Por Tere Marcos
Después de trabajar 25 años en la misma empresa, el pasado 14 de diciembre me vi en la calle con una indemnización de 20 días. Según consta en la carta de despido el motivo son “causas objetivas”. Bajo este epígrafe las grandes empresas, que siguen ganando mucho dinero, aunque algo menos, se amparan para deshacerse impunemente de empleados con mucha antigüedad a un bajo coste.
De nada sirve una trayectoria impecable en la compañía, ni los premios obtenidos mientras estuve trabajando allí, ni tampoco el que sepan que a mi edad me han convertido en una parada de larga duración, porque si la gente de 25, 35 o 45 años lo tiene difícil para encontrar trabajo, a los 57 es imposible. Esta empresa ha salido recientemente en la prensa vanagloriándose de los logros conseguidos y de los muchos millones de euros que van a seguir ganando, pero han aprovechado la ocasión que les han puesto en bandeja para despedir, entre otras muchas, a 6 personas de entre 48 y 59 años y a 6 madres con jornada reducida por el cuidado de sus hijos.
Solo espero que los jueces sepan ver lo evidente y obliguen a estas empresas a readmitir a los despedidos o si no a pagarles el máximo de indemnización por la improcedencia de los despidos.