Misión: reducir la factura de la luz este invierno (6 trucos que funcionan)

Cada invierno es lo mismo: te acercas al buzón con miedo a abrir una carta y encontrarte esos odiosos picos en el consumo eléctrico que dan como resultado un aumento considerable de tu factura de la luz.

Y mira que, año tras año, te propones a ti mismo/a encender menos la calefacción, tirar menos de calefactores cuando te duches o cuando llegue la noche, racionalizar los consumos en general y optimizar las horas a las que enciendes las luces.

Pero nada. Las subidas llegan, los gastos se multiplican en estos meses y empiezas a pensar que no hay mucho que puedas hacer para cambiarlo.

El Instituto de Diversificación y Ahorro Eléctrico afirma que tirar de estufas eléctricas y calefactores supone la mitad del gasto energético de los hogares de nuestro país.

Así que hoy te vamos a plantear algunas ideas que sí funcionan, y vamos a invitarte a ponerlas en práctica desde esta misma noche hasta que el frío desaparezca, dentro de 6 meses.

Y te garantizamos que, si las sigues a rajatabla, notarás un descenso considerable de tu consumo energético y una amortiguación muy conveniente para tu bolsillo en tus próximas facturas. ¡Palabra de manitas!

Antes de nada, vamos con el mantra que nuestros profesionales del hogar más repiten a todos nuestros clientes, especialmente nuestros cristaleros y cerrajeros:

“La mejor calefacción es un buen aislamiento”

Ten siempre esto en mente cuando llegues a casa –y cuando la abandones camino del trabajo o cualquier otro sitio– porque tan importante es producir calor como no perderlo inútilmente.

¿Preparado para pasar a mejor vida sin gastar más cada invierno? 😉
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1. Aprovecha el Sol siempre que sea posible

Seguro que podrías describir perfectamente en qué momento da la luz solar en cada punto de tu casa.

Aprovecha este conocimiento y abre cortinas y persianas para dejarlo entrar y calentar tus distintos espacios en cada momento del día, cerrándolas en los otros ratos para que ese calor natural no se escape.

Por otro lado, no abras las ventanas más de lo necesario, para evitar que ese mismo calor se escape.

Para ventilar la casa no son necesarios más de 5 minutos cada mañana, y te recomendamos hacerlo en ese preciso instante en que el Sol la bañe con más intensidad.

2. ¡Esa puerta, que se escapa el gato!

¿Cuántas veces habremos oído repetir esa frase a nuestros mayores? La experiencia es más de un grado en su caso, y saben bien que las corrientes de aire –que tanto bien nos hacen en verano para refrescar– se llevan el calor acumulado a las zonas que menos nos interesan.

Por eso, al contrario que durante el estío, es importante tener cerradas todas las puertas de nuestra casa en invierno.

De esta manera, el calor que generáis con vuestra estancia en el salón no se irá a una habitación vacía, o al baño, donde no hace falta en ese momento.

3. Persigue el aislamiento perfecto

Pasea por la casa en las noches donde haga más frío fuera, buscando los puntos de entrada de ese aire gélido exterior (que son los mismos por los que se escapa tu preciado calor).

Acércate a marcos de ventanas y puertas, detectando los puntos que requieren revisión… y, una vez localizados, actúa: instala burletes en todas las zonas que no estén bien aisladas, y sírvete de otras soluciones como siliconas especiales para tapar agujeros y reforzar barreras.

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Para hacerte con los burletes adecuados para cada punto del hogar, ten en cuenta el siguiente consejo: los burletes de goma funcionan muy bien en rendijas pequeñas las ventanas, mientras que los burletes de espuma son más convenientes para cubrir franjas grandes, como el hueco que deja una puerta por debajo.
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4. Aprovecha la Teoría del Color

Si aún no has visto Before the Flood (Antes que sea tarde, el documental de National Geographic y Leonardo DiCaprio sobre el calentamiento global, sus peligros inminentes y nuestra necesaria reacción inmediata) te recomendamos que lo devores hoy mismo.
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En él mencionan una gigantesca y dolorosa lección de física que los científicos han descubierto en Groenlandia: a medida que su superficie se deshiela, su característico color blanco está dejando paso a uno gris oscuro.

Esto supone un problema tremendo, pues el blanco ayudaba a reflejar y devolver al cielo los rayos solares, pero el gris y el negro absorben el calor y aceleran aún más el deshielo.

