Te contamos los Juegos desde Pekín

¡Adiós Pekín! ¡Muchas gracias a todos!

Estamos de vuelta a casa. Los JJOO de Pekín 2008 ya son historia. Allí fuimos olímpicos. Y en ese pasado también se nos va este blog. Hemos intentando –todo lo que hemos sabido y podido- compartir con vosotros nuestras vivencias. La emoción de sentir y trabajar en un acontecimiento único. Jamás volverá. Los Juegos Olímpicos de la XXIX Olimpiada ya se apagaron. Asistimos en primera fila a la vida de Beijing –su grandeza, su estampa cotidiana y el disfraz olímpico, lo que China nos oculta y silencia; su historia –la masacre de Tiananmen, el Templo del Cielo, la Gran Muralla- y sus gentes (sus miedos al régimen dictatorial, su cariño al país y sus ilusiones).

Estuvimos en el deporte en estado puro, con los atletas, en sus buenos y malos momentos. Hemos sido unos privilegiados al vivir instantes mágicos.

Pedazos de gloria

Pudimos entrevistar en exclusiva a Usain Bolt, el hombre-relámpago, el más veloz del planeta. Vimos nadar y estuvimos con Michael Phelps, el pez volador de los ocho oros, una hazaña jamás contemplada en los Juegos. Estuvimos vibrando y saltando con nuestros jugadores de ensueño de baloncesto (los Gasol, Rudy, Carlos Jiménez…y conocimos de cerca a Ricky Rubio); con los del balonmano (¡qué grande son y qué talla humana tienen todos, desde Iker Romero a Barrufet!).

Aplausos a los titanes

Asistimos al hundimiento anímico de los chicos maravillosos de hockey hierba (una plataza que les sabía a poco porque jugaron para ser de oro). Aplaudimos a las jugadoras de hockey hierba, séptimas, una gesta para España con poco más de 300 licencias. Lucharon como espartanas con Holanda o Estados Unidos, que tienen millones. El titán Nadal, caballero universal de la raqueta, nos deleitó. Y Vivi Ruano y Anabel Medina. El oro a toda velocidad de Samuel Sánchez, Llaneras, la estocada de bronce de Pirri Abajo. Las sirenas de plata. La vela, dorada y plateada. El suelo de subcampeón de Gervi Deferr.

Las ilusiones quebradas

El sueño roto de la incombustible Marta Domínguez, un metal seguro que se quebró en el último obstáculo. Paquillo, el más grande y el más sincero, que “pinchó” en la marcha. El quinto de Higuero, el León de los 1.500, que se quedó en las fauces de la gloria (“qué lástima y qué pena no haber atacado antes”). La decepción del discóbolo Pestano (“no eran mis piernas”, decía tras la final); la desilusión máxima del judoca Oscar Peñas (cuatro años que se fueron al suelo en un santiamén, en el primer combate); nuestros triatletas Iván Raña y Gómez Noya, fundidos en el asfalto.

Contemplamos las lágrimas de las gimnastas de rítmica (las hermanas González, Pagán, etc.). Y el adiós olímpico de Almudena Cid, la eterna sonrisa, tras cuatro Juegos. Los que lucharon dándolo todo persiguiendo una ilusión (las atletas gemelas Checa. Chema Martínez, Poves, Vasco, Beitia, Castrejana, Arturo Casado…; Ramos en el taekwondo). Y ahí anduvimos, junto a los casi 300 atletas que se han esforzado como nunca en sus vidas.

Los peores momentos

Nuestro corazón también se rompió con el horror de Barajas. Los peores y más dolorosos momentos, sin duda. Para los familiares, amigos y allegados de las víctimas nuestro pésame y máxima consideración.

Infinita gratitud

Damos las gracias infinitas a todos nuestros compañeros con los que hemos formado equipo desde la redacción, en Madrid. Muchas gracias desde lo más hondo por ayudarnos, corregirnos y animarnos día a día, casi las 24 horas, de lunes a viernes y el fin de semana entero.

Nuestra gratitud a todos cuántos habéis seguido este blog. Lo hemos hecho por y para vosotros. ¡Hasta siempre!

¿Qué nota le ponemos a España?

Se acabaron los Juegos Olímpicos de Pekín. Ahora, esperar cuatro años más, y entonces será el Big Ben quien tome el relevo.

