Cada vez entiendo menos el drama familiar de los herederos de Rocío Jurado. ¿Qué pensaría la matriarca si levantase la cabeza?

Después de airear durante años los trapos sucios familiares, parece que las aguas no vuelven a calmarse, y es que mientras que Rocío Carrasco se ha reencontrado con los medios de comunicación para presentar el espectáculo musical que homenajeará la figura de su madre, Antonio David y su hija Rocío siguen siendo dos de los personajes más habituales en los platós de televisión.

Como ocurriese con la pequeña de la familia Campos, a Rocío Flores Carrasco le ha picado la mosca de la tele y de qué manera. Desde que la hija de Antonio David y Rociíto fuese al plató de Supervivientes con motivo de la participación de su tía Gloria Camila en el formato, ese gusanillo mediático le ha picado.

En cierto modo lo entiendo porque ¿para qué dejar que otros hablen de ti si lo puedes hacer tú misma? pero… ¿es lo más conveniente?

Antonio David Flores, actualmente colaborador de Sálvame, participó recientemente en GH VIP 7 y su hija fue uno de los mejores defensores en el plató. Tanto es así, que la productora de Supervivientes no ha querido dejar escapar la oportunidad de volver a proponer a Rocío Flores como una de las ‘Robinsonas’ de la próxima edición.

El año pasado Rocío Flores ya estuvo a punto de participar pero el fichaje estrella de la Pantoja hizo que se cayese de la palestra. En 2020, todo apunta a que, a razón de 30.000€ semanales, la nieta de la Jurado se marcharía a Honduras para dormir a la intemperie y bajo la lluvia, sumándose de este modo a la lista de nombres formada por Elena (la madre de Adara), Hugo Sierra o Aurah Ruíz.

Eso sí… hay una condición: que su padre, Antonio David Flores, sea su defensor en todos los programas de la cadena. ¿Sentará esto bien a Rocío Carrasco? Seguro que no, porque todo apunta a que entre la presión de la isla y las polémicas del plató, algún cuchillo se lanzará al aire.

Preguntada por el reportero de Sálvame Kike Calleja, esto es lo que Carrasco ha respondido: «No he hablado nunca de relaciones familiares ni de relaciones con nadie, eso pertenece a la más estricta intimidad mía. Pero el hecho de que no haya hablado nunca, no significa que el que calla otorga. El que calla está callado porque en un determinado momento así lo ha considerado, pero eso dura lo mismo que dura que decida hablar».