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Por unas pruebas Pisa a nivel autonómico

Por Antonio Jimeno

Las evaluaciones externas, como por ejemplo las pruebas Pisa, nos han permitido saber la situación real de nuestros alumnos respecto a los demás países. Sin ellas no lo sabríamos. Por la misma razón necesitamos establecer unas pruebas similares que nos permitan saber cómo van las diferentes Comunidades Autónomas y también los diferentes centros.

Examen PISA, (GONZOO)

Examen PISA. (GONZOO)

Sólo estas pruebas nos permitirán detectar si hay problemas y, en ese caso, aplicar posibles soluciones. Y se deben repetir cada año para valorar si las soluciones han sido eficaces.

Además, estas pruebas han de tener valor académico, es decir, ha de ser necesario aprobarlas para poder acceder a la siguiente etapa. Sólo así constituirán un estímulo para que los alumnos se esfuercen más en aprender, que es la situación escolar imprescindible para poder aprovechar la labor del profesorado.

Todos los partidos políticos deberían estar de acuerdo con su establecimiento ya que nos benefician a todos. Los responsables autonómicos de educación que se niegan a realizarlas deberían reconsiderar su postura. La preparación de nuestros jóvenes es nuestro futuro como país y eso ha de estar por encima de la lucha entre partidos.

6 comentarios

  1. Dice ser Carlos

    Buenas tardes!

    Empezaré reflexionando sobre tu entrada. Suponer que la inclusión de pruebas «tipo PISA» en el sistema educativo español va suponer una mejorar del mismo así como un «estímulo para que los alumnos se esfuercen más en aprender» son unas afirmaciones que deberían estar argumentaras con investigaciones. Desde la didáctica en general se ha publicando multitud de estudios e investigaciones en torno al efecto que provoca la evaluación en el sistema. El más relevante de estos es pervertir el sistema en función de aquello que se va a preguntar, ¿queremos convertir el sistema en un mecanismo de superación de exámenes? ¿o la educación es algo más que aprobar un examen?

    Por otra parte, la mayoría de CCAA disponen de «pruebas diagnosticas» que en teoría deberían servir para mejorar el sistema educativo, ¿pero cuál es su función real? cada año vemos publicados en nuestros periódicos un listado de los mejores centros en relación a la puntuación obtenida en dichas pruebas. ¿Queremos unas pruebas que cuya función sea hacer un ranking de los mejores centros? A falta de datos objetivos, y no pretendiendo caer en tópicos, todo parece indicar que los mejores centros van a ser aquellos que no dispongan de alumnado emigrante o con adaptaciones curriculares (no entro en si son centros concertados/privados o publico porque hay algunos de los primeros cuya vocación es como la escuela pública).

    Otro punto muy importantes sería analizar si las pruebas PISA son compatibles con nuestro curriculum, es muy frecuente escuchar a los profesores decir: «las pruebas PISA no miden lo que yo hago en clase» lo cual nos plantea ciertas dudas: o la prueba PISA esta mal configurada o el curriculum español necesita de una reforma «real».
    Si que estoy de acuerdo en que las pruebas deberían servir para mejorar el sistema educativo, pero repito no para pervertirlo. Sería necesario por tanto definir cuáles son las finalidades de cada una de las asignaturas y definir como medir su adquisición por parte de los alumnos pero ¿Quién decide que competencias deben medir las pruebas? ¿Por qué hay competencias que se quedan fuera de ser evaluadas?

    Sin duda, éste que has abierto es un tema de mucha actualidad y con el que llevo dos años leyendo y revisando bibliografía. Espero que genere el debate que el tema se merece. La discusión economía esta muy bien, pero cuándo una discusión sobre el modelo educativo, que si no recuerdo mal es el que permite en parte mejorar la economía.

    Un saludo y espero poder seguir discutiendo nuestros puntos de vista.

    27 abril 2015 | 20:30

  2. Dice ser Alejandro

    Yo no me fio de una prueba que no me han hecho a mí ni a nadie que conozca. Es una prueba que se hace solamente en los institutos que se presentan voluntarios en las comunidades autónomas que se presentan voluntarias con lo que dudo que refleje el nivel real entre países.

    27 abril 2015 | 21:25

  3. Dice ser Pablo Getafe

    Curioso q el Gobierno q tan obsesionado está con Pisa vaya a sustituir los exámenes de Selectividad por un simple cuestionario de 350 preguntas…

    27 abril 2015 | 22:22

  4. Dice ser Salva

    La el informe pisa solo sirve para hacer demagogia con los resultados obtenidos. Hay recursos mucho más estimulantes y motivadores para el alumnado que superar una prueba escrita.

