Capturando la temperie Capturando la temperie

Tenemos todo el tiempo del mundo para ti

Archivo de agosto, 2012

El timo de la luna azul

Bonito nombre, ¿verdad? Esta noche, la última del mes de agosto de 2012, podremos disfrutar de un fenómeno conocido como luna azul. En inglés se sale: Blue Moon. Brutal, ¿no? Pero me temo que muchos que han leído o escuchado la noticia se llevarán un chasco. El calificativo de la Luna de esta noche no tiene nada que ver con el color del cuál la veremos.

Resulta que a alguien se le ocurrió darle ese nombre a la cuarta luna de un trimestre. Me explico. Cada estación tiene tres meses y, por lo tanto, tres lunas llenas. Los granjeros nativos americanos llamaban a estas lunas con nombres como la Luna de los Cazadores, la Luna de la Cosecha, la Luna de la Nieve, etc…

Luna eclipsada, más oscura de lo normal. Nunca azul. Foto: Nutdanai Apikhomboonwaroot

Luna eclipsada, más anaranjada de lo normal. Nunca azul. Foto: Nutdanai Apikhomboonwaroot

Muy raramente, cuando una luna llena coincide en día 1 ó 2 del mes, puede darse el caso de que vuelva a repetirse a finales de mes. Hay que tener en cuanta que el ciclo lunar no coincide exactamente con un mes, sino que es algo menor. Cuando esto pasa, estamos ante la segunda luna llena en el mismo mes, la cuarta del trimestre, y a esta luna se le llama Luna Azul. En lo que llevamos de siglo este hecho se ha repetido en:

  • Noviembre de 2001
  • Julio de 2004
  • Junio de 2007
  • Diciembre de 2009
  • Agosto de 2012

Y las siguientes serán en:

  • Julio de 2015
  • Enero de 2018
  • Marzo de 2018
  • Octubre de 2020
  • Agosto de 2023
  • Mayo de 2026

Y es una Luna maravillosa, plena, la reina de nuestras noches y musa de poetas. Como todas las lunas llenas que las nubes dejan ver. Y teñida del mismo color que siempre, más anaranjada en el horizonte y más blanca en el cénit. Como siempre.

No será azul, avisados estáis.

La calima, polvo en el cielo

Un día sales de casa y el bochorno es insoportable. Miras al cielo y no se ve, y sin embargo, no hay nubes. ¿Qué esta pasando? Ese color blanquecino y esa atmósfera pesada la provoca la calina, o calima.

La calima no es más que partículas de polvo o de ceniza en el aire. Viajan montadas en los vientos dominantes y hacen que el cielo no pueda lucir su azul habitual. Además, provocan efectos muy indeseados, que vamos a repasar. Pero antes, fijaos cómo se ve una advección de polvo africano sobre Canarias. Es una foto de satélite de Mazo de 2010 y pocas palabras hacen falta para entender el fenómeno.

 

Polvo africano en suspensión arrastrado desde Africa, en marzo de 2010. Foto NASA.

Polvo africano en suspensión arrastrado desde Africa, en marzo de 2010. Foto NASA.

Canarias es una de las regiones más afectadas por la calima. Su proximidad al continente africano y al desierto del Sahara la hacen más vulnerable. Una configuración atmosférica con vientos marcados del este y ahí aparecerá, nublando los cielos con ese tono amarillento característico. Si los vientos dominantes son del sur, entonces es muy posible que esa masa cálida africana, que muchas veces arrastra polvo desértico, se adentre en la península y Baleares, y entonces la calima, no tan intensa normalmente como en Canarias, aparece en cielos de Málaga, Madrid o incluso Bilbao. En cualquier zona.

La calima puede estar provocada por cenizas volcánicas o por incendios cercanos. Desgraciadamente este verano está siendo horroroso en este aspecto en nuestro país, en parte por las altas temperaturas padecidas las últimas semanas y en parte por los malnacidos que los provocan. Estos incendios también han dejado intensas calimas en muchas zonas.

