Robocop es una peli de acción estrenada en el ’87. Se cuenta que a su creador, Edward Neumeier, se le ocurrió la idea cuando le preguntó a un amigo de qué iba Blade Runner y este le respondió que de un policía que cazaba robots («cop hunting bots»). En la cabeza de Neumeier, las palabras se mezclaron y cobró forma la idea de un policía robot («hunting bot-cop»). Y de ahí a la gloria. En la peli, el policía Alex Murphy sufre un terrible accidente que casi acaba con su vida, y lo «recuperan» con un proyecto experimental metiéndole más hierro que un plato lentejas. Que aquello tenía que pesar una barbaridad, pero como los músculos también eran de acero, pues las gallinas que entran por las que van saliendo. No problem. Esta peli no era de miedo, pero «el robot malo» daba una grima terrible y a mí me dieron repelús los pasillos del cole hasta octavo de EGB.
Total, que dentro del traje de cartón piedra -o lo que fuera- de Robocop estaba Alex Murphy, y este era interpretado por Peter Weller, que tenía por entonces sus buenos 40 años, y que repitió papel tres años más tarde en la segunda entrega de la peli.
¿Y qué hizo Peter, después de ser Robocop dos veces?
Bueno, lo de Peter es una cosa realmente tremebunda, un no parar de trabajar. Para empezar, ya llevaba 15 años dedicándose a la actuación cuando fue Robocop y, de hecho, a día de hoy a sus 75 primaveras, sigue plenamente activo. Ha hecho un gran número de películas, algunas buenas y otras con muy mala crítica, pero ha tocado bastantes registros (sin llegar a apartarse nunca del todo de la imagen de «tipo duro»). Como es imposible nombrar aquí todo lo que ha hecho, daré un repaso por sus trabajos más sonados:
Su película más valorada (después de Robocop) suele ser Las aventuras de Buckaroo Banzai, del ’84, seguida de Leviathan: el demonio del abismo, del ’89.
El ’95 fue un buen año para Peter, ya que dos de sus trabajos de entonces se suelen colocar en los ránkings de cine en su top ten: Poderosa Afrodita, de Woody Allen (aunque no tenía papel protagonista) y en la canadiense Asesinos Cibernéticos (Screamers), donde se planta de nuevo en el futuro, en el año 2078, y en otro planeta, pero para hacer lo mismo: pegar tiros a todo lo que se mueva.
En 2005 fue el Capitán Paul Gallico en la versión para televisión de Poseidón.
En 2012, cuidadín con esto, fue la voz de Batman (y Bruce Wayne, claro) en la peli de animación Batman: the Dark Knight return.
YYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY en 2013 apareció en el papel de Marcus en Star Trek: en la oscuridad.
Cuidadín, que me pongo ahora con las series. No hay serie guapa por la que este hombre no se haya dejado caer.
Participó en casi 20 episodios de Odyssey 5 y en un par de ellos de Star Trek: Enterprise. En el 2006, fue Christopher Henderson en 11 capítulos de 24, junto a Kiefer Sutherland. En 2010, fue Stan Liddy en 8 maravillosos capítulos de Dexter.
Apareció en capítulos sueltos de Psych, House y Hawai 5.0. Y entre 2013 y 2014 lo pudimos ver en el papel de Charlie Barosky en la sexta temporada de Hijos de la anarquía.
En los últimos años lo hemos visto en episódicos y recurrentes en títulos desde The Last Ship hasta MacGyver, pero no os voy a engañar: si me lo he traído hoy es porque, hace apenas una semanita, me sorprendió (muy gratamente) verlo como protagonista en uno de los episodios de la recién estrenada El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro, en Netflix, en el séptimo episodio: La inspección.
Tengo que reconocer que, de toda la serie, es el episodio que menos me gustó (y eso que la serie la disfruté muchísimo). Pero, a ver… Encontrarse con Robocop siempre es una cosa buena.