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Los neofranquistas me dan mucho miedo

Ayer recibí mensajes de amigos que sentían miedo. Veían en directo las imágenes de la violencia desatada por los neofranquistas y nazis contra la Policía y la sede del PSOE. Como los caducados miembros vergonzantes del PP en el Poder Judicial, estos salvajes protestaban también contra la amnistía que está por llegar (y que nadie conoce aún) si hay acuerdo de investidura de Pedro Sánchez con Junts.

Policía ardiendo por una bengala arrojada por los neofranquistas. Foto de Jorge París, de 20 minutos.

No recuerdo violencia semejante cuando Aznar indultó a los terroristas de Terra Lliure a cambio del apoyo de los antecesores de Junts a su investidura en 1996. Lo que sí recuerdo de aquel año es que el flamante presidente Aznar me despidió como corresponsal de TVE en Nueva York tras la entrevista preelectoral que le hice como candidato. Se ve que no le gustaron mis preguntas. Gajes del oficio. Lo cuento con más detalle en mi libro de memorias («La prensa libre no fue un regalo»).

Todo eso ya lo hizo Aznar. No recuerdo violencia en las calles.

Recuerdo una frase inolvidable que me enseñó entonces Felipe González (el de antes de envejecer): «La intolerancia es la enfermedad de la derecha española». Lástima. Aznar nunca reconoció la victoria electoral legítima de Zapatero («presidente por accidente», le llamaron). La victoria del PSOE se debió, entre otras razones, a las propias y gravísimas mentiras de Aznar sobre ETA en la tragedia yihadista del 11-M. Mentir sobre tantos muertos y heridos para no perder el Poder. ¡Qué vergüenza!

Montaje de Aznar, en el papel de agitador callejero , que circula por las redes sociales.

Los de VOX y una parte del PP se han echado al monte. Cuánto lo siento. Les costará bajarse de ahí. El ex presidente Aznar les moviliza y les azuza para conquistar las calles. La ex presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, le obedece ciegamente y acude a cortar la calle Ferraz, rodeada de vivas a Franco (sí, al tirano) y de banderas con la gallina del dictador felón. No en vano circulan chistes por las redes sobre su papel en primera fila en la algarada callejera frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz.

 

Banderas cona «la gallina» de Franco en la calle Ferraz.

Ahí va un resumen (que comparto) que circula por las redes sociales

Mi amigo Manolo Saco me anima con estos versos:

«Pues no he de callar

por más que con sus piedras

Silencio avises

o amenaces miedo».

Los versos originales de Quevedo provocaron indirectamente mi despido como director fundador del diario El Sol:

«No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.

¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?»

¡Ahí queda eso!

 

 

Savater mea fuera del tiesto

¡Pobre Savater! Yo le admiraba desde muy joven y leí con gusto muchas de sus obras. Era un referente lúcido e ingenioso. Ya no es lo que era. Hoy, este ex filósofo, convertido en un cascarrabias amargado y resentido contra el mundo actual, no da pie con bola. Se ríe de quienes fuimos abusados por curas y frailes ¡Qué lastima, con lo que ha sido para tantos jóvenes el autor de «Ética para Amador». Mal que me pese, me obligo siempre a leer su columna sabatina en la última de El País. Me sirve de vacuna contra el mal envejecimiento. ¿Qué pensará Amador de la acelerada evolución, hacia atrás, de su padre? Mi amigo Manolo Saco («Mozart» para quienes le admiramos) me dice que siente asco y náuseas y no sale de su asombro por lo que escribe ahora Fernando Savater. No sin dolor, comparto su opinión.

Hipocresía

La pederastia clerical, cuyos casos suelen ser a veces bastante remotos, tiene gran resonancia en los medios que no quieren hablar de abusos más recientes

El defensor del pueblo, Ángel Gabilondo, con el informe sobre la pederastia en la Iglesia que presentó el 27 de octubre en el Congreso.
El defensor del pueblo, Ángel Gabilondo, con el informe sobre la pederastia en la Iglesia que presentó el 27 de octubre en el Congreso.SAMUEL SÁNCHEZ

Los soldados del fuerte otean la llanura muy inquietos. Con la mano como visera sobre los ojos, el sargento demuestra vista de lince. “¡Mi capitán, vienen 1.005 indios!”. “¿Estás seguro?”. “Bueno, delante vienen cinco y luego unos mil…”. Este tipo de cálculo es parecido al de los casos de abusos sexuales a menores por parte de clérigos que ha establecido el Defensor del Pueblo. Parece que se documentan unos 400 y luego, aplicando el embeleco de la estadística, otros 400.000. Pues a lo mejor, vaya usted a saber. A mí, perdonen la franqueza, me quita menos el sueño que a Sánchez dormir con Pablo Iglesias. Seguro que ha habido magreos indebidos en colegios religiosos, en institutos laicos, en consultas médicas, en gimnasios, en probadores de grandes almacenes, en la mili y sus derivados, en la sala de espera de dentistas, en transportes públicos, en familia… Algunas víctimas cayeron en manos de auténticos maníacos (seguro que menos de medio millón) y han sufrido dolorosos traumas que les han marcado para toda la vida. Otros pasaron por el trance de modo distinto: algunos lo cuentan años después con su mezcla de sorpresa y susto. Guardan el recuerdo de algo que les repugnó, pero no les traumatizó. Los que fuimos feos de pequeños nunca pasamos por ahí…

