Un perro en la redacción de un periódico

Hoy es un día especial para mí, un día que voy a ir con una ilusión distinta a la habitual al trabajo. ¿El motivo? He acudido acompañada de una de mis perras gracias a que este viernes, como cada 22 de junio, se celebra el Día Mundial de Llevar tu Mascota al Trabajo (#TakeYourDogToWorkDay #DíadelPerroenelTrabajo) y a que mi directora, Encarna Samitier, ha tenido bien aceptar mi propuesta peregrina de venir así de bien acompañada.

20minutos se ha convertido así en un periódico dogfriendly. No sé a ciencia cierta si es el primero o si hoy es el único, pero no me extrañaría que haya sido de nuevo pionero, en esto como en otros aspectos: ser creative commons, retirar los anuncios de prostitución, tener una mujer como directora…

De hecho, no es la primera vez que un perro (sin ser lazarillo) se pasea por esta redacción, ya hace un par de años por el día del perro sin raza tuvimos por aquí a Colega, inspiración de la web Sr.Perro.

Mis perras han sido, gracias a mi labor como periodista y al frente de este blog, pioneras en muchos sentidos. Han entrado en una clase de la Universidad Rey Juan Carlos, pisado el tren y el metro de Madrid antes que nadie, asistido a un colegio a explicar a los niños cómo comportarse en presencia de perros desconocidos e incluso han participado en una boda.

La profesora Nuria Máximo Bocanegra en el aula con sus alumnos de cuarto de Terapia Ocupacional en la URJC. (JORGE PARÍS)

Sobre todo Troya, que con dieciocho años ha recorrido mucho mundo. ¿La última aventura? Ella tuvo el privilegio de ser el primer perro, no de asistencia, en entrar en el Ministerio de Agricultura esta primavera.

No a todos, pero sí para bastantes, los animales son nuestra familia, nuestra válvula para liberar estrés, para valorar lo importante, para sentirnos necesarios. Su compañía nos hace más felices, nos equilibra. No poder compartir vida con un animal por incompatibilidad de horarios con el trabajo nos hace sentirnos un poco incompletos.

Sé que muchos no entenderán que algo así nos pase, que un día como hoy me emocione tanto. Yo puedo entender que no lo entiendan. Aunque deberían saber que somos muchos los que querríamos tener la opción de acudir en ocasiones acompañados de nuestros animales. En mayo os contaba en este mismo blog que el 74% de los empleados españoles con perro los llevaría al trabajo si pudiera. Otro estudio independiente realizado por IPSOS en ocho países de Europa dice que el 83% de los millenials españoles llevarían a sus mascotas al trabajo si pudieran, convencidos de que les ayudaría a reducir el estrés y a crear una atmósfera más relajada.

Y va a ser verdad:

También los habrá a los que no les haga gracia, esos que auguraban crisis alérgicas la primera vez que los perros entraron en Cercanías, en el Metro de Barcelona o el de Madrid, aunque no haya pasado luego nada. Aún recuerdo a la directora de Cercanías, dónde se admiten perros desde hace muchos años, explicando en los II Premios de Bienestar Animal organizados por el Colegio de Veterinarios de Madrid cómo abrir los torniquetes a los animales parecía que iba a ser el fin del mundo y luego nunca pasó nada.

Nunca pasa nada cuando un perro, educado y con un dueño responsable por supuesto, entra por primera vez en alguna parte. Lo contaba en un congreso organizado el pasado año en Londres por Purina Germano Calvi, Director de Investigación y Ciencia de Datos en la compañía italiana Publicis Communication, que admite animales desde junio de este año y es el primer miembro de la Pets at Work Alliance  impulsada por Purina con el objetivo de lograr que doscientas empresas europeas sean dogfriendly para 2020. En esa web tenéis materiales para poder proponerlo y hacerlo realidad, incluyendo normas de conducta canina y un compromiso del empleado para garantizar la seguridad de las mascotas y de las personas.

Calvi, con grandes dosis de humor, explicó el largo proceso que llevó poder admitir animales, el distinto tipo de personas que se opusieron, cómo se negoció y trató con ellos, y recalcó cómo la presencia de un perro es capaz de cambiar completamente, y para bien, la atmósfera de una empresa.

Efectivamente, porque nunca pasa nada malo, pero bueno sí sucede. Lo he comprobado de primera mano cuando he entrado con mis perras en entornos nuevos. Quien quiere ignorarlos no se ve importunado, pero el ambiente general mejora rápidamente. Aún recuerdo las sonrisas sorprendidas de un buen número de estudiantes en la Rey Juan Carlos cuando entraron en clase y vieron a Tula y a Troya. Tal vez ellas aún recuerden sus caricias.

Os animo a proponer en vuestras empresas que, al menos un día al año, os acompañen vuestros animales. Por algo se empieza. Tal vez temáis que os tomen por locos, las chanzas que generan o las negativas airadas, pero si no se intenta es imposible que se consiga, que se avance.

Lo mismo os lleváis una agradable sorpresa, igual que yo. Igual que muchos de mis compañeros que hoy se han encontrado con Tula por la redacción, dormitando en su camita y ajena a lo que es hacer periodismo.

Sí, estaba trabajando. De verdad de la buena.

