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Sitges 2014: asesinos natos y asesinos prefabricados

Sitges 2No es el desfile de celebrities de San Sebastián, o Cannes, pero en el primer fin de semana del Festival de Sitges se acostumbran a reunir el mayor grueso de invitados ilustres. El viernes se inauguró con Rec4: Apocalipsis, de la que ya les hablaré más ampliamente cuando se estrene a finales de este mes, y que se presenta al menos por parte de su principal equipo técnico y artístico como el cierre definitivo a la saga de terror más rentable que ha dado el cine español.

Las valoraciones en general la sitúan como una película más bien floja. Yo mismo hice una encuesta científica y, entre los 7 preguntados, a 6 les pareció tirando a endeble, con personajes y soluciones de guión poco aceptables, menos al séptimo que aún se lo estaba pensando porque lo que le preocuba era saber porque Manuela Velasco no tenía alguna escena enseñando algo más de carne. Pero el director Jaume Balagueró, por momentos con el piloto automático puesto, y con escenas de acción en la que no sabes muy bien que está ocurriendo, demuestra su buen oficio; y al fin y al cabo es la clausura de una saga que se ha convertido en mítica para muchos.

Era el primer día y empezó con retraso, la proyección de la mañana, la rueda de prensa, las entrevistas… pero tenía ganas de entrevistar a Jaume y Manuela. Empezé con Jaume Balagueró y lo primero que le dije es «Jaume, no tengo ninguna pregunta original que hacerte». Normalmente en las ruedas de prensa y entrevistas personales, la prensa somos así, las preguntas a las que deben de responder siempre son las mismas. Con Manuela Velasco me supo mal. Eran las 17:30 y aún no había comido. Me senté en una pequeña mesa del jardín del Hotel Meliá preparado con servilletas y cubiertos, y la entrevisté mientras ella ya tenía delante un plato de pan con tomate y jamón serrano. Lo mejor fue, pese a todo, verla como siempre con una sonrisa y sin reparos iba atendiendo también a las peticiones de foto o autógrafos de los fans.

La otra producción destacada del fin de semana era Musarañas, con labores en la producción de Álex de la Iglesia. Y diría, aseguraría, que fue una de las grandes sorpresas del festival. Quizá nadie esperaba demasiado, pero la obra de los debutantes en el largometraje Esteban Roel y Juanfer Andrés, es una notable comedia negra que, de paso, recuerda al mejor Álex de la Iglesia, el de La comunidad; y las interpretaciones, sobre todo de una Macarena Gómez maravillosa, reclaman desde ya mismo su buena ración de nominaciones en la próxima edición de los Goya.

Y sí, Hugo Silva en persona es tan o más guapo de lo que aparece en pantalla, y Nadia de Santiago un encanto. Ambos también forman parte esencial de este sorpresón que tiene previsto estrenarse el 25 de diciembre.

La pena es que otro de los invitados estrella del fin de semana, el director Roland Emmerich, no concediera entrevistas a los medios (sólo las 3 lógicas para los medios colaboradores del festival). Por la noche del sábado, en la presentación de Musarañas, también se homenajeó a otra actriz memorable, en teatro, cine y televisión, una de las actrices símbolo del género en los setenta: María Kosty (aún en activo). Se le hizo entrega del Gran Premio Honorífico. No pude estar. Musarañas ya la había visto en el pase de prensa abierto al público de la mañana, pero me cuentan que estuvo inmensa en su speech de agradecimiento. Una veterana con muchas tablas. Se ganó al público del Auditorio en un santiamén.

Y bien, les dejo con un par de pelís que no tienen nada que ver con todo esto, pero de las que han ido sobresaliendo en la amplia selección de largometrajes de Sitges. Dos películas de estilo, cinematografía y argumento muy distintos sobre asesinos vocacionales, armas de matar sin piedad.

( Foto: Web del Festival de Sitges )

 

‘The Guest’

The GuestSi hubiera un premio en Sitges al mejor macho man o sex symbol se lo llevaría de calle Dan Stevens. Absolutamente magnético y seductor, en un registro de duro y una mirada intensísima (riansen del icono creado por Ryan Gosling en Drive). Vamos, que muy alejado del personaje del buenazo del abogado Matthew Crawley que nos tiene acostumbrados en la serie Downton Abbey. Algunos de sus diálogos y escenas (una de ella apareciendo de entre el humo de una vaporosa habitación sin camisa) fueron de las más aplaudidas por el público. Carisma al 100%.

En The Guest, dirigida por Adam Wingard, el firmante de la horroríficamente divertida Tú eres el siguiente, interpreta a David, un exsoldado de la guerra de Afganistan que un buen día, y sin avisar, se presenta en casa de una familia que aún llora la pérdida de su hijo mayor en combate. David dice ser un gran amigo del muchacho fallecido y pronto va ganándose, con su simpatía y agradables maneras, la confianza de los padres y la admiración del hijo menor, excepto de la hermana (Mayka Monroe), que empieza a dudar de las verdaderas intenciones de éste. David no sólo es un seductor irresistible, también una máquina de matar perfecta. Un «soldado universal».