Los asmáticos y personas con problemas respiratorios suelen pasarlo muy mal, ya que la calidad del aire baja en picado. También mayores y niños sufren. Es conveniente que no estén mucho tiempo al aire libre, aunque el polvo en suspensión también se introduce en las casas y lo deja todo perdido. Si coincide con un episodio de lluvias o chubascos, el agua se mezcla con ese polvo o arcilla en suspensión y provoca las lluvias de barro, que dejan nuestro coches hechos polvo. Literal.

Además, al estar acompañada por vientos del sur, directos del continente africano, el calor suele ser protagonista. No sólo el ambiente es irrespirable por la calidad del aire, sino porque las temperaturas se encargan de hacerlo peor aún

Por suerte, el episodio de calima que hemos sufrido este mes de Agosto tocó a su fin hace días, pero no os confiéis, la calima volverá y nos dejará otra vez esas sensaciones tan desagradables cuando menos lo esperemos.

 

 

Un Índice de Salud Oceánico para… ¿nuestro provecho?

Poco hablo de los océanos en esta bitácora. Casi siempre de la atmósfera y el Sol. Y, sin embargo, esas grandes extensiones marinas son básicas en el sistema climático. Sol y agua definen, a través de la atmósfera, el clima terrestre. Hablemos un poco de ellos.

Resulta que leo en la revista Nature que los científicos marinos han llegado a elaborar un índice de salud oceánica. Un índice para evaluar la salud y los beneficios de todos los océanos de nuestro planeta. Han tomado diez parámetros y se evalúan características tales como la provisión de alimentos, el carbono en sus aguas, el valor para el turismo, la biodiversidad, etc. De esta forma, el ISO (Indice de Salud Oceánica) pretende reflejar tanto la sostenibilidad del ecosistema como las necesidades de los seres humanos.

¿La salud del océano en un sólo índice? Formentera (2010). Foto ER.

¿La salud del océano en un sólo índice? Formentera (2010). Foto ER.

Tras el cálculo de esos diez parámetros en cada país con océano y su agrupamiento en un único valor -varían desde un 36 a un 86 sobre 100-, el resultado global es un 60 sobre 100. Un seis, vamos.

Aparte de que el procedimiento sea más o menos discutible y que los criterios para llegar a él lo han decidido un solo grupo de científicos, realmente no parece un número tan malo. Quizá empieza a serlo cuando en la letra pequeña leemos que casi un tercio de los países no aprobaron y sólo un 5% puntuaron más de 7. Y peor aún cuando parece que los países desarrollados puntúan mejor que los países en vías de desarrollo.

Nos dicen que el índice proporciona una herramienta muy sólida para aumentar la conciencia pública, la gestión de los recursos, la mejora de las políticas y que todo ello prioriza la investigación científica. Bonitas palabras, sin duda, pero personalmente algo no me cuadra. No se ven verdaderas medidas de la salud del océano, y, sin embargo, sí muchas que tienen que ver con nuestro propio beneficio y aprovechamiento de los mares. Pareciera que estamos midiendo los océanos para saber cómo pueden servir al ser humano y a nuestra propia satisfacción.

Me temo que, una vez más, nos miramos el ombligo y pensamos más en nosotros que en nuestra Casa Tierra. Ojalá me equivoque.

#EsPorElla 

¿Qué es una noche tropical?

Estamos en los días más calurosos del año, no hay que ver mas que las máximas para comprobar cómo los 40ºC son alcanzados en varias capitales españolas sin problema. Calor abrasador de agosto, incluso por encima de lo normal en alguna zona. Pero no sólo por el día el mercurio quiere salirse del termómetro. Las noches son tremendamente cálidas, incluso en algunos casos, como el de Madrid, y a pesar del cambio de ubicación de la estación de Retiro, algo que podría influir en los datos, batiendo récords de mínima más alta. La expresión noche tropical está de moda y ya en todos los informativos se utiliza.

Pero… ¿qué es en realidad una noche tropical?

Una vez más, no disponemos de una definición oficial meteorológica, sino que el término parece ser más bien periodístico. Y, claro, aparecen diversas interpretaciones. Esta es mi opinión personal acerca del tema.

