10 curiosidades fantásticas que -probablemente- no sabías sobre ‘Love Actually’

Pregunta típica por estas fechas: «¿Cuándo empieza para ti la Navidad?».

Para mí hay es la conjunción de tres eventos la que marca el inicio de las fiestas: el olor a castañas asadas en la calle, las luces increíbles que ponen en la casa número 23, y Love Actually. Hasta que no la pillo por la tele y la dejo puesta por enemilésima vez, no es Navidad 🙂 Les he enseñado a mis hijos el villancico del rey Wenceslao, no os digo más.

Y es que Love Actually, que se estrenó hace ya casi 20 años (19, para ser exactos), reunía un elenco formado por estrellas y desconocidos/as para formar un crisol de historias de amor maravillosamente diferentes (eso sí: hoy podrían meterse muchas más) y nos dejó a todos dos cosas para la posteridad: un bonito recuerdo en el corazón y el All I Want For Christmas de Mariah Carey incrustado en el cráneo.

love actually

Con tantísima estrella junta, tanta criaturita y tantas localizaciones distintas seguro que os imagináis que esta producción estuvo llena de divertidas anécdotas y curiosidades. Y no os equivocáis. Pero, como no podemos contarlas todas de golpe, he elegido para compartir hoy (y para que os llevéis a la cena de Nochebuena) diez de mis favoritas. Espero que las disfrutéis 🙂

Iban a ser dos películas diferentes

En realidad, Richard Curtis (director y guionista) estaba trabajando en dos películas distintas y Love Actually no estaba en su cabeza: él escribía una historia de amor sobre el primer ministro David (Hugh Grant) y otra sobre la historia de amor de un escritor, Jamie (Colin Firth). Un día algo le hizo clic en la cabeza y pensó que podía fusionar las dos historias en una sola cinta. Añadió el resto y se hizo la magia.

 

La voz en el villancico

Sobre este trocito de peli en el que vemos el villancico, por cierto, os puedo contar ya que hubo edición posterior, sí, pero no para lo que pensáis: Olivia Olson (quien interpretaba a Joanna) tenía una voz tan tremendamente potente que no parecía que cantara ella, así que la editaron para aflautarla, para que pareciera más infantil. Supongo que este es también un buen momento para decir que Thomas Brodie-Sangster, quien interpretaba a Sam (el enamorado de Joanna) no sabía tocar la batería, pero su padre, Mark Sangster, sí, de manera que pudo aprender para la película.

Las escenas del aeropuerto eran reales

Tal vez recordéis que la película empieza y termina con un montón de gente encontrándose en un aeropuerto. Pues bien: estas escenas eran reales. El director, Richard Curtis, tuvo un equipo de cámaras filmando todo el día durante una semana entera en el aeropuerto de Heathrow (Londres). Cuando captaban algo que les gustaba, pedían después permiso a los grabados para utilizar sus tomas en la película.

Las escenas en las que salen los protagonistas, por su lado (y con la excepción de la secuencia de Sam corriendo por los pasillos), sí fueron filmadas en un decorado.

Una broma que era un homenaje

Cuando Peter y Juliet se casan, su amigo Mark les gasta una pequeña «broma»: un coro les canta All You Need Is Love mientras los músicos van apareciendo repentinamente entre el público. Pues esta escena, tan aparentemente aleatoria, fue una mezcla entre un homenaje y una idea copiada de la vida real, y nada menos que del funeral del grandísimo Jim Henson (en mayo de 1990), al que Curtis había asistido y en el que todos los titiriteros compañeros de Henson sacaron de repente sus muppets y le dedicaron una emotiva canción (Just One Person).

 

Cosas del casting

Mucho que decir en torno al cast de esta peli.

Por ejemplo, decir que Curtis no encontraba una actriz que le encajara para el papel de Sarah, y un día le comentó al director de casting que «quería a alguien como Laura Linney», a lo que el director de casting dijo (muy sabiamente): «Por el amor de Dios, ¡entonces trae a Laura Linney!».

sarah y karl love actually

Ella, por cierto, tuvo entonces dos trabajos paralelos: filmó Love Actually en Londres al mismo tiempo que grababa Mystic Riveren Boston. Se pasó todo 2003 en avión para poder completar las dos películas.

Lúcia Moniz (Aurelia), por su parte, acabó formando parte del reparto de casualidad, ya que un amigo suyo, director de casting (no en esta película) pensó que podía encajar y envió sus fotos al director de casting de Love Actually sin decírselo a ella. La llamaron para ir a la audición y terminó siendo la elegida.

