¿Tienes un perro y gatos en el piso? ¿Y se llevan bien?

2546095742_d530f69db7_o«¿También tienes gatos? ¿Y se llevan bien con el perro?». Me lo preguntan con frecuencia cuando se enteran, con sorpresa, incredulidad, curiosidad o cualquier combinación de las anteriores.

Pues sí, tengo una perra y dos gatos. Lo que me sorprende a mí es que aún haya tanta gente que no sepa que son especies perfectamente compatibles, incluso capaces de hacerse mutua compañía y compartir juegos.

Es cierto que puede haber dificultades, que una es una especie jerárquica y otra no, que sus expresiones corporales son distintas, que un gato puede percibir a un perro como una amenaza y un perro a un gato como una presa, pero en una amplia mayoría de casos pueden convivir perfectamente.

Flash llegó a casa siendo un cachorro, y en casa ya estaba Mina, mi anterior perra cruce de pitbull. No sabíamos cómo era ella con gatos, pero conocíamos su buen carácter y confiábamos en que podríamos enseñarles a tolerarse. No fue preciso ningún esfuerzo por nuestra parte, Mina adoptó a aquel gatito naranja igual que nosotros a ella, e inmediatamente dormían y jugaban juntos. De hecho al principio Flash intentaba mamar de ella, y ella se tumbaba y se dejaba hacer.

Maya llegó más tarde, menos cachorra. Por su carácter, más tímido, nunca se ha prestado a juegos con perros, pero convive con ellos perfectamente.

imageLuego Mina murió y una semana después estábamos en ANAA queriendo adoptar otro perro, contando que lo queríamos bueno, sociable, y apto para entrar en un hogar con dos gatos. Y llegó Troya, adulta y de caza. En la protectora habían testado que fuera compatible con gatos, y así fue. De hecho descubrimos que era una perfecta nodriza de los cachorros de gato que tuvimos en acogida, lamiéndoles con cuidado para estimular que hicieran sus necesidades y limpiándoles luego.

Ahora, más de una década después, tengo en casa tres animales muy mayores, que duermen casi constantemente. Pero Troya y Flash siguen jugando, compartiendo sueños y alimento (a Flash le encanta tomar tres o cuatro piezas del pienso de Troya junto a ella). Y Maya sigue ignorando cordialmente a Troya, como hizo con Mina, como siempre.

Si tenéis perro y queréis un gato, o viceversa, no lo descartéis de entrada. Probad a poner a vuestro gato frente a un perro tranquilo y acostumbrado a ellos, buscad a un gato que también sea tranquilo y hecho a perros y presentadselo a vuestro perro. Y si la experiencia es buena (en un número sorprendente de casos será así), luego consultad en la protectora a la que acudáis. Dejaos asesorar por ellos, no es lo mismo que sean adultos o cachorros, su temperamento, el espacio, quién estuviera primero… Otro día hablaré de cómo hacer las presentaciones bien para que convivan.

Aquí tenéis unas viejas fotos de Mina y Flash:

13 comentarios

  1. Dice ser augusto

    Hola, tengo una noticia para los que decís que los animales son mejores que las personas cuando tenemos la misma base biológica de seres vivos y estamos afectados por los mismos trastornos mentales:

    Un viral de facebook con un gato que adopta un cachorro de pitbull con 3 patas. Tiene 3 patas porque su madre al parir 8 cachorros devoró a 3 y la detuvieron comiéndose la pata de este cachorro, si no la detienen serían 4 cachorros muertos.
    No comment.

    12 enero 2016 | 10:37

  2. Dice ser Bicho

    Yo confirmo tu experiencia totalmente. Tengo 6 gatos y una perra. Cuando adopté a Kris, la perra, todos los gatos eran adultos salvo dos hermanas pequeñas que acabámos de recoger y, una de ellas desde entonces, no se separa de Kris.

