Comienza una gala de Gran Hermano VIP en la que Aída Nízar podría ser invencible

¡Empezamos!

Vemos que esta semana el rollo Marco-Aylen ha sido como para hacer llorar al guionista de Amarte así Frijolito. Y ojo, que Aylén ha sacado su vena chunga, porque en las discusiones pone una voz ronca y profunda que podría doblar a Sauron en el Señor de los Anillos.

En la casa están todos vestidos pretendidamente de egipcios, pero parece más un striptease de momias con problemas de adicción a esnifar pegamento. Elettra tiene una fregona en la cabeza. Irma y Emma parecen sacadas de una prueba de maquillaje que salió mal. Aída parece un anuncio de limones chinos. Marco podría salir tal cual a la pista de un local de despedidas de soltera. Sergio… bueno, ahora Ramsés estará retorciéndose en su sarcófago.

A la que veo guapa es a Daniela, fíjate.

Vídeo de las movidas de Marco y Sergio. Después de la bronca del domingo ella se le echó encima como si quisiera hacerle una técnica de Judo, pero en lugar de llevar kimono llevaba más transparencias que un escaparate.

A ella le jode al parecer que Marco se divierta con Aly y haga cosas con ella que no hace con Aylén. Bueno, claro, a lo mejor es porque Aly no le monta unas broncas que harían acojonarse a un campeón de lucha libre.

Y como los que se pelean se desean y si se tercia, conejean, pues acabaron dándole de comer a la ostra barbuda debajo del edredón.

Aly dijo que le pareció que Marco obedecía de inmediato a Aylén. Vamos, que vino a decir que era un calzonazos y ella una mandona. Eh, pero que Aly es objetiva, que ella nunca quiso nada con Marco… JA JA JA JA JA Si lo coge le come los morros hasta que lo fagocite.

«Es guapa, pero yo pensé que iba a ser más guapa», dijo Alyson de Aylén, en una frase que para nada denota rencor ni envidia ninguna.

«Está más raro que una patata», dijo Daniela de Marco tras la entrada de Aylén. Sí, a Daniela comer rayos del sol y meterse un pedrolo por la vagina le parece normal, pero una patata es rara.

«Yo tengo diez millones de amigos», dijo Marco durante una bronca. Ostras. Deja a Roberto Carlos con su millón de amigos como un marginado social.

Esta semana Alyson ha hecho unos esfuerzos sobrehumanos para no mirar hacia donde estaban Marco y Alylén. Es como si fueras a hablar con tu profesor y descubrieras que tiene la bragueta bajada. No quieres mirar para abajo, pero una fuerza sobrehumana te lleva a mirar.

Total, que el análisis de Alyson sobre la pareja es: «Lleva dos años con una mujer que me parece tan aburrida… que aburrimiento de pareja». Nada, definitivamente Alyson no está celosa ni le importa que Marco esté con su novia.

«Si es sólo una amiga, ¿por qué está incómoda?», preguntó Aylén sobre Alyson. CHAAAAAAAN CHAAAAAAAAN gran pregunta.

El caso es que se han pasado toda la semana hablando del mismo tema, Aylén con Marco, Marco con Aly, Aly con la cinta de correr… Marco está en una posición más incómoda que el tío que iba dentro de Don Pimpón.

Si te portas bien vas al cielo. Si te portas mal vas al infierno. Si te portas súper mal vas a una casa con Aylén hablándote 24 horas al día sobre vuestra relación.

«Quiero que hablemos los tres normalmente, como novia, pareja y su amiga», dijo Aylén. Eso no ha funcionado en la puta vida. Y además, es más seguro que alguien saldrá dañado de una conversación así que de una sesión de ruleta rusa.

«¡Soy sincera, imbécil, soy sincera, ya está Marco, no tienes nada que hacer conmigo!», le gritó tras una discusión Aylén a Marco. Madre del amor hermoso. Creo que ahí Marco manchó los calzoncillos.

– Aylén, ¿los pedos pesan?

– ¡No, imbécil, soy sinceraaaaa!

– Pues entonces me he cagado.

Vamos con otra pareja, ésta nueva: Aída y Daniela.

A Daniela le ha venido Aída como caída del cielo, porque la tenían como un rastrojo sus amigas Elettra y Alyson. Y ahora, que ella pasa más tiempo con Aída, Elettra se enfada y no respira.

Sí, porque a Elettra sólo soporta un tipo de relación con ella: una en la que le estás lamiendo el culo 23 de las 24 y que empleas la hora 24 en hacerle las tareas del hogar. Si no es así, te ningunea. O te pone a parir como ha hecho con Daniela. Eso sí, a la espalda.

«La relación de ellos me parece de castigo, que parece que ella le tiene con collar», dijo Alyson, que dice que no, pero está como los buitres cuando una cabra se pone enferma: ojo avizor a ver qué pasa y si se puede comer las sobras.

Vemos el enésimo vídeo de Aylén montando un pollo: «¡ME IGNORASTE, BASTA, BASTA, ME IGNORASTE!», le gritó a Marco porque éste pasó por su lado sin decirle nada.

«¡¡QUIERO TU PUTA FELICIDAD, LO ENTIENDES!!», le dijo después. Joder, pues qué forma más rara de buscar la felicidad. Aylén si no eres feliz te mete la felicidad a hostias. Aylén como no te vea contento te despelleja vivo hasta que lo seas.

Al final, tras una de las broncas a tres Marco acabó llorando debajo de las sábanas y hablando con Sergio, que no es que sea el muchacho la alegría de la huerta.

CAMBIO DE POST. CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

 

1 comentario

  1. Dice ser Lanena

    Madre mía… nunca creí que diría ésto, pero quiero que se quede Aída!!!!!

    02 marzo 2017 | 21:24

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