La tenemos olvidada en un rincón durante todo el año y ahora le exigimos darnos calor cuando y como nos venga en gana. Si fuese un personaje de Disney, nuestra caldera tendría ojitos y boca y podría quejarse por este trato tan desconsiderado.

Pero en el mundo real tiene su propia forma de comunicarse con nosotros. Solo hay que saber escuchar. Así que hoy te enseñamos a detectar el problema que le atañe, a reiniciarla o, d
Si tu caldera falla, no la toquetees ni le quites la tapa. Vamos por pasos, como siempre:e requerir la presencia de un técnico profesional, a reunir toda la información necesaria para que le traslades el problema convenientemente para que venga preparado y lo solucione en un periquete.

1. Verifica si la luz piloto está encendida, mirando a través del agujero de la caldera, que está por encima de la pantalla. Ojo, no todas las calderas tienen una luz piloto, así que si no
detectas si el problema es eléctrico a través de esta primera comprobación, trata de resetearla. Vamos a ello…

2. Botón Reset: Intenta reiniciar la caldera apretando el botón que normalmente está en la parte delantera del aparato. En algunas calderas más recientes debes presionar el botón hasta que se reinicie el aparato. Algunas calderas llevan ruedas selectoras y a veces es necesario girarlas para resetearlas correctamente. Consulta el manual en este punto para obtener una información más específica sobre tu aparato.

3. Certificado de puesta en marcha y referencia de marca y modelo: parece una tontería, pero esta información es fundamental en el caso de que tengas una avería. Te recomiendo tenerla siempre a la vista o en un sitio fácilmente localizable. Por un lado, porque es a través de este certificado que tu compañía aseguradora determina las coberturas y, por otro, porque si facilitas previamente esta información al técnico, tu avería se puede solucionar más rápidamente. Sabiendo de qué tipo de aparato estamos hablando, el técnico aparecerá ya armado con las piezas necesarias para la reparación, y no se producirá esa indeseada “doble visita” (“ahá, ya veo… bueno, pues voy a por las piezas y luego vuelvo”).

4. Error Code / Código de Error: en “Encuentros en la Tercera Fase”, los extraterrestres se comunicaban mediante una secuencia de notas musicales propias de un Simon de sobremesa. Tu caldera tiene también su propio código de comunicación para expresar los dolores que le afligen, y deberás localizarlo en el manual para trasladarle el asunto a tu técnico especialista. Toma nota del tipo de error que indica el display y cuando llames al técnico díselo tal cual. Con esa referencia él podrá saber cuál es la avería, en qué parte del aparato se encuentran las piezas dañadas y cómo solucionar el problema.

5. El manual y las averías anteriores: otra información que no debes perder de vista, como el historial de los pacientes que empleaba House para dar con su enfermedad. Las averías anteriores son pistas muy valiosas a la hora de detectar un problema. Además es importante que el técnico vea las intervenciones que ha sufrido ese sistema para saber si el problema se debe a las piezas sustituidas o a nuevos elementos. Y guarda siempre el manual del aparato: hay muchos tipos de caldera y el técnico puede necesitar echar un vistazo a sus esquemas.

PREVENCIÓN y REVISIÓN

Si no digo esto casi en cada post, reviento, lo sé. Pero la mejor forma de arreglar una avería es prevenirla. Revisa el estado de tu calefacción cada año, preferentemente durante el verano, cuando no está en funcionamiento y la detección de una avería no puede causarte una pulmonía. El chequeo debe pasar por una revisión de piezas, limpieza del circuito y ajuste de presión. Lo ideal, en este caso, es que lo haga un técnico especializado: las calderas no son cosa de niños!