Desde hace mucho tiempo me ronda la cabeza una idea: ¿por qué no incluir parámetros meteorológicos en los juegos de ordenador? Juegos, evidentemente, hay de muchas temáticas. Algunas serán más aptas que otras para esa inclusión. Quizá un sencillo comecocos o un juego de matar marcianos no sea el mas adecuado (aunque… ¿por qué no meter conceptos de space weather, como meteoritos, erupciones solares o explosiones estelares?) O a lo mejor en el Tetris tampoco tiene mucho sentido (salvo si dificultamos el juego haciendo que las fichas no se vean del todo por la niebla o sean más resbaladizas con hielo o nieve…)
Cada vez más, los juegos tienden a ser realistas. Puestos a ello, hagamos que la temperie sea parte del juego, que las condiciones meteorológicas, incluso las climatológicas, decidan pequeños avances o retrocesos en la dinámica de la partida. Que pueda ser empleada por algún jugador para sacar ventaja, o enviar dificultades a los demás. Quizá mi equipo de fútbol en el FIFA juegue mejor con viento y frío, o mi coche del F1 2013 vuele en mojado, evitando así las limitaciones de mi monoplaza… (de qué me suena esto…).
Hay muchos ejemplos, seguro que en tu juego favorito puedes introducir, de una forma u otra, una variable meteorológica, hasta en los Angry Birds hay pantallas en las que el viento hace de las suyas… Pero quizá sea en los juegos de simulación a gran escala (como e-Republik, por ejemplo) en donde podríamos hacer algo grande. Desde jugar a ser Dios, y mandar huracanes, tornados y sequías a nuestros contrincantes, a, simplemente, usar la meteorología en tiempo real, y dejar que la atmósfera decida quién lo pasa mal, obteniendo datos globales y aplicando criterios sobre cómo los jugadores se ven afectados.
Para finalizar, algo más cercano y mucho más útil, un proyecto de la UOC que me chiva una buena amiga por twitter y que tiene que ver con la búsqueda de rutas de distribución eficientes. Algunas empresas logísticas del Estado ya lo están empezando a usar, y de esta forma optimizan el tiempo que un paquete tarda en llegar a su destino. Todo el juego, llamado Algor, se basa en un algoritmo de búsqueda de rutas, aplicable a muchos otros ámbitos. Puedes hasta competir contra el propio algoritmo. Y lo que Anita –especialista en ideas– con mucho criterio y siguiendo nuestra filosofía, me hace llegar, es que mezclar la meteo en tiempo real con este algoritmo quizá fuese una opción más realista aún y un buen modelo de negocio. Desde luego, un día lluvioso o con nieve esas rutas serán más lentas, y eso el algoritmo, que yo sepa, no lo tiene en cuenta.
Desde aquí nuestra disposición a colaborar en este o cualquier otro proyecto en donde la meteo pueda ser un factor decisivo.