La pederastia clerical, cuyos casos suelen ser a veces bastante remotos, tiene gran resonancia en los medios que no quieren hablar de abusos más recientes (la contagiosa moda de metamorfosis trans entre niños, por ejemplo). Y por el escándalo de que sean los que alardean de mayor moralidad quienes dan peor ejemplo. Justo como la izquierda, por cierto: ellos, tan demócratas, promulgan una amnistía que se cisca en los derechos de 47 millones y medio de españoles. El mayor abuso.

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Artículo de Alejandro Palomas, en respuesta al de Savater del sábado, en El Pais de hoy

La náusea (respuesta a Fernando Savater sobre la pederastia)

A los niños y niñas que sufrieron abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia se les robó la infancia y se les silenció. Negar la verdad en una columna periodística es una mentira

Alejandro Palomas

Asco. Profundo. Hoy es un día especialmente nefasto para la lírica porque la música de la palabra ha sonado fea. Señor Savater, a usted me dirijo. Toca —quiero— responder a su columna de opinión, publicada en este mismo medio hace apenas unas horas. Y digo “opinión” porque soy respetuoso y porque, por primera vez, voy a hablar en nombre de todas las víctimas de abuso sexual en la infancia por miembros de la Iglesia católica española, esos —los miembros— que, según usted, cometieron apenas unos “magreos indebidos” que no le quitan el sueño y que a algunos nos dejaron algo de susto pero ningún trauma.

Asco, más profundo aún. Utilizar —¿“magrear”?— al medio millón de víctimas de abuso sexual clerical como arma arrojadiza para vertebrar su crítica a las maniobras de un partido político —”la izquierda”, dice usted— que pretende promulgar “una amnistía” no es sólo irrespetuoso sino perverso. Hemos sido niños y niñas abusados, violados, silenciados, revictimizados una y otra vez por esa siniestra cúpula de encubridores y delincuentes que se expresan como usted, que se burlan de su propia maldad como usted, que nos ridiculizan como usted, que nos acusan de oportunistas, de exagerados, de ser sospechosos de mentir, de inventar… como usted.

Asco. Espantosamente profundo. Dice usted que la gran mayoría de los casos pertenecen a un pasado remoto. Se equivoca. La infancia no es pasado remoto cuando has sido un niño violado. Ni siquiera es pasado del todo. El niño está ahí, camina a tu lado, como una voz pequeña que en cualquier momento te pide que la acunes porque tiene miedo, porque la vida lo aterra desde que a los ocho años un hombre —un docente religioso— dedicó un año de la vida de ambos a abusar sistemáticamente de él dos veces por semana —tres, si había fútbol los sábados— y le enseñó que la maldad anidaba en los hombres y que la confianza era error. Le contaré algo, señor Savater: yo morí a los ocho años, como muchos y muchas de nosotros. Vivimos con lo que podemos, con ninguna fe, intentando confiar en que ese pasado deje algún día de ser presente. A los ocho años un niño tiene que ser niño, ese es su derecho. El de nosotros, los adultos, es velar porque nada lo impida.

Asco. Irremediablemente físico. “Los que fuimos feos de pequeños nunca pasamos por ahí”, dice usted. Es tan demoledor leer una frase construida así, con esa música y con todo lo que respira que debo tomar aire para volver a ella. Es la desubicación y la absoluta falta de empatía, y es también el discurso que todo lo ensucia porque todo lo banaliza. No, señor Savater, usted no se libró del abuso por ser feo. Se libró porque si había algún perverso en su entorno no detectó en usted la vulnerabilidad, la confianza, la inocencia, la orfandad emocional que sí vio en los que, a diferencia de usted, sufrimos el infierno en sus manos. Si se libró no fue por usted, sino porque él no adivinó en usted una diana fácil. Lo feo es el chiste, ese chascarrillo de café, copa, puro y amiguetes de sobremesa tardía. Feo es que un niño se convierta en un hombre que escribe de los que fueron niños con él como si la cuota de “elegidos” para el abuso hubiera tenido que ver con ellos, con su “no fealdad”, y no con el perverso que los destruyó. Decir “los que fuimos feos de pequeños nunca pasamos por ahí”, es desenterrar una vez más el manido “a una mujer la violan por ser como es, por vestir como viste, por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado”. O lo que es lo mismo, recurrir al “A las feas seguro que no les pasa” y reírse con sus amigotes en privado, porque en público ya no, aunque un poco sí, venga, ánimo, una frasecita aunque sea, que no se diga que he dejado de ser aquel niño feo del que lo único que se conserva es justamente eso, la fealdad.