Sin embargo, las efectivas y buenas maneras de narrar del director se van diluyendo en la traca de la media hora final, cuando pierde las buenas posibilidades argumentales que ofrecía en pos de una mayor previsibilidad y un thriller para adolescentes, con desenlace final en un inquietante decorado de Halloween. ¡Lástima! Podía haber dado para mucho más. La película tendrá distribución en España.

Algo de sexo

Algo de desnudos

Algo de violencia

Algo de gore

Algo de tensión

 

 

 

 

‘Killers’

Killers-2014De una producción japonesa (en coproducción aquí con Indonesia) sobre psicópatas en estado puro, entregados al malsano placer de matar al prójimo, sólo cabía esperarse una de esas habituales propuestas extremas, con ráfagas de poesía y humor a veces un tanto absurdo, que tanto predomina en la cinematografía asiática, regado con sangre, mucha sangre y violencia. Y de nada de ello carece este filme dirigido por el dúo de directores indonesios denominados The Mo Brothers (Kimo Stamboel y Timo Tjahjanto).

Sobre todo si el argumento se centra en la fascinación que dos individuos sienten hacia la muerte en vivo y directo. Uno, un niñato bien solitario y obsesionado con el recuerdo de su hermana muerta, la ejerce planeando y realizando sus particulares snuff movies que luego colgará en páginas prohibidas en Internet, y siempre utilizando a jóvenes muchachas como carnaza. El otro, un periodista padre de familia, separado y honesto, que tampoco es capaz de disimular la atracción que le ofrecen esas imágenes perversas aunque, todavía, no se ha puesto en ello, en el absolutamente innoble arte de matar. Filmada de manera realmente impecable, hay sin embargo soluciones de argumento y momentos absurdos, ridículos e inverosímiles, pero el invento les funciona convirtiéndole en uno de los thrillers nipones sádicos de la temporada. Y lo peor, para el espectador, es que te pone en un dilema moral porque, al fin y al cabo, al igual que clásicos como La ventana indiscreta, El fotógrafo del pánico o Funny Games, acaba señalándonos a nosotros como espectadores, por esa fascinación que también sentimos viendo las desgracias y las muertes de los demás. Lo mucho que nos gusta ver morbo en pantalla, grande o pequeña. ¡Quién esté libre de culpa que tire la primera piedra!

Algo de sexoAlgo de desnudosMucha violencia

Mucho gore

Algo de tensión

 

 

 

 

Sitges 2014: fenómenos paranormales paralizan a centenares de personas

Sitges 2014Supongo que este fin de semana habréis acudido en masa a los cines a ver la nueva de Torrente, y espero que alguno también a esa joya que es La isla mínima. Sin embargo, desde el pasado viernes, en la localidad catalana costera de Sitges el mundo se ha paralizado para centenares de personas. No por causas paranormales, pero casi. Desde hace 4 días lo único que importa no es el «desafío soberanista catalán del 9-N», si la Pantoja ingresa en prisión o el escándalo de las «tarjetas B» de Caja Madrid sino las películas que se proyectan en la edición 47 del Festival de Cine Fantástico de Sitges.

Para la prensa, amantes del cine de género, aficionados y frikis varios acreditados para cubrir el certamen (unos mucho, otros bastante, hay que menos y otros nada) lo único a considerar es como ir cuadrando horarios, e ir consiguiendo tickets para las sesiones de tarde o noche, para llegar a ver el máximo posible de películas. Hay que luchar contra el sueño, el cansancio o decidir entre cual ver teniendo en cuenta que muchas propuestas se solapan en horarios. El fin de semana siempre empieza intensamente. Todas parecen de lo más interesante o tener alguna buena referencia, de no sé quién o dónde, para no perdérsela. Luego, la mayoría resultan ser un bluf, un auténtico aburrimiento. Pero aún así, la droga cinéfila exige seguir inyectándose más y más.

Muchos podrán pensar que esto de hacer de crítico o cronista de cine (o pseudocrítico, como es mi caso) es un trabajo cómodo, para vividores. No es así. Imagínense lo que es ver por lo menos entre 3 o 5 películas al día (ya son entre 5 u 8 horas por lo menos de tiempo por jornada), algunas tostones larguísimos, hay días sin prácticamente tiempo para comer algo en condiciones, robándole horas al sueño, todo a deshoras, cuando acaba una proyección ir corriendo a otro de los cines o a hacer cola para la siguiente sesión en la misma sala, sin tiempo apenas de tomarse un café… Después sumen el tiempo empleado si se desea hacerle alguna entrevista a directores o intérpretes, más la dedicación para escribir los artículos, críticas o entrevistas.

Y, entre lo peor, el que casi todos los pases para la prensa se limitan a la mañana, a partir de las 8:00, y a los de las primeras horas de la tarde como mucho, por lo que si se desea intentar obtener una entrada de invitación hay que levantarse antes de las 7:00 para online, a través de la web de Sitges, solicitar los tickets.Y hay que ser muy, muy rápido y ágil en ello porque las sesiones más solicitadas se terminan en seguida. Un microsegundo para rascarse la nariz y, ¡zas! , a las 7:00 y un segundo aquella proyección a la que ansiabas ir el día siguiente desaparece delante de tus ojos con la nefasta respuesta de «no disponible».