 

13 comentarios

  1. The article is great, there is a lot of useful information. Thank the author very much.

    22 junio 2018 | 10:03

  2. Dice ser Desmitificador

    Que tonteria pooor faavoor

    22 junio 2018 | 14:38

  3. Dice ser Doraemon

    ¿Y si tengo una vaca también puedo llevarla?

    ¿O somos especistas?

    22 junio 2018 | 15:21

  4. Dice ser Yo tengo una cetonia

    Las cetonias, esas grandes desconocidas… parecen abejorros gigantescos de color azulado y en general a la gente le dan miedo porque piensas que si te pica un bicho tan grande te hará mucho daño.
    Guille la idea en una película donde salía un personaje que le sacaba hilitos a la cintura y luego se lo sacaba a la ropa y las Cetonias pues le acompañaban por ahí mientras andaba.
    yo he hecho lo mismo para comer les doy un poquito de miel disuelto en agua que les gusta mucho.
    , y me siento terriblemente discriminado por los dueños de perros que pretenden llevarlos a la oficina mientras que yo donde quiera que aparezco con mi cetonia me echan a la calle y me tratan de loco.
    No hay derecho!

    22 junio 2018 | 16:14

  5. Dice ser ¿Y mi rata gris?

    Las grandes incomprendidas son las ratas grises.
    Vale que son las de las alcantarillas; pero si la coges de pequeñita y la educas y eso, es un animal de compañía muy manso y juguetón.Ella es uno más de la familia, por supuesto…
    El caso es que atendiendo a tan documentado y acertado artículo, decidí llevarmela a trabajar. Trabajo en un restaurante.
    ¡No podéis imaginar las reacciones del dueño y de los clientes! Carecen de alma y de empatía, son unos psicopatas… nos han echado a mí y a mi hija a la calle.

    22 junio 2018 | 18:50

  6. Dice ser Nemigo

    los medios de comunicación ya están llenos de perros

    23 junio 2018 | 1:56

  7. Dice ser Pabernosmatao

    Lo del plástico en el mar es preocupante, sí, pero ya estamos tardando en ponernos las pilas contra una contaminación mucho peor: ¡No cabe un gilip… más en el planeta! Si quieres estar con tu perro, vete al campo, o a donde quieras… pero no al trabajo. Les ponía de patitas en la calle al dueño y al perro (que no tiene culpa de tener un dueño imbécil).

    23 junio 2018 | 10:37

  8. Dice ser Para el 7

    Tu si que eres un gilipollas
    Los dueños de perros tenemos derecho a llevarlos donde nos de la real gana. Al hospital, al restaurante… Al que no le guste que se fastidie. Un perro es uno mas de la familia, como un hijo más, te enteras?
    Si mi perro muerde o mata un niño, la solución la que sea menos matarlo para que no mate más niños. Eso jamás!
    Tú careces de empatia y eres un psicópata por pensar de otro modo.
    Si te tuviera delante te reventaba.
    Ojalá te de un cancer.
    (Animalista típico y pacífico)

    23 junio 2018 | 14:49

  9. Dice ser Gran idea

    Muchas gracias por el artículo, es muy útil.
    No me ha pasado nunca, pero por si acaso viene a mi oficina alguno con su perro, el lunes pondré un cartelito de esos de » yo espero fuera».
    Las personas tienen derecho a elegir si convivir o no con perros. La mayoría prefiere no.
    Así que el que los tenga, genial… Pero sin molestar al prójimo.
    Así que más vale prevenir.

    23 junio 2018 | 15:03

  10. Dice ser Oscar

    Por qué a los perros sí y a los mosquitos, moscas y cucarachas no?
    Por qué a los perros sí y a los gatos,ratas, piojos, chinches y arañas no?
    Melisa eres una especista……

    24 junio 2018 | 9:01

  11. Dice ser Alfredo

    Hola!
    Estamos en un país donde las mascotas no son muy normal que entren en trabajos o en tiendas, comercios, etc. Sin embargo en otros países no pasa eso, yo hice hace poco un viaje a Andorra y me quede sorprendido, porque los perros entran en las tiendas y me pareció genial, porque si la mascota está bien adiestrada y educada, puede entrar con el dueño a todos los sitios.
    Desde estas líneas, quiero hacer alusión a una web que es una muy buena iniciativa, para ayudar a las mascotas y se trata de una web donde se puede anunciar aquella mascota que veas abandonada, pérdida, etc. Y que la gente que quiera una mascota que la pueda adoptar mediante la web, la dirección es. http://mascotaenadopcion.com

    24 junio 2018 | 11:38

  12. Dice ser Hola Alfredo...

    Yo quiero adoptar una rata almizclera y un mapache y llevármelos a la oficina.
    Supongo que tu gran defensor de la vida estarás a favor mío ¿NO?

    24 junio 2018 | 11:51

  13. Dice ser En Andorra llueve

    Sí en Andorra llueve bastante… me imagino los que pasara cuando el dueño del perro (muy bien entrenado y acostumbrado a convivir, como es lo suyo) entre en una tienda con su perro mojado y empiece a oler como huelen los perros mojados… O sea, fatal.
    La más elemental lógica impone que hay cierto sitios donde no puedes llevar al perro.
    Básicamente porque aunque a ti que eres su dueño no te molesta a los demás sí que puede molestar les.

    25 junio 2018 | 8:24

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