Asco. Ya no tan profundo. Las víctimas no hacemos política. No nos acerque a esa hoguera porque no nos quema. Yo conocí el infierno, ardí allí siendo muy niño y no es mi deseo alimentar esos fuegos. Bastante tenemos con salvarnos de las brasas que los miembros de la Iglesia católica de este país dejaron prendidas bajo nuestros pies con su mala fe y su encubrimiento sistemático. No nos torture usted y no mezcle nuestro dolor con esa proclama contra la amnistía que no procede. Aquí, al lado de los 440.000 niños y niñas no. Nunca.

Quizá, y tómese esto como humilde sugerencia, podría usted acompañar a los cuarenta obispos españoles que el Papa ha convocado de urgencia en el Vaticano, puede que para pasar cuentas por recuerdos, delitos y encubrimientos varios. Me aventuro a suponer que le parecerá una buena idea pedir para ellos —para ellos sí— una amnistía por todo el daño causado. Acompáñelos, y recuérdeles, de paso, que negar la verdad es también mentira, que mentir es faltar al octavo mandamiento y que los miles de niños que nos quedamos sin infancia ya hemos aprendido a defendernos. Y a hablar.

He leído y recomendado muchas de las obras de Fernando Savater. Incluso le propuse y le voté para el Premio Fernado Abril Martorel a la Concordia. Entonces, pensé que lo merecía. Lo publiqué en mis memorias («La prensa libre no fue un regalo»). Hoy, ya no lo merece. ¡Lástima! No es el único ex referente intelectual o político que camina hacia atrás como los cangrejos. Va peor que el duque de Rivas, fundador del Ateneo, quien, con los años, pasó de liberal a reaccionario. Copio y pego las dos páginas de mi libro sobre el Premio Concordia que concedimos a Savater.

Pagina 160 de «La prensa libre no fue un regalo»

Página 161 de «La prensa libre no fue un regalo».

Demócratas, en deuda con la víctimas de la guerra y la dictadura

Con emoción y respeto, hoy celebramos el Día de la Memoria Democrática, una ocasión inmejorable para saldar la deuda que todos los demócratas tenemos pendiente con las víctimas de Guerra Civil y la Dictadura. Sin la generosidad de las víctimas de ambos bandos no hubiera sido posible la Transición. Pedro Sánchez nos ha dejado hoy algunos mensajes: «La memoria democrática es una cuestión de Estado que no concierne a una ideología en particular. No podemos mirar para otro lado cuando, aún hoy, las familias esperan a que aparezca un objeto con el que puedan identificar los restos de sus antepasados. La ley se va a cumplir. Vamos a dedicar más esfuerzos a la divulgación de nuestra Historia y la actualización del relato histórico en los libros de texto, para que los jóvenes conozcan el pasado de su país».

Pedro Sánchez abraza a Nicolás Sánchez Albornoz, preso durante la Dictadura que consiguió fugarse del Valle de los Caídos.

Loa aplausos del público, en pie, interrumpieron varias veces los discursos.

Teresa Alberti dio las gracias en nombre de los homenajeados y recordó a su tía Teresa León: «Recordar es más importante que vivir».

Joa Manuel Serrat y Rozalen cantan el poema de Miguel Hernández «Para la libertad».

Rozalen y Joan Manuel Serrat clausuraron el acto, con todo el público en pie, cantando «Para la libertad».

Para la Libertad

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad, siento más corazones
que arenas en mi pecho dan espuma a mis venas;
y entro en los hospitales, y entro en los algodones,
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada,
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñaran aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida;
porque soy como el árbol talado que retoño:
aún tengo la vida.

En segunda fila, detrás de Pedro Sánchez, está el catedrático de Historia, Fernando Martínez, secretario de Estado de Memoria Democrática, autor de esta Ley, a las órdenes del ministro Félix Bolaños.

«Recuerda tu y recuerda a otros…» Escribió Pablo Neruda. Hoy no pude evitar la emoción. Yo perdono mi secuestro y las torturas que sufrí de los últimos franquistas, a los tres meses de la muerte del dictador, pero no olvido. Lo cuento en mis memorias («La prensa libre no fue un regalo»)

El homenaje de hoy me reconfortó. Gracias a quienes lo han hecho posible.

