Nunca pensé en titular así un post, pero a la vista de algunas informaciones aparecidas en prensa digital, avaladas por el canal francés Météo, creo que es bueno recordarlo y poner las cosas en su sitio.
Según el citado pronostico, hay un 70% de probabilidad de no tener verano en Europa occidental. Así de fuerte. Y nos lo quieren hacer creer atestiguando que en 1816 ya pasó. Claro que pasó, y seguramente ayudado en buena medida por un volcán llamado Tambora, que cubrió de cenizas medio planeta y evitó que el Sol (más apagado de lo normal en esos años) calentara como es debido.
Nunca ha vuelto a pasar y, desde luego, no pasará este año. Podremos tener veranos más calurosos, más frescos, más o menos lluviosos, pero todos son veranos. En todos ellos hace calor, en todos ellos nos bañamos en nuestros mares y océanos y en todos ellos tenemos problemas para dormir por las noches.
Poco más que añadir, tendremos verano este año. Vendrán los calores agobiantes, sudaremos la gota gorda y suplicaremos poder descansar por las noches, como todos los años. Los refranes están ahí por algo, dejemos que llegue el 40 de mayo y entendamos que la primavera es, además de la estación de los primeros calores, época de cambios, de tormentas, de fríos nocturnos. No queramos hacer noticia de algo que no lo es. Esperemos que llegue el verano y ya veremos cómo es.
Los modelos a medio y largo plazo sólo sirven para rellenar minutos y páginas en algunos medios.
Aquí queda escrito, en Agosto nos leemos y a ver qué pasa.