Setenta años de una partición que lejos de llevar paz, ha traído conflicto. Así es y así sucedió la división de la colonia británica que dio lugar a la India y el Pakistán, que este mes ambos países celebraron su nacimiento.
Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno británico decidió dar la independencia a su más preciada colonia: la India. Ahora bien, en este enorme país vivía hindúes, musulmanes y sijs. Así que el criterio fue partir el país en dos: uno para los musulmanes, Pakistán, y el otro para los hindúes y sijs, la India.
Para llevar a cabo esta misión, el Reino Unido eligió al abogado Cyril Radcliff, que nunca había estado en la India. Tan solo le dieron cinco semanas y años más tardes, el mismo reconoció que ese tiempo fue insuficiente.
Si bien al principio hubo una explosión de euforia entre los dos países, la división no dejó satisfecho ni a unos ni a otros y a las pocas semanas empezaron unas disputas que hoy en día aún continúan en Cachemira un territorio que cada uno reclama como suyo.