 

 

 

Leonor podría saludar a los españoles como hizo su padre

Ya sé que son otros tiempos, pero la heredera al trono podría emular a su padre, el rey Felipe VI, presentarse ante las cámaras de  TVE y enviar un saludo a los españoles, justo antes de cumplir los 18 años y jurar la Constitución. ¿Se atreverá? Su mensaje se puede grabar y grabar tantas veces como haga falta hasta que le salga perfecto. Dentro de muchos años podremos sonreír al ver las tomas fallidas y las risas de la reina Leonor, igual ha hecho TVE con las de su padre. El joven heredero, Felipe de Borbón, lo hizo genial, sobre todo cuando dejamos de atosigarle y de darle consejos. Y sus tomas fallidas nos han dado hoy una imagen simpática e inteligente de aquel joven príncipe de Asturias. A mí me ha sorprendido agradablemente comprobar que las tomas fallidas que hicimos para el Buenos Días, que yo dirigía en 1986, no se habían eliminado. Son parte de nuestra historia.

Yo era el director del Buenos Días de TVE y quería emitir en exclusiva el saludo del príncipe. Tuve suerte.

La verdad es que mi colegas de TVE han sabido aprovechar muy bien las tomas fallidas del príncipe de Asturias. Las han repetido en los telediarios. Incluso los de 24 horas conectaron conmigo en directo para que les contara detalles de aquella grabación y de cómo hacíamos entonces el Buenos días, el primer informativo de la mañana en TVE.

Mientras hablaba con Paula y Lluis desde mi sótano emitieron viejas imágenes mías… ¡con pelo!

Un ataque de nostalgia. Fue como volver a mi vieja casa después de haber sido expulsado de ella en 1996, cuando era corresponsal de RTVE en EEUU, tras la entrevista preelectoral que le hice al candidato José María Aznar. No debieron gustarle mis preguntas al líder del PP ya que él (o el pelotas de turno) me despidió en cuanto ocupó la Moncloa. Claro que le gané el juicio por despido improcedente. La indemnización que fijó el juez me sirvió para refugiarme en la Universidad y preparar el invento del diario 20 minutos. Mis hijos atribuían el coche nuevo que compramos a lo que llamaron «la beca Aznar». Todo eso lo cuento en mis memorias «La prensa libre no fue un regalo» (Marcial Pons)

Reconozco que el príncipe de Asturias, a pesar de sus tropiezos, me causó una buena impresión.

Esta es la crónica que ha publicado RTVE en su web:
La intrahistoria de las imágenes inéditas del discurso de Felipe VI a los 17 años: «Pedíamos cosas imposibles»
  • Detrás de la participación del príncipe estaba José A. Martínez Soler y su equipo de ‘Buenos días
  • El entonces príncipe mandó un mensaje a través de TVE a los españoles en la víspera de su juramento de la Carta Magna

25.10.2023  12:19 horas

PorI. FEDRIANI / Á. CABALLERO
El detrás de cámara del príncipe Felipe, 38 años después de su juramento de la Constitución

4 min.En 1986, en la víspera de su juramento de la Constitución, el entonces príncipe Felipe ofreció en Televisión Española un solemne y breve mensaje para todos los espectadores. «Gracias por ayudarme a ser un digno heredero de la Corona española», expresaba en su discurso, grabado en el Palacio de la Zarzuela. Vestido con su uniforme de cadete –símbolo del comienzo de su carrera militar–, se veía serio y sereno, a pesar de tener tan solo 17 años.

Ahora, 38 años después de la retransmisión, un paseo por el archivo de RTVE descubre las tomas falsas de un joven príncipe sonriente, pero también algo nervioso ante el que fue su primer discurso en la televisión. En él, saludaba a la ciudadanía, a quien agradecía su apoyo.

Detrás de la participación del príncipe estaba José A. Martínez Soler y su equipo de ‘Buenos días’, el programa que en la década de los ochenta iniciaba la programación en TVE. Durante su emisión, se lanzaron a hacer reportajes exclusivos tan variados como el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre España e Israel, conectar con la estación del MIR o entrevistar por el 8M a Carmen Romero, la mujer del entonces presidente del Gobierno Felipe González.

Así se grabaron las primeras palabras de Felipe VI para la televisión: «Estaba nervioso y tímido, pero salió a la primera»

«La verdad que a veces pedíamos cosas imposibles», cuenta a RTVE.es Martínez Soler, que recuerda con cariño a su «equipo de locos». «Hacíamos cosas que no se podían hacer en el Telediario porque era más serio», añade.

«A todo el mundo le sorprendió mucho»

Así, un día de enero, cuando el programa acababa de echar a andar, y en las vísperas de la jura de la Constitución de Felipe, se aventuraron a pedir la participación del príncipe en el programa con la ayuda del general Sabino Fernández Campo. Y hubo suerte. «Lo hicimos un par de día antes del juramento, pero fue inmediato el ‘sí’. Fuimos con las cámaras, lo hicimos y quedó muy simpático. A todo el mundo le sorprendió mucho», recuerda.

