Te contamos los Juegos desde Pekín

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¡Dale campeóoon, dale campeóoon! Argentina chuta el oro

Festival argentino en Pekín. La fiesta-locura albiceleste en El Nido, el estadio de los Juegos Olímpicos de Pekín. Argentina acaba de chutar al Olimpo. Golazo metafórico por la escuadra. Y salen con el oro. Son los campeones olímpicos. Ha vencido a Nigeria (1-0) con tanto de Ángel de María en el minuto 13 de la segunda parte. El triunfo siempre imaginado.

Agüero, Messi, Riquelme, Gago, Zabaleta, Mascherano, Garay, Monzón, Di Maria, Pareja, Romero…, azul y blanco en el corazón, dorado en el pecho. Ése fue el cuadro titular. En el banco Fazio, Acosta, Buonanotte, Navarro, Sosa, Banega y Lavezzi. Los tres últimos llegaron a besar el césped del oro. Jugaron un tiempo.

La explosión del placer

¡Dale campeóoon, dale campeóoon! cantan sin parar en el banquillo. Sergio Romero con el torso desnudo; el Kun y el majestuoso Lionel, sustituidos antes, aguardaban allí; Juan Román, el capitán… Todos, todos. Una piña de felicidad. La gloria. El sueño. Todos elevan su voz, la voz del puro sentimiento. Y con ellos, todo el país llora y celebra, en Pekín, en España y allí, en Buenos Aires. Nos lo cuenta Ezequiel, preso del éxtasis.

El público argentino, muchos de ellos detrás de la portería donde atacó su equipo en la segunda parte, es la explosión del placer. Ondean su bandera, gritan, saltan, tocan el cielo.

Hasta el último aliento

Sus ídolos, en el lateral del centro del campo, botan y botan celebrando la victoria. Con los más de 30 botellines de plástico del agua hacen de tambor. Antes bebieron para apaciguar la sed. El plástico del banquillo hace de elemento de percusión. Y las gargantas se dejan el último aliento. El único que vemos perfectamente vestido es Sergio Batista, el seleccionador. Impecable, elegante. Corbata anidada al cuello y camisa por dentro del pantalón con su correa.

Una mañana de oro y rosas

Por megafonía se dan los nombres de los campeones. Aplausos y vítores. El más ovacionado, Lionel Messi. Reciben el metal, el oro. El himno nacional argentino.Van ya con camiseta azul oscura y sostienen un ramo de rosas rojas. Nigeria, plata, y Brasil -goleó 3-0 a Bélgica-, bronce, a su lado en el podio.

Los argentinos se quedan solos. Hacen un círculo en el centro del campo. Y la vuelta de honor. Suena la canción de los juegos de fondo. Y ¡Dale, dale campeóooooon, campeón! Maradona, el Dios del fútbol, está en el campo también. Los jugadores y la afición se funden. Es lo más ¡Felicidades! ¿Cómo lo celebrará Argentina?

Posdata: Va por Valeria y por ‘only paranoics will survive’. Por ustedes.