 

A la caída del Sol el calor sigue apretando... Puesta de sol en Formentera en 2010. Foto ER.

A la caída del Sol el calor sigue apretando… Puesta de sol en Formentera en 2010. Foto ER.

 

Por un lado, no parece muy lógico llamar tropical a una noche europea… Por mucho calor que haga en Valencia, Cádiz, Sevilla o Santander, no son zonas tropicales. Más bien deberíamos llamarla noche cálida, o casi mejor noche excepcionalmente cálida (NEC). Pero aceptemos el calificativo y demos por sentado que todo el mundo sabe que no estamos en el trópico.

Una noche tropical, o una NEC, es una noche en la cual el termómetro no baja de una determinada temperatura. Es decir, la mínima está por encima de un umbral. No tiene nada que ver con la amplitud térmica, esto es, la diferencia entre esa mínima y la máxima diurna. La máxima será más o menos alta, se podrá llegar a los 30ºC o a los 40ºC, pero eso no define lo que es una NEC.

Es el umbral mínimo lo que la define. Ese umbral se toma normalmente en 20ºC. Una mínima -normalmente alcanzada al amanecer- igual a superior a 20 grados centígrados define esa noche tropical. Así de simple. Aunque creo que deberíamos ir algo más allá. No sólo en que, quizá, dependiendo de la zona, ese umbral debería cambiar (no es igual una mínima de 21ºC en Soria o Teruel que en Valencia o Cádiz) sino que lo que realmente queremos dar a entender con una noche tropical es que se abandona la zona de confort térmico de nuestros cuerpos. Que hace demasiado calor para dormir, por ejemplo. Esa es la esencia de las noches tropicales. Y para medir ese confort, tenemos que echar mano de la sensación térmica, un valor que no sólo depende de la temperatura, sino de la humedad y del viento.

De esta forma, no es lo mismo 22ºC con baja humedad (30%HR) que esos mismos 22ºC con una humedad relativa del 90%. En el segundo caso, la sensación que tendremos no será confortable, precisamente. Equivaldrá a varios grados más, y tiene más sentido el calificativo al que hacemos mención.

Aún nos quedan un par de noches excepcionales, noches de calor e insomnio, noches tropicales o cálidas, así pues, paciencia para las que no puedan disponer de aire acondicionado. Es verano y estamos en España.

Los restos de Gordon en el Atlántico

Como estaba previsto, Gordon como huracán es ya historia. Afectó a las Azores con violencia, fuertes rachas de viento de hasta 170 Km/h y lluvias intensas, pero no provocó graves incidencias más allá de las lógicas inundaciones. Ahora es una depresión post tropical, una borrasca de especial belleza que se enrosca en las frías aguas Atlánticas, las mismas que acabaron con sus características huracaneras

He aquí su aspecto desde el satélite TERRA, una fantástica imagen de un ya inofensivo fenómeno natural. Pincha aquí para verla en su máximo esplendor…

 

Los restos del huracán Gordon ya no serán noticia, salvo por su belleza. Foto NASA.

Los restos del huracán Gordon ya no serán noticia, salvo por su belleza. Foto NASA.

 

Gordon: el huracán de las Azores

No es muy habitual que un huracán se acerque por nuestras latitudes (os adelanto que este tampoco lo hará). Podríamos decir incluso que es extraordinario. Las condiciones que favorecen la aparición y crecimiento estable de estos monstruos oceánicos no son las más adecuadas cerca de nuestro país. Se cuentan con los dedos de una mano las veces que alguno ha rozado terreno español, sobre todo las Islas Canarias, ya con sus características huracaneras muy deterioradas…

Gordon, una tormenta tropical que nació en mitad del Atlántico, ha sido, y es, el centro de atención los últimos días. Es el tercer huracán de la temporada en el Atlántico, tras Chris y Ernesto. Su transición a huracán de categoría 1 estaba anunciada, así como su trayectoria hacia el este, en dirección Europa, algo no muy común en estos sistemas, que prefieren tomar el camino oeste y visitar tierras caribeñas o americanas.

