNMV tendría otro documento preparado contradiciendo la versión de los peritos, y asegurando que la salida a Bolsa de Bankia se hizo de acuerdo con la legalidad. La propia CNMV ha preferido no comentar nada al respecto a preguntas de este periodista.