
Un paste conmemora el año del nacimiento de la resolución 2286 para proteger a heridos y personal sanitario de los conflictos / Médicos Sin Fonteras
Siria sonroja no solo por la brutalidad de la guerra, la crisis de los refugiados en Europa, sino también por la cantidad de convenciones o convenios internacionales que se violan en ese país como los que obligan a proteger a heridos o personal sanitario.
La convención de Ginebra, que tiene que como finalidad proteger a las víctimas de los conflictos, se firmó por primera vez en 1864 un año después que naciera la Cruz Roja. Luego hubo cuatro modificaciones más y la última es del 21 de octubre del 1950.
Si bien al principio, las primeras se centraron más en proteger a los miembros de las fuerzas armadas heridos en combate o prisioneros de guerra, la última se basó en los derechos de los civiles. En este caso, la convención remarca que se debe de proteger a los heridos, enfermos o mujeres en cinta, pero también al personal médico o religioso. Asimismo, destaca que no se pueden atacar las unidades médicas o de transporte médico, es decir, hospitales o ambulancias.
El convenio también es claro en que se reconocen los distintivos que demuestren que ese edificio es un hospital o un centro que atiende a enfermos y heridos. Por eso, Siria sonroja porque se ha bombardeado en más de una ocasión hospitales, pese tener su símbolo de distinción.
De hecho, la vergüenza de la comunidad internacional llegó hasta tal punto que el 3 de mayo del año pasado el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas firmó la resolución 2286 para proteger a los civiles. La resolución recuerda que, según el derecho internacional, se tiene que proteger a los heridos y enfermos, el personal sanitario y humanitario, además, los medios de transporte y establecimientos médicos. También, resalta “la obligación de las partes en los conflictos armados de respetar y hacer respetar el derecho internacional humanitario” en cualquier situación.
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