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Cada invierno vuelven las sopas, los calcetines gordotes, las bufandas kilométricas y, oh, sí, el rugir de las calderas a todo trapo para mantenerte a salvo del frío.
Estos meses son la prueba de fuego para la mayoría de ellas, que han pasado hibernando toda la primavera y el verano. Ahorrando fuerzas, pero también acumulando polvo, atascos y averías ocultas.
Cuando este Veranillo de San Martín pase, y llegue el momento de tirar de calefacción, recuerda nuestras enseñanzas, joven Padawan, y haznos sentir orgullosos de ti:
Lo primero, es realizar una primera revisión de tu caldera
Que te llevará menos de un minuto, y te ayudará a comprobar que todo va aparentemente bien y está lista para volver a la acción.
Echa un vistazo a este post sobre cómo revisar la caldera en busca de averías paso a paso, y aprende con nuestro profesional Alberto Rojo a hacerlo como un técnico especialista en apenas 2 minutos.
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Los problemas más habituales en calderas domésticas
En este otro post te explicábamos cómo diagnosticar una avería en tu caldera, en función de los síntomas que detectes en su día a día.
Lo más frecuente es que oigamos en su sistema ruidos de rozamiento, que señalan directamente a una avería en la bomba. De ser así, esta pieza tendrá que ser reparada o sustituida, algo para lo que necesitarás un técnico especialista.
Si oyes un goteo en la parte inferior del aparato, puede tratarse de una rotura de la válvula de seguridad, o de los puntos que unen este dispositivo con el racor:
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Las bajadas de presión
Son otro problema que suele aparecer con el tiempo: conlleva que el agua caliente y el calor de la calefacción desaparezcan. No se debe a una avería, responde más bien a un pequeño desajuste que puedes resolver tú mismo.
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Para que todo vuelva a funcionar correctamente, llena el circuito con la presión recomendada por el fabricante de tu caldera –generalmente hasta 1,5kgs en el manómetro- de la forma en que te indicábamos en este post anterior.
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Otro problema habitual es la obstrucción en la salida de humos
La forma más rápida de detectarlo es mirando el panel electrónico de la caldera: un error, que puedes interpretar a través del libro de instrucciones del electrodoméstico, bloqueará el encendido del mismo para proteger el hogar, pues se trata de un problema grave: el monóxido de carbono que genera su funcionamiento ha de evacuarse por la chimenea o conducto de salida, y esto no está sucediendo de forma efectiva.
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Varios motivos pueden producir esta obstrucción, así que lo mejor es que llames a un técnico especialista en calderas para revisarla y encontrar el fallo.
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La bomba de recirculación de la calefacción se bloquea
¿Sabes cuando enciendes la calefacción enseguida sube la temperatura, pero repentinamente se apaga? Todo apunta a este dispositivo de tu caldera, que tiene algún problema.
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Y es lo suficientemente complicado de diagnosticar como para que llames a un especialista para que lo examine por ti.
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Un problema que analizábamos en el vídeo inicial que te invitamos a ver para poner a punto tu caldera es la detección de algún corte en el suministro de gas. Puede deberse a una avería, a una llave cerrada sin darte cuenta, o a un corte en el suministro por parte de tu compañía proveedora de gas.
Otra avería muy común es la de la sonda de temperatura, encargada de detectar si el agua está caliente o no para dar la orden de calentar más agua.
Si esta pieza falla, puede pensar que todo el agua está a la temperatura perfecta y no ordenar la producción de más calor, por lo que necesitarás que un técnico especialista la sustituya.
Y ahora que la calefacción está a punto y afrontamos un largo y duro invierno por delante, ¿qué tal si aprendemos juntos estos 9 súper trucos de invierno para ahorrar dinero en tu calefacción?
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1. Revisa bien la goma de la puerta de la lavadora en busca de zonas deterioradas. De ser así, reemplazar esta goma no es difícil. Solo tienes que sacar el panel frontal y ver en qué punto se une la goma al aparato. Tal vez quieras echar un vistazo a las instrucciones de tu lavadora.