Martínez Soler aprovechó que conocía al rey Juan Carlos para pedir la entrevista a Fernández Campo, entonces jefe de la Casa Real. «Pedimos audiencia sin pedir permiso a nadie», ha reconocido este miércoles en una entrevista en el Canal 24 horas, aprovechando que el programa -que empezaba a las 7 de la mañana- se preparaba de madrugada y los directivos de TVE «estaban durmiendo».

Tanto en los jardines como en el interior del Palacio, la grabación se tuvo que repetir varias veces ante la atenta mirada de su equipo, los periodistas y las cámaras. El príncipe Felipe consultada con todos ellos los resultados en una pequeña pantalla de televisión, atento a cada posible detalle. «Cuando sale una (toma) ya no salen más», decía entre risas, incluso bromeando con su imagen en una de las escenas.

El equipo del programa 'Buenos días' de TVE en 1986
El equipo del programa ‘Buenos días’ de TVE en 1986 CEDIDA

Tenían en cuenta desde los planos elegidos hasta la forma en la que pronunciaba las palabras, cuidadosamente elegidas. «He dicho ‘juramento’ y no ‘mi juramento'», explicaba antes de pedir con la cabeza repetir la grabación.

La grabación se hizo tan en secreto que Martínez Soler afirma que incluso causó asombro dentro de la Casa Real, donde no todos estaban al tanto del vídeo: «Creo que la reina no sabía. Un día la me encontré en un evento y me dijo ‘qué sorpresa me llevé cuando vi a mi hijo en la tele‘». El histórico presentador se ha mostrado incluso sorprendido de que TVE hubiera recuperado estas imágenes ahora: «Si eran imágenes casi prohibidas», ha ironizado.

Un discurso inédito

Martínez Soler asegura que hubo que regrabar la escena porque Felipe estaba «tímido» por su falta de experiencia ante las cámaras, aunque él «quería hacerlo perfecto». «Yo fui y dije: que no le atosigue nadie, que haga lo que le dé la gana, que le salga natural, y entonces le salió a la primera«, afirma.

No era la primera vez que Felipe VI hablaba en público, ya que con 13 años dio su primer discurso en los Premios Príncipes de Asturias en Oviedo, pero sí que era su debut ante la televisión. A eso se sumaba, además, la importancia del momento.

A punto de alcanzar la mayoría de edad, tenía que comparecer en el Congreso de los Diputados para jurar que acataría la Carta Magna y comprometerse a cumplir sus responsabilidades como futuro jefe de Estado. Y tenía que hacerlo ante numerosos diputados, ministros, presidentes autonómicos y periodistas en lo que fue una ceremonia inédita en ese entonces.

ARCHIVO CASA REALJura de la Constitución del Príncipe de Asturias (1986)

Jura de la Constitución del Príncipe de Asturias

VER AHORA

Casi cuatro décadas después, el Congreso ha empezado a vestirse de gala para un nuevo juramento. Se han empezado a colocar tapices y se ha desmontado la tribuna donde se sienta la Presidencia para instalar una estructura que servirá de escenario. Sobre él, la princesa Leonor tendrá que seguir los pasos de su padre el próximo 31 de octubre.

El primer pinganillo, en el Buenos Dias de TVE

El artículo de hoy en El País sobre el pinganillo me ha provocado un ataque de nostalgia y algunos recuerdos risueños. Cuenta mi colega Alex Grijelmo, académico»in pectore» de la Lengua, con más méritos que muchos miembros de la RAE, que una señora que seguía el Buenos Días en TVE me paró por la calle para decirme que lamentaba mucho que yo fuera sordo siendo tan joven. Doy fe de tal anécdota que suele contar Jose María Fraguas (alias Pirracas), mi realizador favorito y cofundador de aquel programa informativo pionero en tantas innovaciones.

En mi oído izquierdo se puede apreciar el primer pinganillo(de gran tamaño) estrenado en TVE en enero de 1986. La batería con su atena, en el bolsillo de mi camisa.

El pinganillo fue una innovación en el informativo Buenos Días de TVE.

Un gran invento el pinganillo que descubrí en 1985 en el programa Today de la NBC. Me lo compré en una tienda de la Quinta Avenida de Nueva York y lo incorporamos, desde el primer momento, (no siempre con éxito) al Buenos Días de TVE. Ya no me da vergüenza contar lo que pasó con aquel extraño aparato, enganchado a mi oreja, pues está publicado en mis memorias «La prensa libre no fue un regalo».

Pag. 505 de mis memorias: Toda España pudo escuchar la cisterna del WC del Pirulí.

Pag. 406 de «La prensa libre no fue un regalo»

Portada del libro, editado por Marcial Pons.