    El resto, como tú dices, un ignoramiento cordial, incluso con una gata adulta que también acabamos recogiendo y que no se fiaba nada de la perra porque ya en la calle le había mordido un perro. Pero con el tiempo, han aprendido a ignorarse mutuamente y sin problemas ninguno

    12 enero 2016 | 10:56

  3. Dice ser Saray

    Puesi! Yo tebngo una perrita adoptada hace 11 años y una gatina adoptada hace 8 meses y se llevan estupendamente, duermen juntas y se quieren y se hacen compañia ya que las horas que estamos fuera de casa por trabajo, se tienen la una a la otra.

    12 enero 2016 | 10:57

  4. Dice ser Manury

    Yo tengo una gata de 18 meses… ella estaba antes de la llegada de Lucas un perro de 12 años con muchos traumas… mi gata Yoshi es muy miedosa con la gente… y no le hizo mucha gracia la llegada del perro… le bufo y todo… y el otro pues tampoco…

    La gata siempre le retaba… porque tuve que dejar al perro en la terraza porque no se lleva bien con la gente… se tiraba a los cristales a molestarlo… y el otro le ladraba como loco… así esruvieron casi medio año… durante ese tiempo la gata se paseaba por la terraza… y se han ido tolerando… la gata es lista… intento ligarselo pero morderle la cola… no es la mejor opción… hehehe… hasta que ya pude dejarle la puerta abierta y sacar el arenero fuera… sin temor a que la gata volviera preñada…

    Pues no son los mejores amigos del mundo pero se toleran y respetan su espacio… a base de gruñidos y bufidos cada uno defiende su cuenco… y pueden compartir la terraza perfectamente…

    Al perro lo tengo allí… porque soy alérgica… pero tiene todas sus comodidades… y es muy tonto… en invierno… le gusta ver la lluvia caer… o meterse al río a nadar…

    12 enero 2016 | 12:07

  5. Dice ser rosa

    Yo tengo perros desde hace poco más de 8 años. Ahora mismo, tengo dos perras y, a finales del mes de agosto pasado, adopté una gatita con días, que habían tirado a una alcantarilla y que estaba cuidando una vecina, que ya tiene 3 gatos en su casa.
    Al principio, mi perra más pequeña de tamaño y de edad, una pomerania de 3 años, se la quería comer. Era verla y «lanzarse a la yugular», jajaja. Siempre tuvimos a la gata en el dormitorio de mi hija, que era la que la estuvo cuidándola y alimentándola. La sacábamos un ratito por la tarde, para que mis perras se fueran acostumbrando y para que la gatita también se acostumbrara a ellas.
    Hasta que, alrededor de los 3 meses de edad, dejó de haber problemas: la gata empezó a jugar con Amy, mi peque, y ahora se divierten juntas.
    Con la mayor, Akira, una chow chow de 7 años, no hubo problema en ningún momento. Sin haber sido madre nunca, pues está castrada, ha sido una madraza de todos los perritos que he recogido y tenido en casa. Cuando la veía le lamía como si fuese su hija; y ahora, simplemente la ignora, porque no tiene ganas de juego. Pero, cuando puede, se come su pienso. Jajaja.

    12 enero 2016 | 13:00

  6. Dice ser Pablo

    Por Dios cuanta animalera que sustituye la maternidad por gatos, perros y hasta gallinas…es la decadencia de occidente… sin duda abocado a desaparecer ante sociedades más dinámicas demográficamente y que en unos años serán mayoría en nuestro país.Que pena.

    12 enero 2016 | 15:56

  7. Dice ser Rod

    Hola, tengo un perro y 2 gatos. Todos adoptados. Los gatos estaban primero.

    El primer año de tener al perro, se llevaban fatal, tanto que teníamos la casa dividida en dos. Desde hace unos meses, pueden estar juntos, pero se agobian mutuamente.
    El problema es que el perro se ansía al verles y se acerca, no a hacerles daño, pero sí muy brusco. Es muy grande, y los gatos por un lado se acojonan y por otro le sueltan zarpazos.

