Por Francisco Javier España Moscoso
Parece que el ministro García-Margallo ha quedado encargado de crear eso que llaman en política “maniobras de distracción”, cara a enmascarar otros conflictos digamos, más reales y esto lo digo porque sus últimas declaraciones en un medio “amigo” sobre lo que está pasando en la frontera con Gibraltar,
junto con los hechos, no dejan lugar a dudas. Una vez que Rajoy ha puesto tierra de por medio después de su sainete explicativo, qué mejor para el relax veraniego y la desmemoria colectiva, que desempolvar esos eslóganes que tan buenos resultados dieron en el pasado. Y estoy de acuerdo en que hay mucho que tapar, porque no solo es el escándalo Barcenas, también es el incomprensible Real Decreto-ley sobre la estabilidad del sistema eléctrico, que solo sirve para agrandar el oligopolio, o el paro que se nos va a venir encima cuando el turismo afloje.
Señor Ministro de Asuntos Exteriores, este asunto reivindicativo huele a naftalina del pasado y ya solo me queda ver a unos exaltados, pancarta en mano, en las inmediaciones de la embajada británica, emulando a aquellos estudiantes del CEU de los años 50, una anécdota que a buen seguro, usted conoce. Y por qué no, también oír a un locutor diciendo aquello de “la pérfida Albión” cuando se refiera a Gran Bretaña, aunque en este caso no sea para cantar el famoso gol de Zarra a la selección inglesa.
