Por supuesto, reducir a Rachel Weisz (y a la mayoría de estrellas) a un único papel es un error, pero seguro que os sirve muy bien para poneros en contexto:
La actriz, nacida en 1970 y casada desde 2011 con el también actor Daniel Craig (con quien tiene un hijo), se estrenó en pantalla a principios de los ’90 con episódicos en multitud de teleseries. Entre sus primeros títulos importantes encontramos Belleza robada, con Jeremy Irons y Liv Tyler, y entre sus primeros protagónicos destacados tenemos que parar en Reacción en cadena, de 1996, con Keanu Reeves y Morgan Freeman. Fue no mucho después (1999) cuando fue la coprotagonista, junto a Brendan Fraser, en La momia, donde interpretó a Evelyn (papel que repetiría en 2001 para la segunda parte), y en 2005 volvió a compartir protagonismo con Reeves en Constantine, interpretando a las gemelas Dodson, Angela e Isabel.
Sin embargo, el mismo año de Constantine se estrenaba también el papel por el que Weisz ganó su merecido Oscar a mejor actriz de reparto, por el que fue también nominada al BAFTA: El jardinero fiel. Tardaría trece años en volver a subirse a ese podio (al de los Oscar, los BAFTA, la Alianza de mujeres y una buena lista añadida), y sería por su papel, también secundario, en La favorita, de 2018, en la que interpretó deliciosamente a Lady Sarah en un drama de época en el que Sarah y la recién llegada Abigail entran en conflicto por el favor de la reina Anne.
Entre medias ha hecho cine casi de forma exclusiva. Pocos títulos y bien elegidos, algunos más que excelentes. En 2009 protagonizó la que, probablemente, mi favorita de entre sus películas (también una de mis películas favoritas): Ágora, en la que dio vida a Hypatia de Alejandría. En los años siguientes llegarían otros grandes títulos como The Lovely Bones, El legado de Bourne u Oz: Un mundo de fantasía, con James Franco, en la que interpretó a Evanora.
Langosta, de 2015, es uno de sus papeles más aclamados. En ella compartió cartel con Colin Farrell para protagonizar una historia sobre cómo, en una distopía próxima, los solteros son llevados a un hotel y obligados a encontrar pareja en cuarenta y cinco días o, de no ser así, son convertidos en bestias y expulsados al bosque.
Aunque a Langosta aún siguió un buen ritmo de un par de títulos por año, fue sin duda La favorita la película a destacar. Tras ella, hay un parón de tres años hasta que, en 2021, sorprendió al volver al cine en Viuda Negra, del UCM, poniéndose en la piel de Melina Vostokoff, espía rusa especializada en manipulación mental.