Este fin de semana, 9 y 10 de febrero, se celebra la trigésimo tercera y cuarta prueba del Club de agility madrileño 5 Huesos. Lo sé porque una de las personas que lo está impulsando me escribió para contármelo, y me transmitió que su objetivo era “fomentar la convivencia y el respeto a nuestras mascotas, sensibilizando contra el abandono y el maltrato a los animales mediante el deporte”.
Me contó también que su club “está formado por un grupo de personas que amamos a los perros, que queremos vivir con ellos perfectamente integrados en la sociedad. Por eso los socializamos para que sean perros educados mediante el juego”. Ese juego es el agility, con el que no solo hacen ejercicio personas y animales, también “se fomenta el vínculo y la educación canina, se relacionan con otros perros en un ambiente de diversión lo que puede ayudar a superar miedos y ofrece la oportunidad de relacionarse con personas que comparten una misma afición independientemente de su forma física y raza del perro”.
Si podéis acercaros a ese evento o a alguno de los posteriores que realicen, podréis comprobarlo. Efectivamente, el agility puede ser una actividad fantástica. Seguro que en su club os reciben con los brazos abiertos si estáis interesados en intentarlo.
Por si os lo estáis pensando, por si no sabéis bien qué puede suponer eso del agility, os recomiendo leer este texto que María ha tenido la amabilidad de ofrecerme. Doy fe de que todo lo que dice es cierto.
Si hay algo que define a la perfección lo que es el agility es la canción de Alejandro Goffin Seremos uno.
Es muy difícil explicar exactamente qué se siente al entrar con tu perro a la pista, ni la sensación que experimentas cuando cruzas una mirada con tu perro mientras la recorres. Dejas atrás la vergüenza, los miedos, los errores cometidos en otras ocasiones. Levantas la mirada, sólo estáis él y tú. No ves a la gente fuera observándote, ni el juez en medio de la pista. No oyes nada a excepción del correr de tu perro y el de tus zapatillas en la tierra.
Agility es mucho más que un deporte o un juego. Transmite unos valores y unos principios inquebrantables. Es la expresión de la amistad, el cariño, la confianza, el vínculo de dos especies diferentes unidas en un binomio.
Es la prueba de que es posible el entendimiento entre dos seres que se comunican de forma diferente, gracias a un sentimiento de unión único. No hay exclusiones: TODOS, humanos y cánidos, pueden divertirse en la pista.
Muchos son los beneficios que aporta este deporte y por lo que uno se inicia. Educación, socialización, ejercicio físico y mental, canalizar energía, ayuda con los problemas de conducta, a la superación de miedos, y lo más importante, es una forma muy muy divertida de fomentar el vínculo, consiguiendo una compenetración realmente especial.
Algunos se acercaron a recibir un adiestramiento básico y vieron a «los de agility» entrenando y decidieron probar, otros tenían problemas de reactividad y como parte del tratamiento lo utilizan para un mayor control sobre el perro, redirigir su energía y superar sus miedos, están los que buscaron en internet información sobre formas diferentes de pasar el tiempo con sus perros, los que se lo recomendó su colega «el friki de los perros», los que siguen los pasos de su padre/madre/tío/abuelo y ahora superan a sus mayores.
Deporte de moda en el mundo canino, todos saben lo que es cuando se lo explicas pero pocos saben su nombre: agility. El comentario siempre es el mismo: «ah!, sí. Lo he visto en la tele… eso de saltar vallas, mola mucho ¿No?»
Sí, sí mola mucho… Tanto que engancha y se llega a convertir en un estilo de vida. Salimos corriendo de nuestros trabajos para ir a entrenar, fijamos nuestro calendario social de fines de semana en función de las competiciones, a veces también las vacaciones. No nos importa madrugar, el frío, los kilómetros por estar con nuestros perros, los compañeros se convierten en amigos y, al final, en familia. Compartimos conocimientos, trucos, nos corregimos, nos picamos. «Eliminado pero muy contento» es la frase más repetida en cada competición, pero siempre con una sonrisa, porque siempre el objetivo se cumple: DISFRUTAR”.
Hay gente cuyo estilo de vida es » ser uno con su perro». Como aquí se explica, programan toda su vida en función de eso : de estar con el perro.
Pobrecita gente….¡ lo que se está perdiendo!
En vez de programar la vida con los amigos o con los hijos, ¡a programarla con el perro!
