Por Alejandro P.
Carreras universitarias que hasta hace poco tiempo duraban cinco años, ahora podrán finalizarse en tres cursos. ¡Qué chollo, rebajas de hasta un 40%!
Sin embargo, hay ciudadanos que, sin ser expertos en enseñanza, tenemos serias reservas respecto a los conocimientos adquiridos al reducir en dos años el tiempo de formación y, por tanto, también en cuanto a la validez del esfuerzo social y personal empleado en proyectos de dudosa eficacia.
Otra cuestión que contribuye y añade algo más de desconcierto es que la misma carrera pueda tener mayor o menor duración y contenido en función de la universidad, pues, parece que ésta será una cuestión a decidir por los centros.
La realidad señala que quienes se quedan con la titulación pelada lo tienen más crudo a la hora de acceder al mercado laboral, aspecto que obliga a las familias a llevar a cabo un desembolso superior (el precio medio del crédito del máster es sustancialmente superior al del grado) si desean que sus hijos obtengan una mayor preparación y que, lamentablemente, impide que jóvenes con capacidad y ganas de aprender cumplan sus expectativas.
¿Empobrecimiento social?