Por Javier Torres Sanz (Puentedeume, A Coruña)
Se puede discutir si, y hasta qué punto, conviene que los niños participen en las manifestaciones. Pero lo indecente es emplear dos medidas. Un diario madrileño protesta por la presencia de niños en una contra los recortes educativos del PP, como si no pudieran entender cómo esa “austeridad” afectará a sus vidas. En cambio, alababa gozoso que se les utilizara en otras manifestaciones contra todo aborto, lo que, por lo visto, podían entender perfectamente. ¿El fin justifica todos los medios? ¿No será por el contrario, que la utilización de medios deshonestos alimenta las dudas sobre los fines que se dicen perseguir?