Toca hacer balance de lo qué sucedió durante estas tres semanas, quién triunfó, quién fracasó.

En el plano internacional, la cosa está más o menos clara: Phelps, Bolt, Bekele, Rice, Isinbayeva…todos ellos ya son recuerdo de Pekín, especialmente los dos primeros: once medallas y diez récords mundiales acumulan entre el pez y el relámpago.

Y España, ¿qué? El primer día, con Samuel Sánchez, nos hizo soñar con superar las 22 medallas de Barcelona; después llegó la depresión y la cosa se ha solucionado un poco al final, sumando 18 medallas, sólo una menos que hace cuatro años.

En cuanto a triunfadores: Rafa Nadal, Samuel Sánchez, José Luis Abajo, Gervasio Deferr, Joan Llaneras, baloncesto, balonmano, hockey masculino, el equipo de piragüismo y el de sincro (nota especial para Mengual), el oro de la vela y todo el ciclismo en pista. Quizás me deje alguno, pero es fácil, los triunfadores marchan a casa con una medalla en el cuello.

¿Fracasos? Unos cuantos: quizás el mayor ha sido el atletismo español. Suspenso para todos los atletas, con excepción de Marta Domínguez, y su presidente a la cabeza. Cuatro medallas vaticinó el oráculo Odriozola, y nos hemos comido los…, cosa que no sucedía desde hace 20 años. En algunos casos particulares, el problema ha sido ya no sólo de correr más o menos, el déficit ha sido mental.

También se esperaba mucho del triatlón y al final nada, del judo, que nos dejó sin medallas, así como el taekwondo. Capítulo aparte merece la natación, un avispero donde antes de nadar, habría que solucionar las guerrillas entre los técnicos y las federaciones.

Por todo ello, yo le pondía al equipo español un 6. Tenemos más oros que en Atenas, pero se esperaba más…

¿Qué nota le pondrías tú?

¡Dale campeóoon, dale campeóoon! Argentina chuta el oro

Festival argentino en Pekín. La fiesta-locura albiceleste en El Nido, el estadio de los Juegos Olímpicos de Pekín. Argentina acaba de chutar al Olimpo. Golazo metafórico por la escuadra. Y salen con el oro. Son los campeones olímpicos. Ha vencido a Nigeria (1-0) con tanto de Ángel de María en el minuto 13 de la segunda parte. El triunfo siempre imaginado.

Agüero, Messi, Riquelme, Gago, Zabaleta, Mascherano, Garay, Monzón, Di Maria, Pareja, Romero…, azul y blanco en el corazón, dorado en el pecho. Ése fue el cuadro titular. En el banco Fazio, Acosta, Buonanotte, Navarro, Sosa, Banega y Lavezzi. Los tres últimos llegaron a besar el césped del oro. Jugaron un tiempo.

La explosión del placer

¡Dale campeóoon, dale campeóoon! cantan sin parar en el banquillo. Sergio Romero con el torso desnudo; el Kun y el majestuoso Lionel, sustituidos antes, aguardaban allí; Juan Román, el capitán… Todos, todos. Una piña de felicidad. La gloria. El sueño. Todos elevan su voz, la voz del puro sentimiento. Y con ellos, todo el país llora y celebra, en Pekín, en España y allí, en Buenos Aires. Nos lo cuenta Ezequiel, preso del éxtasis.

El público argentino, muchos de ellos detrás de la portería donde atacó su equipo en la segunda parte, es la explosión del placer. Ondean su bandera, gritan, saltan, tocan el cielo.

Hasta el último aliento

Sus ídolos, en el lateral del centro del campo, botan y botan celebrando la victoria. Con los más de 30 botellines de plástico del agua hacen de tambor. Antes bebieron para apaciguar la sed. El plástico del banquillo hace de elemento de percusión. Y las gargantas se dejan el último aliento. El único que vemos perfectamente vestido es Sergio Batista, el seleccionador. Impecable, elegante. Corbata anidada al cuello y camisa por dentro del pantalón con su correa.

Una mañana de oro y rosas

Por megafonía se dan los nombres de los campeones. Aplausos y vítores. El más ovacionado, Lionel Messi. Reciben el metal, el oro. El himno nacional argentino.Van ya con camiseta azul oscura y sostienen un ramo de rosas rojas. Nigeria, plata, y Brasil -goleó 3-0 a Bélgica-, bronce, a su lado en el podio.

