Por Francisco Javier España
Señor Rajoy, lo que está pasando en la valla de Melilla, junto con la llegada masiva de subsaharianos cruzando el Estrecho en improvisadas pateras, me recuerda que no hace mucho usted reprendía al anterior Jefe de Gobierno porque sus políticas estaban provocando lo que llamo el “efecto llamada”, frase que junto con la palabra “ocurrencia”, fue la base argumental de la oposición de su partido durante siete años.
¿Y ahora cuál es el motivo de tanta afluencia de inmigrantes? Porque bien le podríamos reprochar a usted la misma cantinela por abrir el melón de la esperanza de millones de subsaharianos diciendo en aquella rueda de prensa “triunfal” del día uno de agosto que “la recuperación ha llegado para quedarse”.
No obstante, la realidad es otra. Ahora los centenares de miles de personas que intentan llegar a Europa, lo hacen porque huyen. Huyen de la pobreza extrema que han heredado después de siglos de colonialismo.
Huyen de los reyezuelos corruptos que gobiernan sus países en connivencia con occidente. Huyen de la falta de respeto por la vida consecuencia de la depredación de recursos llevada a cabo por corporaciones internacionales sin escrúpulos.
Huyen de la barbarie de la guerra alimentada por los vendedores de armas. Huyen de las hambrunas propiciadas por luchas étnicas y religiosas sin sentido y por último, huyen de unas enfermedades mortales que llevan años cebándose sospechosamente con África.