 

 

La Justicia y la Prensa pierden a Bonifacio de la Cuadra. Y yo, a un amigo

Tan feliz ayer con mis nietos Leo y Ana Isabel, en Santa Fe (NM), y hoy tan triste porque se nos ha muerto Bonifacio de la Cuadra, nuestro querido y bondadoso Boni. He compartido muchos años con él en la redacción de El País. Sin embargo, en la hora de su muerte, lo que más recuerdo -no me lo puedo quitar de la cabeza- fue el día que lo conocí en el otoño 1969.

Con 22 años, recién casado en mayo de ese mismo año con Ana Westley, en mi último curso de Periodismo, y sin un duro, fui contratado por Manuel Martín Ferrand como auxiliar de redacción de nuevo diario Nivel, que debería salir muy pronto a los quioscos. Y allí me encontré por primera vez con Boni, siete años mayor que yo, y a quien consideré pronto como un maestro del buen periodismo, ese periodismo que existió y existe, aunque algunos, cínicos o ignorantes, no lo crean.

Nivel nació el 31 de diciembre de 1969. Ese mismo día, siguiendo las órdenes del dictador, el Gobierno cerró el periódico y la Policía requisó todos los ejemplares. El «diario nacional de la mañana» se convirtió, por orden de Franco, en el diario nacional de «una» mañana. Todos al paro.

En Nivel, hice una buena apuesta de amistad con Ismael López Muñoz, Vicente Verdú y Bonifacio de la Cuadra. Como diría el sabio Lazarillo de Tormes, «me acerqué a los buenos para ser uno de ellos». Pronto se me fueron los tres de este mundo y me quedé solo, pero con sus enseñanzas y los recuerdos entrañables que habíamos compartido en Nivel y seguimos compartiendo, durante años, en El País.

Boni era bueno, generoso y fiable. Y te reía hasta los chistes malos. Pocas veces dejó de sonreír y de animar y ayudar a los colegas. El mes pasado dimos sepultura a Ramón Lobo. En el cementerio, busqué a Boni y pregunté por él. «Ya está en paliativos», me dijo un amigo común. ¡Maldito cáncer! La buena Justicia y la buena Prensa (ambas existen) te debe mucho, querido Boni. Estoy en Santa Fe (NM), a 8.000 kms de Madrid, y no podré despedirte como quisiera. He leído, no sin emoción, el obituario que nuestra Sol Gallego te dedica en El País. Se queda corta. Descansa en paz, amigo.

Con tu recuerdo, he releído las páginas que dediqué a Nivel, nuestra hermosa aventura, en mis memorias «La prensa libre no fue un regalo». Las copio y pego a continuación.

alo,  Pag. 113 de «La prensa libre no fue un regalo»

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Cena con mis nietos Leo y Ana Isabel

Jugando con mis nietos en la Alameda de Santa Fe (NM)

Ya veis. Ayer, tan feliz, jugando con mis nietos en San Fe y hoy, tan triste, recordando a nuestro Boni. Descansa en paz, amigo.

 

 

 

 

 

 

Al fin: Bon día, Bos días, Egunon, Buenos días

Ya era hora. Gracias, Francine Armengol, por autorizar el uso de las cuatro lenguas de España en la sede de la soberanía popular. ¿Por qué la derecha y la extrema derecha no aplaudió ese anuncio? ¿Qué tienen, escondido, contra nuestras lenguas propias? La elección de Armengol como presidenta del Congreso ha sido, desde luego, un gran alivio.

Francine Armengol permite hablar en el Congreso en las cuatro lenguas de España. ¡Bravo!

Y su anuncio que reconoce, como la mismísima Constitución, que vivimos en un país plurilingüe me ha dado un ataque de nostalgia. Ya era hora, sí. Molt bé! Claro que puedo presumir y presumo de que, sin avisar a nadie, yo lo hice primero en Televisión Española.

Todos los días saludaba yo en las cuatro lenguas. Y Calviño me despidió.

Y José María Calviño (el padre de la vice) no me despidió. Arranqué el primer informativo matinal de TVE (el 13 de enero de 1986) con mi saludo, entonces original e inédito, que ya fue habitual durante todo aquel año: «Bon día, Bos días, Egunon y Buenos días».

Hace 37 años fundé el Bos dias, Egunon, Bon dia y Buenos días.

Los cambiaba de orden, pero ese fue mi saludo diario para despertar a España hasta que me fui a la Agencia EFE.  La presidenta del Congreso me ha hecho sonreír. Ella es más joven y yo le abrí el camino plurilingüe.

 

 

 

Pag. 401 de mis memorias

Copié la idea del parlamento canadiense. Asistí a una sesión en Ottawa, en 1977,  y allí hablaban indistintamente en francés y en inglés. Algún día eso llegará a España, pensé. Han pasado 37 años y, al fin, ha llegado. España es hoy mejor, porque es más libre… y más rica.