Pero, contra todo pronóstico, Gordon ha pasado a categoría 2 en las últimas horas. Habrá que estudiar con mayor detenimiento las causas, pero en ninguna quiniela se apostaba por este fortalecimiento. Azores, que normalmente disfruta de su permanente y famoso anticiclón, se prepara esta vez para la embestida inminente de vientos sostenidos de más de 130 Km/h y fuertes lluvias. Es el único terreno firme que sufrirá de verdad los efectos más indeseables de este gigante de las tormentas.

 

Trayectoria e intensidad del Huracán Gordon, según NHC.

Trayectoria e intensidad del Huracán Gordon, según NHC.

Los pronósticos debilitan a Gordon desde esta misma mañana, y su trayectoria no representa ningún peligro para terreno español. Las Islas Canarias vigilan de cerca, y hacen muy bien, pero no parece probable que Gordon decida visitarlas, yo estaría tranquilo. Tampoco la península sufrirá los efectos del huracán, ya que se degradará y perderá sus características de huracán muy pronto. Lo más probable es que, para su llegada a las costas de Portugal y de Galicia hacia mediados de la semana que viene, Gordon sea ya una borrasca convencional, restos de lo que un día – hoy domingo- fue.

 

Diez características del levante y del poniente en Cádiz

El viento – o más bien su dirección en determinadas regiones de nuestro país- decide la mayoría de las veces cómo serán tus vacaciones. Pero no siempre de la misma forma. Dependiendo de si viajas a Vigo, Santander, Valencia, Almería, Málaga o Cádiz, ese mismo viento y esa misma dirección definen una serie de características diferentes. Veamos diez de ellas para la zona de Cádiz, haciendo énfasis en que este comportamiento no es válido en Valencia, por ejemplo, sino más bien todo sucede al contrario.

Veamos antes dos fotografías realizadas durante mi estancia en las playas de Vejer de la Frontera (Cádiz), más concretamente en El Palmar, desde donde escribo esta entrada. Una muestra un día de levante y la otra uno de poniente.

 

Viento de levante en la playa de El Palmar, Cádiz. Foto ER.

Viento de levante en la playa de El Palmar, Cádiz. Foto ER.

 

La misma playa tres días antes, con viento de poniente. Foto ER.

La misma playa tres días antes, con viento de poniente. Foto ER.

Las banderas.-

Lo primero que miras cuando sales de casa. Las de la playa, las de los chiringuitos, las de alguna casa cercana. Con levante apuntan al oeste, hacia el mar. El viento viene del interior, cálido y seco. Con poniente el viento llega del mar, fresco y húmedo, y las banderas apuntan hacia el interior, hacia el este.

El cielo.-

El cielo de levante es turbio, su azul es sucio, lleno de polvo y tierra, el aire pesado, bochornoso, y al Sol le cuesta atravesar tanta capa de aire enrarecido, sobre todo al atardecer. La puesta de Sol no suele ser muy vistosa, pues el disco solar se oculta y deja de ser visible. Con poniente el cielo es azul limpio, y el aire transparente. La visibilidad es muy elevada y el Sol brilla intensamente hasta la hora de la puesta, sacando los colores más vivos a todo el paisaje.

Los insectos.-

Con levante los insectos se ponen muy pesados. Moscas y mosquitos se multiplican, aparecen de la nada. Las libélulas pueblan las plantas y las pequeñas palmeras. Las noches son una auténtica pesadilla debido a las picaduras y los insecticidas son complemento imprescindible para esas noches de insomnio y calor. Con poniente, ni rastro de mosquitos y a dormir tapado con sábana

La piscina.-

Imprescindible en esta zona con levante, la playa no es una opción. El problema es que se ensucia, se llena de arena, pero aún así es la mejor opción, junto con algo de césped. Tanto dentro como fuera de casa el bochorno es insoportable, el mejor sitio es a remojo. Con poniente y apenas 24ºC la piscina casi ni apetece. Sólo, quizás, a mediodía, cuando el sol aprieta. Pero de ninguna forma a primeras o últimas horas, como con levante.