Los argentinos se quedan solos. Hacen un círculo en el centro del campo. Y la vuelta de honor. Suena la canción de los juegos de fondo. Y ¡Dale, dale campeóooooon, campeón! Maradona, el Dios del fútbol, está en el campo también. Los jugadores y la afición se funden. Es lo más ¡Felicidades! ¿Cómo lo celebrará Argentina?

Posdata: Va por Valeria y por ‘only paranoics will survive’. Por ustedes.

Núñez, pegados a vuestro dolor

Palabras para transmitir lo que siento no hay. Ante todo el pésame y el consuelo a los que lo habéis perdido todo en el horror de Barajas. 153 fallecidos y 19 heridos. Imposible imaginar el dolor de sus familias y de sus amigos.

Núñez, me acabo de enterar de vuestra desgracia en Pekín. Leí la fatídica lista y se me quedó clavado un ¡ay! No puede ser, pensé. Hay muchas personas con el mismo nombre. Esta mañana, al verte en un vídeo en 20minutos.es¡Dios! Es desgarrador.

Vuestros hijos, Javi y María, la nuera y el nieto se os han ido. Espero, amigo Núñez, que se vaya mitigando lo que lleváis dentro y que te den lo que pides, lo que exige tu corazón. Tener a los tuyos. Llorarlos y despedirlos.

Tú y tu mujer, tu hijo Javi, tu hija María, todos, me acogisteis con los brazos abiertos en tu vuestro bar de la calle Calvo Asensio. Fue en setiembre de 2005, cuando llegué a Madrid. Mi segunda casa durante meses. Me disteis el calor de un hogar. Un plato en la mesa. Siempre con una sonrisa. Las alegrías y las tristezas de cada día se citaban en tu mesón cada noche. Todos juntos. Todos unidos.

¡Qué bestialidad! Me vienen todos los recuerdos. Javi, un sábado por la tarde, me enseñó a usar el Messenger. Las pequeñas ‘discusiones’ de Javi con su hermana y la madre, la bondad hecha mujer. Lo que habría batallado María para ir al viaje. Y lo que habría insistido Javi a sus padres para que la dejaran ir, con su cuñada y su sobrino. La cena que hicimos una Navidad los de 20minutos (más de 80 personas, el local para nosotros, vino la policía…), las cenas con Mari Carmen y Joan, las sobremesas con mi mujer y mis hijos revoloteando entre las sillas. Os incorporabais a la mesa, como uno más a charlar sobre lo divino y lo humano. Un día nos ofreciste un licor casero de León, el aguardiente del mesonero lo bautizaste. El saludo, por la mañana, al salir de casa. Tantas y tantas cosas.

Con Javi la relación era especial. Hablábamos mucho de fútbol. Lo tenía todo de su equipo. Me enseñaba vídeos, portadas de diarios, entradas. En el ordenador, las mejores jugadas. Reíamos mucho. Lo recuerdo con su polo celeste con ‘Núñez’ grabado en un lado. Igual que tú, que su padre. Duro por fuera y muy blando y suave por dentro. En vuestra familia las discusiones acababan con un abrazo y un gesto cariñoso.

También comentábamos cómo le iba con las chicas. Y de su moto. Lucía con orgullo, siempre muy deportivo y respetuoso, ser culé y su vehículo. Me enseñaba una y otra vez las fotos y recuerdos de los muchos deportistas y atletas que por el mesón habían pasado. Y de artistas, desde Óscar Jaenada a los chicos de Al Salir de clase. Y todas las bufandas de los aficionados –del Numancia, Zaragoza, Betis, Sevilla, Werder Bremen, Chievo…- que habían tomado una caña y una tapa, o uno de tus espléndidos platos en vuestro bar. Allí todos, amigos, sin rivalidades. Hermanados.

En Pekín, a 12.000 Km., estamos pegados a vosotros en este momento tan jodido. Un abrazo robusto.

Kike Calvo

¡¡Felicidades Almudena!!

Se van acabando los Juegos Olímpicos de Pekín.Ya queda menos por ver: el baloncesto, hockey, balonmano…y a Almudena, también hay que disfrutar con Almudena Cid, la única gimnasta del mundo que ha logrado meterse en cuatro finales olímpicas de rítmica. Es decir, lleva 16 años entre las diez mejores del mundo. Reflexionen sobre el dato y a ver cuántos deportistas encuentran con semejante trayectoria.

