
Una imagen de unas personas atendiendo a una de las víctimas del reciente atentado de Londres / 20 Minutos
Diecinueve hombres, principalmente de origen saudita, secuestraron cuatro aviones en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001 y los estamparon contra las dos torres gemelas, el Pentágono y el otro en un descampado de Pensilvania. Un británico, de 52 años, atropelló el pasado 25 de marzo a una multitud de personas con un coche, luego bajó del vehículo y apuñaló a un policía. El primer atentado lo perpetraron en nombre de Al-Qaeda, el segundo de ISIS ¿Cómo han cambiado los atentados terroristas?
Los dos tienen el mismo objetivo: crear terror. Pero tienen muchas diferencias claves. La primera el impacto. En el 11-S murieron más de 3.000 personas y en Londres cinco. En el caso Estados Unidos la imagen de los aviones estampándose contra las Torres Gemelas se quedará grabado en la retina y en nuestro cerebro para toda la vida.
Y es que a principios de siglo había la sensación de vulnerabilidad, pero se sabía que no era tan fácil perpetrar un atentado. El 11-S tardó años en gestarse, no se coció de un día para el otro. Y buena muestra de ello es que Al-Qaeda tardó años en volver a atentar a Europa, en concreto tres. La siguiente vez fue en el tren de Madrid, un fatídico 11 de marzo de 2004.
Niza, Berlín o Londres son las últimas ciudades que han sufrido atentados. Los tres ataques se han producido en nueve meses de diferencia y todos ellos tienen patrones comunes. Se han utilizado vehículos para arrollar a una multitud. En el caso de Niza, el autor era un franco-tunecino que vivía en la ciudad, en Alemania fue otro tunecino que también vivía en el país desde el 2015 y en Londres, un británico. Así pues, todos ellos conocían la zona.