Sobre como es estar en Sitges o las anécdotas os iré contando, siempre que me permitan acompañarles en este paseo virtual. De momento les dejo con la ración diaria de la breve crítica de 2 de películas proyectadas y que, por alguna razón u otra, han ido destacando (es decir, según mi propio criterio aleatorio y subjetivo). Les servirá además para certificar lo que les comentaba sobre la dureza de este trabajo, con bodrios de tomo y lomo, o de grandes expectativas echadas por tierra en hora y media.

Además, y porque sé que esto os puede gustar, al final pondré unos iconos sobre la dosis, poca o mucha, de contenidos de sexo, violencia, desnudos, gore, tensión o terror que ofrece cada película comentada. Aparquen lo políticamente correcto y la mundana y rutinaria cotidianidad. Es Sitges. ¡Welcome! ¡Bienvenidos!

( Foto: Sitges 2014 )

 

‘The Babadook’

The BabadookNo puedo decir que me haya entusiasmado, aunque se dice que en su presentación mundial en el pasado Festival de Sundance sí que fue muy aplaudida. También arrasó en el reciente Fantastic Fest con 4 premios en la categoría de mejor filme de terror: mejor película, dirección, actriz y actor. Eso sí que es entusiasmo. Pero, ¡ojo!, es una buena película que muestra, y también esconde, más de un elemento de interés. Está diseñada como un cuento cotidiano entre una madre (Essie Davis) que enviudó cuando su esposo la llevaba al hospital a dar a luz, y su hijo Samuel (Noah Wiseman), ahora a punto de cumplir 7 años. Cruzándose con el relato, en formato de cuento de horror, del extraño libro sobre un personaje llamado «Babadook» que entrará en sus vidas en forma de maldición. Una mitología propia basada en el cruce de los terrores infantiles de un Hombre del saco con Freddy Krueger.

El niño empieza siendo tan irritante e insoportable que se entiende perfectamente ese rechazo que sienten hacia él parientes, vecinos, profesores y compañeros de escuela (y nosotros mismos como espectadores). Un bicho raro que pese a ello acaba evolucionando hacia lo más amable, incluyendo escenas en una versión soportable del niño de Solo en casa (¡qué gran elección la del pequeño Noah Wiseman!).  Y por otra parte una traumatizada y sufrida Essie Davis espléndida avanzando hacia la descomposición de su pequeño núcleo familiar (merecería ya el premio a mejor interpretación de esta sección oficial fantástica a competición… si no fuera por una Macarena Gómez en Musarañas que está impresionante, superior ).

Estilizada y delicada dirección, de puesta en escena clásica con predominio de los tonos azules y composiciones minimalistas, de la actriz australiana debutante en el largometraje Jennifer Kent. El guión original también lo ha escrito ella misma. Y agradecer que su final sea definitivamente original, muy alejado de lo que acostumbramos a ver en este tipo de propuestas de género. De esas pelis que incluso mejoran a medida que pasan los días y pensamos en ella.

Algo de violencia

Algo de gore

Mucha tensión

Algo de terror

 

 

 

 

‘The Quiet Ones’

The Quiet OnesEstá inspirada en un hecho real supuestamente acontecido en los 70 (en los títulos de crédito finales se incluyen fotografías de los protagonistas reales), y forma parte del lote de películas con las que se intenta resurgir la mítica productora británica Hammer (La mujer de negro, con Daniel Radcliffe era una de ellas). Un ególatra y excéntrico profesor de Oxford (Jared Harris) realiza diversos experimentos sobre fenómenos paranormales gracias a una chica a la que ha «adoptado». Una cobaya humana, Jane Harper (Olivia Cooke), que dice estar poseída por el espíritu de una niña que murió quemada.

Su plan maestro, con la ayuda de un par de alumnos y la incorporación de otro joven para que filme los sucesos, es la de demostrar que todo es muy científico y real: aislar la energía negativa que despendre la muchacha, la cual se materializa sobre todo mediante telequinesia. Es decir, hacer salir ese mal rollo de su cuerpo y mente para capturarlo dentro de una especie de recipiente inventado por él mismo. De este modo salvaría a la chica y «Quien salva una vida, salva la humanidad», según su lema. Una cura revolucionaría para poltergeists. Poco a poco, unos y otros irán comprobando que lo que parecía mental y científico es mucho más físico y diabólico de lo que creían. Película correcta, pero del montón, que quiere (asustar más), pero no puede y dirigida por un no demasiado inspirado John Pogue (que fue el director de Quarantine 2, o séase, la secuela del remake norteamericano de [Rec] ). Destacar la desasosegante música compuesta por el madrileño Lucas Vidal.

Algo de sexo

Algo de desnudos

Algo de goreAlgo de tensión

Algo de terror