En pocos días cumplirá 81 años, y parece que no ha pasado el tiempo para el “Águila de Toledo”.
Juanfran me llamaba con cierta inquietud. Había que hacer una visita express a Toledo para fotografiar a Bahamontes. Alejandro Federico tiene la agenda muy ocupada. Está terminando de organizar la Vuelta a Toledo, y ahora son muchos los viajes y entrevistas que anuncian su próximo homenaje como recordatorio de aquella mítica victoria del Tour de Francia de 1959.
Al llegar a su club deportivo, tres periodistas esperan impacientes grabadora en mano. Un par de fotógrafos observamos con detenimiento el espacio de trabajo: muchas cajas, una máquina de escribir, y muchas fotografías en las paredes.
Bahamontes sale de su despacho. Lleva desde las ocho de la mañana atendiendo a los medios. “A ver, a quien le toca. Cada vez sois más…” se sonríe mientras me saluda afectuosamente.
Diez minutos más tarde, el Águila de Toledo me atiende con la paciencia e ilusión de quien es fotografiado por primera vez para un medio de comunicación. Me acompaña a la puerta… Federico, un par de fotos en la calle… “Macho, que son las seis de la tarde y estamos en Toledo…” – “Venga, a por ellas…”
Este hombre pelea hasta las fotografías… qué buen tipo…
Vuelvo a coger la carretera de Toledo dirección Madrid. Se hace tarde.