Lo de los premios de los 40 Principales ha sido un auténtico no parar. Anoche tuve la oportunidad de asistir a la gala y de codearme con algunas de las estrellas que se dejaron ver por el WiZink Center de Madrid, pero si había una comidilla en el recinto, esa era sobre el lamentable estado y la terrible actitud que mostró sobre el escenario (y fuera de él) el actor César Vicente.
Le conocimos hace muy poco por su participación en Dolor y Gloria, la última película de Pedro Almodóvar, pero o bien la de anoche fue la mejor actuación de su vida, o el chico estaba malito, malito.
La que sí que estuvo estupenda sobre el escenario fue su compañera para entregar los premios. La actriz de Élite, Ester Expósito mantuvo la compostura durante los más de 7 minutos que estuvieron frente al público, intentando pasar lo más desapercibida posible e intentando salir indemne de semejante despropósito tan absurdo. Guió a su compañero y trató de reconducir un momento que, sin duda, ha sido uno de los más patéticos que me ha tocado ver sobre un escenario.
¿Quieres saber qué le pasaba? Algunos, le han leído los labios y justo en el momento en el que Beret sube al escenario a recoger su premio parece que Cesar le resuelve este misterio al cantante.