No se terminaba de creer Almudena su clasificación: «No me fiaba un pelo de los jueces, no dependía de mí». Por eso, cuando terminò su ejercicio con la cinta, Almudena besó al gran amor de su vida, el tapiz, allí donde ha vivido, sufrido y disfrutado tantos momentos.

Era su despedida, su adiós y no pudo evitar las lágrimas, mientras mostraba a las cámaras su interminable cinta, decorada con los nombres de los cuatro Juegos Olímpicos en los que ha participado. «Me llevó 20 horas diseñar esta cinta».

Pero esta vez, a los jueces se les ablandó el corazón y nuestra Almudena se metió entre las diez finalistas, justo en el décimo lugar, por un pelo. «Cuando ví que estaba clasificada, me derrumbé». Ahora, tendrá que pensar en otra despedida, porque ella y el tapiz volverán a citarse mañana.

En su camino al vestuario, todos quisieron una foto, una firma o una sonrisa de esta vitoriana de 28 años que buscará hueco en la televisión en su retirada. Y para todos hubo, pues si Almudena es una deportista sobresaliente, su calidad como persona aún es mayor. Felicidades.

«Manda huevos, no nos dejan bajar la bandera a media asta»

Podéis imaginar que hoy no fue un día fácil para todos los españoles que estamos en los Juegos Olímpicos de Pekín. Hemos pasado una jornada horrible y aunque estemos a miles de kilómetros, nos hemos sentido muy cerca de Barajas y de todas las familias de las víctimas de la tragedia que conocimos aquí el miércoles por la noche.

Quizás por ello, para hacer más fuerza con nuestra unión, la delegación española organizó por la tarde un acto de condolencia. Los comentarios se repitieron, los abrazos también y la cara de muchos era un poema. Quizás se echó en falta a algún deportista más, pero pocos quedan ya por Pekín.

Pero otro sentimiento también iba ganando terreno a medida que avanzaba el día: la indignación y el enfado. A las seis de la mañana hora china, seis menos en España, el equipo español solicitó permiso al COI para desarrollar una serie de medidas de homenaje por la tragedia: acto de homenaje en la Villa, bandera a media asta en el mismo lugar, crespones negros en los atletas españoles que compitiesen hoy en la jornada olímpica y un minuto de silencio en cada una de sus competiciones.

La respuesta fue positiva sólo en la primera petición, pero el COI se negó en rotundo a izar la bandera española a media asta y a que nuestros atletas llevarán el crespón. La razón, no crear un agravio comparativo con los otros tres países que solicitaron esta medida de homenaje por sus víctimas en distintos sucesos: Estados Unidos, Zambia y Georgia.

El presidente del COE, Alejandro Blanco, fue todo lo diplomático que pudo: «Acepto las normas, aunque no las entienda. Supongo que esta decisión viene del Comité Olímpico Internacional».

Otras voces apuntan a que ha sido el gobierno chino quien dio la negativa. La bandera se quedó en lo alto (aunque en la Casa de España, como veis en la foto, sí se bajó), pero muchos deportistas, como Castrejana o María Vasco lucieron un crespón sin que nadie se lo prohibiera.

Pero más allá de la cámara, sin grabadoras por medio, el cabreo crecía: «Manda huevos que no nos dejan bajar la bandera a media asta», oí en boca de un altísimo directivo de nuestro deporte. Y eso fue lo más flojo que se escuchó antes de que todos guardáramos un minuto de silencio en honor a las 153 víctimas de Barajas.

¿Qué os parece la decisión del Comité Olímpico Internacional?

Gema, la chica con un aura especial

Pienso que si un/una deportista se merecía una medalla en estos Juegos Olímpicos de Pekín, Gemma Mengual (12-4-1977), estaba en la primera posición de esa virtual fila de merecimientos.

Hoy, por fin, la medalla olímpica ha buscado cobijo en su esbelto cuello: plata en dúos junto a su amiga Andrea Fuentes, una auténtica crack la tía, y sólo por detrás de las ‘Anastasias’. Entraba en el guión, las rusas son la perfección y hoy les han dado ocho dieces de diez posibles. No hay discusión.