La playa.-

Imposible con levante. La arena se levanta y pincha en las piernas y el cuerpo. Se mete en los ojos. Las toallas y pareos son imposibles de usar, y las sombrillas vuelan y se convierten en peligrosas velas con pincho… El poniente sin embargo es el viento que te hace ver la puesta de sol en la playa abrigado con una sudadera

El sonido del mar.-

Con viento de poniente y a más de un kilómetro tierra adentro el mar se oye perfectamente. El sonido del azote de las olas rompiendo en la playa se transmite por el aire y se interna en tierra, y, desde muchos metros es absolutamente apreciable. Con viento de levante imposible oír el mar, y si las fiestas y música de alguna casa cercana del interior.

La temperatura.-

Una de las mayores diferencias entre el levante y el ponente se produce en las temperaturas. El viento de levante, al atravesar todo el este de Andalucía, pierde humedad y gana temperatura, haciendo subir la misma en la zona oeste. El aire recalentado y seco hace que con levante no sea nada agradable pasear a mediodía y que por la noche sea complicado conciliar el sueño. El poniente llega fresco y húmedo del mar, conservando el aire a menos temperatura y haciendo más agradable tanto noches como días.

La humedad.-

Derivado de la procedencia del viento la humedad es más o menos alta. Algo más baja a pesar de la cercanía del mar con levante, y se dispara con poniente, debido al recorrido marítimo del viento.

El humor.-

Curiosamente parece que el levante pone de peor humor que el levante poniente, pero no es extraño viendo los anteriores puntos. Calor, bochorno, día sin playa con uno y fresquito, dormir bien y espectaculares puestas de Sol con el otro. Mejor humor con poniente.

El viento.-

Definitivamente, cuando el levante es fuerte poco o nada se puede hacer que no sea refugiarse en casa o ir de tapas. Las rachas mantenidas pueden llegar a los 60 ó 70 kilómetros por hora, con rachas de más de 100 Km/h.

Así pues, ya sabes lo que te espera cuando te dicen por aquí: «ojo que viene una buena levantera«, o porqué al poniente siempre le llaman ponientito rico… 🙂

 

Los arco iris gemelos o hermanados, al descubierto

Todos conocemos los arco iris. Un día de campo, de repente se nubla, y la tormenta aparece. El Sol ilumina por un lado y las nubes negras y las cortinas de precipitación acechan por otro. En un momento dado la lluvia comienza, pero el sol sigue luciendo. De repente alguien grita: “¡Mirad, un arco iris!”. Y todos disfrutan del bello espectáculo de color celeste que supone el fenómeno.

Los arco iris son un fenómeno casi inédito en el sistema solar. Muy pocos planetas son capaces de producir la maravillosa combinación de la luz solar – común a todos- reflejándose y refractándose en las pequeñas gotas de lluvia. No precipita agua líquida en ningún planeta. Quizá nubes de helio o de cristales de hielo sean capaces de producir algo parecido, nunca igual. El arco iris es una marca genuina terrestre, nuestro bello tesoro colorido envidia de nuestros vecinos estelares. A veces son dobles -el de abajo primario y el de arriba secundario- y, entre ellos, se produce el sorprendente efecto de la banda de Alejandro, esa zona más oscura entre ellos. Puedes leer más datos técnicos aquí.

Arco iris gemelo en Almansa (Albacete), el 31 de Mayo de 2009. Foto: Antonio Jiménez.

Arco iris doble y gemelo en Almansa (Albacete), el 31 de Mayo de 2009. Foto: Antonio Jiménez.

Detalle del arco iris gemelo. Foto Antonio Jiménez.

Detalle del arco iris gemelo. Foto Antonio Jiménez.

Pese a que durante cientos de años los hemos estudiado concienzudamente, los arco iris aún guardan secretos. Sabemos que los hay dobles, primarios y secundarios, supernumerarios, completos y parciales, más o menos nítidos, anchos o estrechos… y gemelos. La razón de estos últimos no se sabía. Son los más raros de ver, los más extraños. Pero jugando con ordenadores y simulaciones esta razón ha sido descubierta recientemente. Parece que el tamaño diferente de las gotas de lluvia hace que las más grandes, pertenecientes quizá a un chubasco más intenso, se achaten, se vuelvan como mini hamburguesas líquidas, y refracten y reflejen la luz de forma anómala. De esa manera producen esta rara avis de los arco iris, los gemelos o hermanados.

