Cómo presentar a un perro y un gato adultos

Son especies distintas, se comunican de diferente manera y tienen fama de no entenderse demasiado bien. “Se llevan como el perro y el gato” decimos de dos personas que andan tarifando con frecuencia.

Hay que entender y respetar que es cierto que no todos los gatos pueden convivir con perros y viceversa. Algunos gatos se estresan en exceso en presencia de perros. Y hay perros que ven a los gatos como unas presas de lo más interesante.

Pero no tiene porqué ser así. En mi casa siempre ha habido perros y gatos entendiéndose divinamente.

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#buenasnoches con #perrosygatos

Una publicación compartida de Melisa Tuya (@melisatuya) el 10 Oct, 2019 a las 1:17 PDT

Es un tema que da para mucho, pero hoy me voy a centrar en cómo hacer las presentaciones para que un gato y un perro que ya son adultos, empiecen con buen pie.


Conviene primero que ambos se hayan familiarizado con el olor del otro. Puede ser habiendo dejado objetos (camitas, collares, rascadores) a su alcance o manteniendo al gato encerrado en una habitación, desde la que el perro podrá olisquearle.

Cuando vayamos a presentarles hay distintas opciones, en función de las circunstancias o de la reacción de los animales. Puede ser buena idea permitir que se conozcan con seguridad manteniendo al gato en su transportin y al perro sujeto con la correa.

Sujeto, pero de manera relajada. Nunca transmitiendo tensión. Conviene que identifiquen la situación de manera positiva, con chuches y caricias.

Si la cosa va bien (aunque haya algún bufido es normal) podemos soltar al gato manteniendo al perro sujeto y distraído de manera positiva, con mimos. Lo ideal es que sea una estancia en la que el gato tenga opción de huir a alguna zona elevada.

Debemos intentar estar tranquilos, no forzar los acercamientos y observar con detenimiento las reacciones de los animales.

Si el perro muestra una sana curiosidad o indiferencia es buena señal. Si el gato obra de la misma manera, incluso si muestra recelo y bufa un poco, la buena convivencia es cosa hecha.

En los casos en los que esta primera presentación no transcurra tan bien, no quiere decir que sea imposible. Hay profesionales de la etología canina y felina que pueden darnos pautas para lograr esa convivencia.

Una convivencia más habitual de lo que parece, aunque no siempre es posible y hay que respetarlo.


Xena es la perrita atigrada “tiene tres añitos, es muy educada y amorosa. Está en la perrera desde hace dos años. Su carácter es muy bueno, pero esta muy deprimida y ha bajado mucho de peso”.

Daddy es el macho negro, “tiene dos añitos y va a tener más de un año en perrera. Llegó hermoso y cada vez va a peor, muchas veces no come y está apático, tiene un buen carácter”.

Ambos son cruces de American Stanford que se entregan con cuestionario de preadopción y seguimiento.

Contacto: gladysriverof@gmail.com

1 comentario

  1. Dice ser Angel

    Aqui encontre un articulo muy bueno de porque no hay que tener gato, que creo que les gustara. Es ironico.
    https://lanubedealgodon.com/razones-no-deberias-tener-gato-mascota/

    30 octubre 2019 | 13:39

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