    No ha sido muy agradable la convivencia la verdad.

    12 enero 2016 | 16:01

  8. Dice ser carmela

    Nº 1 , EN SERIO ? QUE ME ESTAS CONTANDO ?NOOO ME LO PUEDO CREER …( TONO SARCASMO Y ABURRIMIENTO )

    12 enero 2016 | 20:42

  9. Dice ser palomita

    Nosotros teniamos a Loki un gato de la raza Bosque de Noruega de 5 kilos y 3 años y trajimos a Bowie un Yorkshire de 2 meses y medio que ahora tiene 10 y pesa 1,800 k. Al principio Loki dejo de hablarme y no queria saber mucho del bichejo ese que no le dejaba en paz, pero ahora la verdad es que juegan mucho y poco a poco se van tolerando mas y van compartiendo sillon, aunque a veces se mosquean y los juegos suben el tono y hay que poner orden, al fin y al cabo los dos son machos y aunque Loki esta castrado,los gatos son muy territoriales. la verdad es que nos hacen reir un monton

    12 enero 2016 | 22:17

  10. Dice ser Saray

    Yo tengo tres perros y tres gatos. Cuando la gente me pregunta cómo se llevan yo siempre les contesto: «pues como el perro y el gato, o sea, de maravilla».

    15 enero 2016 | 10:34

  11. Dice ser rosa

    A Pablo. Pena dan las personas que no son capaces de querer ni a ellos mismos.
    Yo primero he sido madre de mi hija, y sigo siéndolo y lo seré hasta que me muera. Pero los hijos crecen y se van, como debe de ser. Y los animales, aparte de cuidarlos, nos dan la compañía y el amor que no nos damos ni nosotros.

    15 enero 2016 | 12:05

  12. Dice ser Yolanda

    Yo tengo en casa dos perras y dos gatos. Todos adoptados en muy malas condiciones de la protectora, pero eso si… todas/os de cahorritos. Primero fueron Lara (bretona) y Campañilla (ni se sabe…) los gatitos llegaron despues cuando las perras ya eran adultas. Conviven desde el principio en perfecta armonía. Comparten juegos, sofá y una gran terraza. Nunca les eduque para estar juntos perros y gatos, y no se si es por el buen ambiente y el cariño que les damos que los cuatro forman una familia de verdadera admiración. Y si yo confirmo que gatos y perros pueden estar juntos perfectamente.

    25 septiembre 2016 | 18:02

  13. Dice ser Melusin3

    Tengo una perra de 6 años que adopté cuando tenía 40 días. Al principio era muy activa y amigable con otros animales. Han venido otros perros de visita y ella jugaba con ellos. Incluso jugaba y cuidaba a 4 gatitos que tuve a mamadera. Pero todo cambió cuando la castramos (a los 6 meses), desde ese entonces adoptó un estilo de vida más sedentario: apenas si juega, y cuando lo hace, se emociona y quiere montarse en nuestras piernas. De hecho, espera a que nos agachemos para hacerlo… Su comportamiento para con otros animales también cambió: los ignora completamente. No los ataca, no siente curiosidad, simplemente los huele la primera vez que los ve y luego se aleja. Si está en la calle, se acerca a oler los traseros de otros perros, pero no deja que ellos le huelan el suyo. Cuando mis hermanos vienen de visitar, suelen traer con ellos a sus perritas, las cuales son muy sociables y buscan a mi perra para jugar. Ella no les presta atención. A una de ellas, que es la más juguetona, a lo sumo le gruñe apenas y después se aleja.
    Hace casi dos semanas adopté un gato cachorro, y el recién ahora está empezando a buscarla para jugar, pero ella no hace más que ignorarlo. Cuando el se acerca, ella se va de la habitación… Me gustaría saber cómo cambiar esto. Ninguno de los dos le hace daño al otro. Pueden convivir así perfectamente, pero me da mucha pena que no puedan jugar ni dormir juntos.

    31 mayo 2020 | 0:48

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