Una razón más para amar nuestra Casa Tierra y sus maravillosos y únicos tesoros.

 

Porqué no terminan de convencerme las aplicaciones de meteorología para móviles

Muchas veces me preguntan por mi aplicación favorita del tiempo para el móvil. Hay multitud, y desde luego, existe demanda por parte de los usuarios. En primer lugar, y a riesgo de ser repetitivo os repetiré una de mis frases favoritas: “El tiempo influye en mayor o menor medida en todas y cada una de nuestras actividades”. Por otro lado, el uso de móviles está mayoritariamente extendido.

La unión de esa necesidad y esa herramienta es definitivamente ganadora, y de ahí el auge de este tipo de aplicaciones. Todos los móviles de última generación incorporan este tipo de información de serie, pero, aún así, quien más o quién menos tiene dos o tres aplicaciones más de meteorología instaladas.

Pues bien, volviendo a la pregunta os diré que mi respuesta es: “Ninguna aplicación me gusta”. Y la razón es que todas las aplicaciones del tiempo fallan en algún momento. Y me explico.

Tabletas y meteo, buena combinación.

Tabletas y meteo, buena combinación.

Una de las características que debe cumplir este tipo de aplicaciones es informar del tiempo actual y, sobre todo, ofrecer pronóstico para los siguientes días en cualquier ciudad o localidad que sea de nuestro interés. Esos son muchas localizaciones. Cientos, miles, docenas de miles. Los pronósticos a granel sólo los pueden realizar máquinas, ordenadores. Poder responder con precisión –y a la vez– el tiempo que va a hacer en Trujillo, Suances, Vejer de la Frontera, Llanes o en cualquiera de los más de 8100 municipios españoles (por no contar con el resto del mundo) no es tarea fácil. Se tienen aproximaciones, pero la calidad se resiente. Por eso las predicciones fallan. No pueden personalizarse y son tendencias, algunas mejores que otras, es cierto. Pero no ofrecen garantías suficientes de acierto a más de dos o tres días. Por no decir que la información ofrecida es en ocasiones escasa y poco detallada. Por eso no me fío de esas aplicaciones. No me gustan y no las recomiendo. Sólo las diferencio por el diseño que emplean. Ahí si que veo un gran potencial, en comprobar cómo cada una de ellas usa el diseño y la imaginación para presentar el tiempo de forma diferente.

Pero eso es otra historia y será contada en otra ocasión… 😉

 

El mítico rayo verde existe

Estás en la playa tras un magnífico día de sol y calor. El Sol está a punto de ponerse y todo el mundo está pendiente. La luz ya es tenue y en el horizonte el astro rey se sumerge en el océano y parece que se apaga. En el último momento, cuando apenas el último rayo queda visible se produce un momento mágico. El amarillo se torna en verde por un instante y muchos piensan que ha sido un sueño o lo han imaginado.

Y no. El rayo verde existe. No es un mito. Es un fenómeno óptico muy difícil de ver, que precisa de unas condiciones determinadas, pero es real, y yo lo he visto. Se necesita un horizonte muy lejano y liso, que permita ver la puesta hasta el final y con muchas capas atmosféricas encima, y claro, ausencia de nubes. En el momento de la puesta, del último rayo, la luz no es tan fuerte y esas capas atmosféricas, esas capas de aire, pueden actuar como un prisma, y convertir ese amarillo anaranjado en verde. Y no sólo en verde, sino en azul, un rayo más complicado de ver aún.

En esta fotografía de  Juan José Manzano, del Grupo de Observadores Astronómicos de Tenerife, podemos ver ambos en todo su esplendor.

El rayo verde. Y el azul. En Tenerife. Foto Juan José Manzano.

El rayo verde. Y el azul. En Tenerife. Foto Juan José Manzano.

 

Aquí osdejo algunas fotografías del efecto, ojo no todas son rayos verdes, algunas son auroras boreales, que no tienen nada que ver y su origen es diferente.