Cubierta de mi libro de memorias

Con los del Buenos días, el mejor equipo de locos que he tenido en TVE. Los jefes dormían y hacíamos el programa diario como si fuéramos libres.

Un empate que me sabe a victoria

Al año de la muerte de Emilio Ontiveros y al día siguiente de incinerar a Ramón Lobo, no estaba yo hoy muy acertado con la raqueta. Perdía la concentración que, en el tenis, es más importante que la técnica y el físico. Mi hijo Erik, que vestía la camiseta de «La prensa libre no fue un regalo», me empezó ganando el primer set que llamamos «de calentamiento». Yo defendía los colores de 20 minutos.

Un empate 1-1 que me sabe a victoria. En el Polideportivo de La Bombilla no se habla de otra cosa.

A Ramón Lobo no le habría gustado que perdiera hoy al tenis y utilizara como excusas la tristeza y el desconcierto que aún me embarga por su fallecimiento tan prematuro. De modo que reaccioné y le gané a Erik el segundo set que llamamos «el oficial». Dos horas intensas que me han dejado como nuevo. Y con un empate 1-1 que me sabe a victoria. No como la del pobre Feijóo, que sigue creyendo (o nos lo quiere hacer creer, sin éxito) que ha ganado lo suficiente como para formar Gobierno cuando nadie le quiere salvo los bárbaros de VOX.

Feijóo debería preguntar a los barones del PP que han formado gobiernos siendo los perdedores en votos y escaños.

Os parecerá que esta mini crónica del empate al tenis frente a un joven es una minucia. Ya, ya. Cuando lleguéis a mi provecta edad, veréis a qué sabe este resultado en la pista.

Las futbolistas españolas celebran hoy su gran victoria. Pasan a cuartos en el Mundial.

Me siento tan feliz como la selección española femenina de fútbol que hoy ha ganado 1-5 a Suiza. Orgulloso de nuestras jugadoras. Menudas atletas. ¡Vamos España! A por la semifinal del Mundial.

 

 

Lobo: «La muerte es un problema para quien no ha vivido»

Espléndida mañana, casi otoñal, cargada de emociones y abrazos, para despedir los restos mortales del muy querido y admirado Ramón Lobo.

Junto al ataúd de nuestro amigo, Javier de Pino leyó el primer párrafo del libro póstumo inacabado de Ramón.

Antes de proceder a la incineración del cadáver, Javier del Pino lee el primer párrafo del libro inacabado de Ramón Lobo.

Dijo así: «Una parte de mí escribe palabras desde los kilómetros vividos; otra, desde los pocos que me quedan por vivir. Rescato imágenes, voces, memorias en busca de un orden que complete el rompecabezas. Quisiera tejer un tapiz que abarque mi existencia, poder verla extendida ante mí para valorar lo conseguido sin encelarme en lo que quedará sin hacer. Padezco una enfermedad grave que me va a matar en unos meses, aún no sé si en dos o tres o cinco. La suerte está echada. La percepción de la inminencia del final ilumina el camino andado, le da sentido. No arrastro demasiado equipaje porque aprendí a moverme ligero, sin ataduras. Un viaje de un mes cabe en una maleta que no se factura. Ahora escribo, medito y sueño en busca de materiales que me permitirán esculpir algo parecido a un epitafio. Somos solo eso: una frase, un párrafo corto; el resto es artificio.»

Solo los abrazos y algún gemido que otro rompieron el silencio, esta vez sí, sepulcral, del último adiós a nuestro Ramón.

Procesión laica por el cementerio civil de Madrid

Tal como él había dispuesto en las instrucciones que dio, en vísperas de su muerte, a Willy Altares, su hermano menor adoptivo, todos los asistentes al duelo (¿doscientos, quizás?), armados de flores, seguimos los pasos de Nieves Concostrina, maestra de ceremonias de una procesión cívica singular por el cementerio civil de Madrid.

María, viuda de Ramón, con Nieves Concostrina.

Manolo Saco, el hermano mayor adoptivo de Ramón, y su jefe en La Gaceta de los Negocios y en El Sol, ha sido el corrector de sus borradores. Y de los míos. Puedo presumir de que tanto Ramón como yo hemos gozado del mismo editor de lujo. Solo por eso, me siento alguien. Además, el Saco escribió el preámbulo de mi último libro «La prensa libre no fue un regalo». Eso sí que fue un regalo.

Con Manolo Saco y su chica, Isabel Malpica, nuestra realizadora favorita en TVE.