Supongo que como hay gente para todo también los habrá que la programen para cuidar de su geranio.
Mi pésame por vuestras vidas perdidas
09 febrero 2019 | 9:27
Mola un montón y es un hobbie divertido aparte de que el perro también aprende a obedecer y comportase en sociedad.
De todas formas a mi con que los dueños recojan las cacas ya me vale.
Saludos
09 febrero 2019 | 11:10
Perfecto estáis en vuestro mundo mágico. Llenadlo de mierda
meadas y muchos ladridos. Con suerte uno PPP os debora. Sarna con gusto no pica.
09 febrero 2019 | 11:47
Así que este deporte que se juega con el perro transmite valores y principios.
Veréis los verdaderos valores y los verdaderos principios no nacen de la práctica de ningún juego ni de ningún deporte… nacen de opciones profundas en la vida, que nada tienen que ver con los entretenimientos.
09 febrero 2019 | 17:59
Fantástica labor. Te animamos a seguir con ella y a dar la mayor visibilidad posible a este bonito modo de vida.
09 febrero 2019 | 21:17
A estos cinco que han puesto estos comentarios… vuestra vida tiene que ser un jijija jajaja, para dar estos consejos y vosotros… por qué no estáis disfrutando de los consejos que dais.
10 febrero 2019 | 0:09
Hola, llevo haciendo agility desde que tengo memoria, mis padres empezaron antes de nacer yo.
Siempre que entreno o compito recuerdo mis tiempos de niñez, jugando con las niñas y niños de allí, era muy divertido, y ahora que ya soy adulta sigo practicando este deporte
Yo no planeo mi fin de semana o mi vida social dependiendo de lo que vaya a hacer con mi perro, tengo vida social, tengo pareja, tengo trabajo… y el agility es mi momento de la semana en el que recuerdo mi infancia con mucha alegría y recuerdo a mis anteriores perros con los que también hice este maravilloso deporte.
Gracias a esto he crecido siendo responsable con mis mascotas, no como la gran mayoría de personas que cogen un perro, un gato o cualquier otro tipo de animal solo por capricho.
La gente que crítica esto sin saber lo que es de primera mano me parece muy triste, eso es no tener empatía… Antes de criticar por favor interesados más por conocer el deporte y las personas que lo practican, no todo el mundo es un obseso de una afición, pero los agilitistas al menos sabemos lo que es hacerse cargo de forma responsable de otro ser vivo.
Y siempre habrá gente que está obsesionada con el agility pero no es por ser este deporte en concreto, también hay personas obsesionadas con el fútbol (estas personas suelen ser muy molestas cuándo se juntan en bares para ver los partidos), también hay personas obsesionadas con el tenis, baloncesto, voleibol, natación, ciclismo….. No hay que meter a todas las personas en un mismo saco.
10 febrero 2019 | 2:28
Naturalmente!
Se trata justamente de lo que tú expones.
Nadie vera nada malo en lapractica de este deporte como cualquier otro.
Como nadie ve nada malo por ejemplo en comer o en pasear son todas ellas cosas buenas.
Lo malo son cuándo empiezan las exageraciones así por ejemplo la persona que come desaforadamente y llega a pesar tanto que no se puede mover o el que se dedica a pasear mañana tarde y noche abandonando sus otras ocupaciones eso son exageraciones propias de locos.
La práctica normal de este deporte Affinity o como se llame no es nada malo.
Lo malo es exagerar y ser un pirado dedicándose a organizar toda su vida en torno al Affinity o afirmando que es uno con el perro menuda estupidez más enorme o bien diciendo que sus principios y valores vienen del Affinity también una memez Monumental.
Saludos
10 febrero 2019 | 9:31
A mí lo que me gusta es hacer botellón.
Mis valores y mis principios nacen de ahí.
yo soy uno con la botella.
Entiendo muy bien al que sea uno con su perro
10 febrero 2019 | 10:43
Me hubiese encantado que mi perra hubiera tenida la posibilidad de hacer esto, lamentablemente donde yo resido no había ningún sitio dedicado a ello.
me parece un buen ejercicio tanto para la mente del perro como para su salud ya que hacen muchísimo ejercicio y ademas aprenden a obedecer mas si cabe a su dueño o amigo.
Muy buena entrada, enhorabuena!!
11 febrero 2019 | 11:51