Casi tan emocionada como Gemma y tan merecedora de la medalla como ella, Ana Tarrés, la jefa, no podía evitar el llanto mientras sus niñas subían al podio.

Y una niña era, con apenas 10 años, cuando en 1987 Gemma llegó al club de natación Kallipolis para comenzar el camino que ayer le ascendió al podio olímpico. «Ella vino como tantas niñas, pero ya se le veía con algo especial, con una aura distinta al resto y eso ya provocaba admiración y envidias«, asegura Tarrés.

Más de 30 medallas después, entre Europeos y Mundiales, Mengual lo ha conseguido. «El esfuerzo ha merecido la pena», nos dijo ayer al corrillo de periodistas que la interrogamos en la lúgubre sala mixta escondida bajo el Cubo del Agua.

Cuantifiquemos el esfuerzo: situense en Barcelona, una mañana cualquiera y apunten la jornada laboral de nuestra medallista: madrugón a las siete de la mañana, antes a veces, y a la piscina.

Después llegará el gimnasio, el pilates, psicólogo, las clases de coreografía y demás, hasta acumular nueve horas de trabajo. Y después, regreso a casa con el vídeo del entrenamiento y a repasar por qué ese pie lo subí menos o hice tal mueca inadecuada.

Bien, ahora repitan esa rutina día tras día, sin apenas descanso, ni vacaciones, ni un ratito para tomar una caña con los amigos, o el mínimo e impresincible. ¿Lo tienen? ¿Agotados? Pues así fue la vida de Gemma Mengual los últimos seis, siete u ocho años. ¿Entienden ahora por qué pienso que la justicia le debía una medalla olímpica?

PD: Ah, ya de paso, el éxito de Gemma y Andrea eclipsan nuestro fracaso en el agua, donde la natación ha naufragado, por mucho que el entrenador español, Mauricio Cocconi, busque excusas, aunque este ya es otro cantar.

¿¿Qué ha pasado en Barajas??

La noticia del accidente de Barajas ha llegado casi de inmediato a los Juegos Olímpicos de Pekín.

Todo ha sucedido al concluir el partido de balonmano, cuando poco a poco los periodistas que aquí nos encontrábamos hemos visto la noticia. Rápidamente hemos llamado a nuestras redacciones y familiares, mientras la cifra de muertos seguía subiendo.

El Comité Olímpico Español está consternado.»Queremos expresar nuestro más sentido pésame a todas las familias. Es tremendo y todo el equipo español está de luto«, nos decía hace unos minutos el jefe de prensa del COE, Chema Bellón.

También la Infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarín han quedado muy apesadumbrados por el trágico suceso.

Uno de los jugadores de la selección de balonmano, Demetrio Lozano, madrileño de Alcalá de Henares, se ha marchado en busca de su móvil corriendo a toda velocidad. «Es tremendo y voy a llamar a casa ahora mismo, porque no sé si algún familiar mío tenía que volar». Todos sus compañeros fueron conociendo la noticia y muchos no conseguían asimilarla: «La victoria ya no importa nada. Mucho ánimo a las familias», decía Albert Rocas.

Tampoco en el equipo español de baloncesto, que hoy pasó a semifinales, tenían noticia de la tragedia: «¿Pero cuántas personas han muerto? Aquí los jugadores están pegados al teléfono», nos decía el delegado del equipo.

En cascada, los presidentes de todas las federaciones españolas presentes en Pekín fueron expresando su dolor y enviando todo el ánimo posible a los familiares, como también queremos hacer todos los periodistas aquí destacados. Un gran abrazo.

Comerciantes y turistas regatean como Messi (en el Mercado de la Seda)

Todavía no se han atrevido con la rabona, pero en el uno contra uno son muy difíciles de superar. Encaran, van directos, hacen una finta y otra, driblan y, ¡zas!, ya te lo han colocado. Son comerciantes y turistas que regatean como Messi. El astro argentino es la estrella en el fútbol. Esta noche (15.00 h en España), en el Estadio de los Trabajadores de Pekín, se enfrenta al Brasil de Ronaldinho por una plaza en la final de los Juegos Olímpicos.