El Lobo habría celebrado los chistes malos del Saco («Íbamos dando tumbas, de un lado para otro, por el cementerio»). En nuestras tertulias, entre tantas risas, era imposible competir en ingenio con el Lobo y el Saco. Ya te echamos de menos, Ramón. Me alegra que hayas incluido a mi paisana Carmen de Burgos entre las tumbas a visitar con los comentarios brillantes y jocosos de Nieves Concostrina.

La tumba de Carmen de Burgos, Colombine, cuyo nombre, tallado en el granito, apenas se puede leer. Prometo volver pronto con acrílico negro para restaurar el nombre de mi paisana, la primera periodista en nómina de España.

Nieves nos ilustró, de tumba en tumba, sobre la vida y milagros los hombres y mujeres más grandes de la historia reciente de España que están enterrados en el Cementerio Civil, un auténtico museo al aire libre de personas ilustres: Benito Pérez Galdós, Pío Baroja, Carmen de Burgos, Francisco Giner de los Ríos, Nicolás Salmerón, Pablo Iglesias, Antonio Fraguas (Forges), Almudena Grandes y tantos otros.

La tumba de Marcelino Camacho, hombre clave en la Transición a la Democracia. Los bárbaros del PP y VOX quieren borrar su nombre de una calle dedicada a él en Navalagamella,

Un experto me dice que bajo este vertedero de la parte católica del cementerio de La Almudena hay una fosa común con restos sin rescatar de fusilados por la Dictadura de Franco.

Mañana, 5 de agosto, a las 4:30 de la madrugada, es el aniversario del asesinato de las 13 rosas en la postguerra del dictador felón. Ramón no se olvidó de ellas en sus instrucciones.

QR con la lista de asesinados por el franquismo en la postguerra.

El PP quitó a martillazos de este monumento los nombres de los fusilados por el franquismo. El autor de los troncos de bronce incluyó hábilmente una cajita de titanio que contiene un penn drive con todos esos nombres.

Antes de despedir el duelo y la procesión laica, aproveché para hacerme esa foto con dos genios: Nieves y Max Pradera. A ver si se me pega algo de ellos.

Obituario de Ramón, escrito por A. Morales. Habrá más.

Recordé su libro de memorias («Todos náufragos») que me inspiró y animó para escribir las mías. Pero había olvidado su generosa dedicatoria…

«A mi mejor director…» Gracias, Ramón. Nunca mientes, pero aquí exageras…

Una mañana, como digo, cargada de emociones, risas… y lágrimas. Hasta siempre, querido, admirado y envidiado Ramón. Descansa en Paz

 

Probable bulo: «Como hicimos en el 36…»

Por si acaso era un bulo, advertí en mi comentario anterior que «ojalá fuera un mensaje falso» y que fuera desmentido pronto por el PP. Me asusté al leerlo y, lo más grave, es que, con lo desconfiado que soy, no me sorprendió. Me pareció verosímil a la vista de las mentiras y ofensas que se cruzan en el debate político actual. Un colega de Almería, José Fernández, me acabe de decir que, en efecto, es un bulo. Se trata, según él, de un mensaje de Nuevas Generaciones del PP manipulado. Me alegra y me alivia que así sea. Gracias, Jose, por tu aclaración. Nunca me ha gustado propagar bulos ni noticias inciertas. Jamás mentí a sabiendas. Pido disculpas a mis lectores y a los cachorros de Nuevas Generaciones que han sido acusados injustamente de esta aberración.

Aviso de que es un bulo. Lo siento. Pido disculpas.

Este era mi texto original antes de ser advertido pro José Fernández de que era un bulo:

Mientras los abuelos y padres de ambos bandos aprobamos. en 1978, la Constitución de todos y renunciamos a otra Dictadura fascista, por la derecha, y a la revancha legítima por 40 años de represión cruel, por la izquierda, algunos nietos de la derecha más rancia quieren volver a las andadas. Este mensaje de la página oficial de Nueva Generaciones del PP («como ya hicimos en el 36», escriben) es lo más grave que he leído recientemente en España. Así celebran los cachorros del PP la elección del trásfuga navarro García Adanero como el diputado 137. Hasta ahora no he visto ningún desmentido oficial de esta barbarie franquista juvenil. Ojalá sea un montaje falso de un bromista de mal gusto. Si no es así estamos perdidos, señora Ayuso. Le recomiendo la lectura de «La prensa libre no fue un regalo». Para no volver a las andadas.

Nuevas Generaciones del PP anima a los suyos… «como hicimos en el 36».

Ayuso, que controla de Nuevas Generaciones de Madrid, gobernó primero con el apoyo de VOX. Aquí posa junto al trásfuga García Adanero que votó contra la Reforma Laboral y se pasó al PP.

El PP y VOX ya están volviendo a las andadas en Toledo. Empiezan prohibiendo el teatro y…

Los que llegaron al Poder, siendo perdedores de las elecciones, retuercen ahora la historia.