Por Pedro García
Francia ha reabierto el debate sobre la prohibición de la vestimenta islámica al vetar el “burkini” en muchas playas. Ahora Bélgica se plantea imitar al país galo mientras Alemania va más allá y propone sacar el velo de colegios y universidades.
Es curioso que sean los países menos próximos a las zonas de religión musulmana las que proponen estas prohibiciones. Es un asunto que, no obstante, puede causar fricciones, aunque también es cierto que la convivencia pacífica y la seguridad deben primar sobre los preceptos religiosos.