También cuentan que Billy Bob Thornton aceptó el papel sin haber leído el guion porque se sintió muy halagado por la carta que lo acompañaba pidiéndole que participara en la película y que Claudia Schiffer recibió 300.000 dólares por su cameo de un minuto.

claudia schiffer love actually

Y, bueno, esto no es de casting sino de caracterización, pero a Emma Thompson le «pusieron mucha ropa» para que pareciera más grande de lo que en realidad es. Ella, por su parte, ha contado que para interpretar a su personaje se inspiró en su propia experiencia, cuando su marido (exmarido, entonces) Kenneth Branagh le fue infiel, en 1994, con Helena Bonham Carter.

 

Cosas que no gustaban

Pues hubo varias. Por ejemplo, a Hugh Grant no le gustaba la escena del primer ministro bailando por el 10 de Downing Street porque «no le parecía realista que un primer ministro hiciera eso». Aunque la que a mí más me gusta es que a Andrew Lincoln, que interpretaba a Mark, no le gustó su papel (lo dijo abiertamente no mucho después) porque le parecía que «rayaba en el acoso» y consideraba que su personaje era, en una película de amor, «el único idiota que no entiende a la chica».

mark en love actually

 

El palillo de Liam Neeson

Hay una escena muy tierna que empieza con Daniel (Liam Neeson) muy nervioso con un palillo en una mano y, después, él y Sam (Thomas Brodie-Sangster) están en el sofá y es el niño quien tiene el palillo en la mano. Esto surgió a raíz de que Neeson había dejado de fumar y, desde entonces, siempre llevaba un palillo encima para controlar la ansiedad.

 

Fiel a sus ideas

Este fue el estreno como director de Richard Curtis, que llevaba décadas siendo guionista en muchas producciones británicas de éxito, como Cuatro bodas y un funeral, Nottin Hill, Mr. Bean, War Horse o Bridget Jones, entre muchas otras. Curtis contó en una entrevista para Empire Magazine que la presidenta de Universal Pictures, Stacey Snider, le había advertido que la película recaudaría 50 millones de dólares más en taquilla si eliminaba las escenas de desnudos. Pero Curtis dijo que «no quería defraudar a su yo adolescente».

Hablando de viejos tiempos, por cierto, la escena en la que se ve la cinta que Mark ha grabado de Juliet en su boda, que solo contiene recortes de ella, tiene dos influencias: La ventana indiscreta (película de Hitchcock sobre el voyerismo que aparece entre la colección de vídeos del propio Mark) y la escena final de Cinema Paradiso, en la que aparece el recorte de todos los besos eliminados de las películas.

La casa real del primer ministro

Evidentemente, el número 10 de Downing Street que vemos en la película no es la residencia real del primer ministro, sino que se trata de una réplica. Lo curioso es cómo se hizo.

El exterior no tiene mayor misterio: se recreó en un aparcamiento de los Estudios Shepperton. Pero el interior es otra historia: a Curtis y Jim Clay (el diseñador de producción) les hicieron un recorrido completo de dos horas por el interior de la morada real del primer ministro, acompañados por Gordon Brown cuando todavía era ministro de Hacienda (bueno, su equivalente británico). Durante esa visita no se les permitió hacer fotos, tomar notas ni dibujar ningún boceto de ningún tipo, y durante las dos horas, además de por Brown, estuvieron acompañados por un equipo de seguridad. El número 10 de Downing Street que aparece en la película es una recreación que Clay hizo de memoria.

casa primer ministro love actually

EL LAGO

Lo pongo en mayúsculas y lo dejo para el último porque esta es, sin duda, mi anécdota favorita de la producción es esta película.

Aurelia y Jamie (Lúcia Moniz y Colin Firth) nadan en un lago al que ha caído el manuscrito de Jamie, intentando rescatar las maltrechas páginas. Es una escena de lo más romántica y reveladora, que desemboca en el definitivo inicio del idilio entre ambos.

Lo GENIAL de esta escena en la que ambos «nadan» para rescatar las hojas es que el lago, en realidad, tiene menos de 50 cm. de profundidad, y Moniz y Firth estaban, en realidad, de rodillas. O eso dicen, porque yo no puedo evitar imaginármelos en posición de cangrejito como hacemos todos los mortales cuando vamos a salir del agua, e imaginarme al gentleman Colin Firth haciendo esto es una de las cosas más bonitas de la vida.

Volved a ver la escena, pero conociendo este dato. Decidme si no es un gran regalo de Navidad 🙂

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