Ellos, los de aquí, son las figuras de los mercados de la Seda (Silk Market, (lo tercero más visitado en China tras la Ciudad Prohibida y la Gran Muralla) y el de la Perla (Pearl Market), dos palacios de la compra en Pekín. Sus majestades del regateo. Nuestra visita fue bastante rápida, pero ilustrativa. Vimos a Aito, Concha Montaner, Ruth Beitia…

De máxima confianza

Hay que ser valiente y tener muchas ganas de competir para entrar en su dominio. La tentación es muy grande. Y la persuasión. Te atraen con sus productos, todos parecen de alta calidad, aunque reine la imitación. Un letrero reza en cada planta que puedes adquirir todo lo que ves “con máxima confianza”. Son copias, a veces mejor manufacturadas que las originales. Incluso hay parejas de policía custodiando el escenario de las transacciones.

Un escaparate universal

“Barato, barato”. “Ven. Aquí” “¿Qué quieres?” “Hola, que tal”. dicen cuando descubren la nacionalidad del visitante. Suelen ser las frases de bienvenida. El gancho. El escaparate es universal: calzado deportivo, zapatos, bolsos, cámaras de vídeo, de fotos, DVD, joyas, teles, ordenadores, perlas, seda, prendas de ropa de todo tipo, camisas, camisetas, pantalones, kimonos, edredones, abanicos, cerámica, carteras, maletas, bolis, libretas… Como en unos grandes almacenes. Eso sí, de precio variable.

Como en la Bolsa

Están todos alineados. Hay cientos y cientos de vendedores. Si te paras ya estás perdido. Pides un precio. Y se desata el intercambio. “100, 80, 60…”. Oferta, otra oferta, otra más… Es la Bolsa. Cotización a la baja. Y así durante minutos. En muchas ocasiones, hacen entrar al comprador en el diminuto establecimiento para cerrar el trato. En privado. Quien accede a eso, está acorralado. Lo agarran. Lo tocan. Lo presionan. De allí se sale con el artículo en la mano. O por las bravas, agobiadísimo, sin ganas de volver en tu vida.

El comerciante siempre gana

Son comerciantes muy habilidosos. Parten de precios altísimos, los puestos en la etiqueta. Algunos compradores, sobre todo los norteamericanos, caen en la primera ronda. Entonces el negocio es redondo para el vendedor. Se ha embolsado una buena pasta. Si el turista se mantiene firme en su cantidad, pasa los octavos, los cuartos, llega a la final. Va bajando el precio a su antojo. Paga su mejor precio. Y se siente ya con la medalla de oro. Pero hay dos campeones. El comerciante también ha ganado.

¿Es el Príncipe Felipe?

Varios periodistas llevábamos ya unos cuantos días algo mosqueados. Nadie en el Comité Olímpico Español nos había avisado de la llegada del Príncipe de Asturias a los Juegos Olímpicos de Pekín y, sin embargo, durante tres o cuatro eventos deportivos con españoles de por medio, en el palco de honor se sentaba un doble, o casi, de Felipe de Borbón. Un chico joven, misma altura, mismo corte de pelo y polo con la bandera de España. Tan lejos quedaba que no le identificábamos. Siempre de espaldas, imposible verlo.

El misterio se acrecentó durante la final de tenis, con Rafa Nadal en la pista. Llegó la Infanta Cristina, su Majestad la Reina y se sentaron en la segunda fila. ¿Adivináis quien estaba en la primera, en sitio preferente, con mejor sitio que incluso Sofía y Cristina? Sí, el clon de Felipe.

Algunos colegas del gremio llegaron a llamar a sus redacciones para preguntar si allí se tenía noticia de que el Príncipe estaba en la pista central de tenis.

Del entuerto nos sacó Mercedes Coghen, consejera delegada de Madrid 2016: «Todo el mundo cree que es el Príncipe, pero es su primo Bruno, son muy parecidos».

Y hubo que volver a llamar a España para decir que falsa alarma: el caballero es Bruno Alejandro Gómez Acebo, hijo de la Infanta Pilar de Borbón, sobrino del Rey y primo del Príncipe, toma ya.

Lo único que sabía de él fue por una noticia que sacó 20 minutos en exclusiva, un presunto cobro de comisiones millonarias por la venta de un chalet en el que vivió Don Juan de Borbón.

Parece ser, sólo parece, que Bruno se llevó un millón y medio de euros. Para mí los quisiera. Pero eso es otra historia en la que ni pincho ni corto. Sólo sé que es una fotocopia del primo y que debe estar disfrutando de los Juegos como pocos.