    27 abril 2015 | 22:41

  5. Dice ser Beatriz

    Completamente de acuerdo con Carlos. La educación es mucho más que superar un test de 350 preguntas. Y está más que demostrado que la evaluación continua es lo que realmente refleja la evolución y nivel de los alumnos, así como su esfuerzo para adquirir conocimientos. Además, que pienses que los alumnos se van a esforzar más si hay que superar las pruebas PISA (o sus equivalentes) para acceder al siguiente nivel educativo demuestra que sabes más bien poco de educación y de psicología infantil.

    28 abril 2015 | 13:31

  6. Dice ser antojimeno

    A la pregunta de si la enseñanza es algo más que aprobar un examen contesto que es mucho más que eso, pero que también incluye eso. Dicho de otro modo, que si los alumnos no aprueban los exámenes no se puede hablar de buena enseñanza. En conclusión, que hacer exámenes no pervierte un sistema educativo sino todo lo contrario, que sin ellos cualquier sistema educativo en poco tiempo fracasa.

    Las pruebas diagnósticas sirven para saber el nivel de los alumnos, pero no para mejorarlos. La razón es muy sencilla y es que como esta nota no influye en la nota del alumno, no lo estimula a esforzarse más en aprender. Las Consejerías de Enseñanza lo saben muy bien porque, aunque realizan cambios y exigen una mayor dedicación al profesorado, los resultados no mejoran. Las pruebas de diagnóstico sólo son útiles si poco tiempo después se han de realizar unas pruebas externas, cuya superación es imprescindible para acceder a la siguiente etapa.

    A la crítica de que se publiquen los resultados de los centros en las pruebas finales, se opone el derecho de las familias a saber cómo funcionan los centros antes de matricular a sus hijos. Si, por ejemplo, en el barrio hay cuatro centros los padres tienen derecho a saber, no sólo como son las aulas, los laboratorios y cuantas salidas escolares se realizan, sino también a saber, sobre todo, si aprenden suficientes matemáticas, lenguas, ciencias naturales, historia, etc. Por otro lado el tema de que se conozcan los resultados de los centros tampoco ha de preocupar tanto, porque si el centro con mejores resultados está muy alejado, la mayoría de las familias optarán simplemente por el mejor de su barrio. Además, este conocimiento público es el estímulo que hoy necesitan nuestros centros para mejorar sus servicios educativos. No hay que olvidar que si los centros dieran a todos sus alumnos de ESO los resultados reales, muchos de ellos se quedarían sin suficientes alumnos para formar grupos de Bachillerato, ya que los alumnos suspendidos se irían a otro centro más permisivo para poder acabar la ESO. Esto queda muy patente en las pruebas PISA, donde todo el país queda mal, año tras año.

    Las diferencias entre centros de ESO con un nivel de alumnos inmigrantes muy diferentes no serán tan acusadas como se puede pensar, ya que la LOMCE establece dos tipos de pruebas, las que dan acceso al Bachillerato y las que dan acceso a la FP. Esto posibilita, al contrario de lo que ahora sucede, que un alumno con capacidad e interés de acceder al Bachillerato, pese a estar en un centro donde la mayoría de los alumnos no quieren seguir estudiando después de la ESO sino acceder al mundo laboral, dispondrá de un grupo de 4º de ESO en el que sí se impartirán los niveles necesarios para acceder al Bachillerato. Lo que sí sucederá, como pasa actualmente, es que en los centros de niveles socioeconómicos bajos habrá más alumnos que optarán por la FP que por el Bachillerato. Pero a diferencia de lo que pasa ahora, estos alumnos no habrán tenido que cursar un 4º de ESO con unos contenidos teóricos que no les interesan y en ocasiones les dificulta, a ellos y a sus profesores, poder finalizar esta etapa.

    El objetivo de las pruebas PISA es medir la preparación de los jóvenes de 15 años, es decir jóvenes que al cabo de un año pueden querer acceder al mundo laboral, es decir conocer en qué medida saben aplicar sus conocimientos a la vida práctica, o sea evaluar su comprensión lectora, su capacidad para interpretar tablas, gráficos y resultados numéricos, entender cuestiones lógicas, saber resolver problemas sencillos, expresar sus conclusiones de forma clara, etc. Las pruebas finales de ESO de la LOMCE se van a hacer en este sentido y van a contemplar muchos más competencias de nuestro currículum. Todo ello va a comportar, poco a poco, una enseñanza menos memorística y más basada en el razonamiento. Es decir que gracias a estas pruebas se puede conseguir una mejora muy significativa de nuestro sistema educativo. Sobre las Pruebas Finales de Bachillerato simplemente decir que no están todavía definidas.

    Finalmente decir que estamos hablando de pruebas de ESO, es decir de alumnos de 16 o más años, no de los niños de la etapa infantil. No tener en cuenta esta importante diferencia es lo que hace pensar a algunos que tener que aprobar unos exámenes para acceder a la etapa siguiente es algo que no estimula a los alumnos a esforzarse más en aprender. Un grave error porque es justo al revés.

    09 mayo 2015 | 14:09

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