En tu casa sucede lo mismo a muy pequeña escala: si colocas al alcance de los rayos solares una superficie oscura, esta acumulará mejor y durante más tiempo el calor del Sol.

Prueba a colocar una funda oscura a tu sofá o a tu sillón favorito y a ponerlo al alcance del astro rey, verás cómo disfrutas de calor durante muchas más horas.
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5. Pon soluciones a tus pies: el suelo es importantísimo

Si tu casa tiene suelos de mármol, piedra, terrazo o similares, habrás comprobado que en invierno se convierten en contactos hostiles solo soportables por los mejores faquires.

Si tienes la posibilidad de pasarte al parquet o a la tarima, disfrutarás de un mejor aislamiento y un confort inmediato.

Por cierto, hablando de estos suelos tan gustosos… ¿sabes cuándo ha llegado el momento de acuchillar tu parquet o tu tarima?

Aquí tienes un consejo:


Y si no dispones de ellos ni te apetece cambiar, plantéate instalar alfombras o moquetas para evitar que estas superficies más frías absorban el calor y conviertan en un suplicio cada paseo por tu vivienda.
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6. Demuestra tu buen juicio: ¡cúbrete!

Hay pocas cosas con menos sentido que esas situaciones en las que se pretende elevar la temperatura de la casa en invierno para después estar en camiseta.

Somos seres humanos: supervivientes inteligentes en los entornos más hostiles. Demostrémonos a nosotros mismos esa astucia y un poco de respeto al medio ambiente que nos acoge, apagando calefacciones y vistiéndonos de forma congruente: textiles gruesos para no perder nuestro propio calor corporal incluso en casa, mantas en el sofá y en la cama, etc.

La manta polar, la franela y la lana son soluciones estupendas, agradables al tacto y muy económicas si las comparamos a encender absurdamente la calefacción para corregir una sensación térmica que podemos resolver con una o dos capas de ropa más.

Hablando de nuestro propio calor corporal (una fuente increíble de bienestar en invierno, si sabemos aprovecharlo), otra idea fantástica es realizar ejercicio en nuestro propio hogar.

Si te mueves, sea cual sea el ejercicio, pondrás en marcha tu función metabólica, adelgazarás, mejorarás tu salud y generarás calor en tu entorno. Todo ventajas, sobre todo en los meses más fríos del año.

Así que elige una tarea: ya sea pasar el aspirador, barrer o fregar, quitar el polvo, limpiar los cristales y espejos de toda la casa, y ponle vigor.

En seguida entrarás en calor y lo compartirás con los tuyos, te sentirás de mejor humor gracias a la liberación de endorfinas y la dilatación de arterias en tus músculos hará que tu sangre corra de forma feliz y saludable por todo tu cuerpo.

Si no tienes tareas domésticas pendientes, ponte a bailar, súbete a la bicicleta estática, o haz algo de ejercicio aprovechando el propio suelo: sentadillas, flexiones de brazos, planchas para las abdominales…

¡Aquí encontrarás 14 ejercicios para hacer en casa sin ningún tipo de equipamiento necesario!

¿Qué te parecen estas soluciones para reducir tu consumo energético en invierno? ¿Tienes más ideas que nos hayamos dejado en el tintero?

¡Comparte tus trucos invernales en los comentarios! 😉

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5 comentarios

  1. Dice ser Nasty Mondays

    Hoy mismo lo pongo en practica

    15 noviembre 2016 | 17:17

  2. Dice ser joseluis123123

    lo he leído con interés y todos me parecen muy buenos consejos.

    15 noviembre 2016 | 19:28

  3. Dice ser Alvaro

    No olvidemos tampoco que con la nueva tarifa PVPC nos están cobrando por horas cada día el consumo con lo que planificarte un poco también puede ahorrarte algo de dinero. Hay herramientas para ello, yo particularmente utilizo http://www.planergetic.com

    16 noviembre 2016 | 8:21

  4. Dice ser Tina

    Geniales todos los consejos. No entiendo a la gente que en invierno quiere ir en manga corta por casa. Así son luego las facturas. Yo me pongo mi pijama calentita, mi bata de casa y mis calcetines gordos, y si tengo más frío me pongo una mantita encima. Hay que ahorrar, y ya no sólo por el dinero, sino por el bien de nuestro planeta. Un saludo y muchas gracias por los consejos!

    16 noviembre 2016 | 17:35

  5. Dice ser CalientaTuHogar

    Información muy util!! Muy buenos consejos. Gracias por compartirlo.

    12 julio 2017 | 11:08

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