Por Gloria Calvar
Muchas mujeres en edad de procrear pudimos ser víctimas de un espantoso medicamento, Talidomida, que produjo alteraciones en las extremidades que cambiaron la vida de las afectadas, y siguen sufriendo al cabo de medio siglo malformaciones y sus consecuencias.
Pues bien, el Supremo les acaba de negar la indemnización con la disculpa de que ha prescrito, y las deja sin una miserable y bien escasa cantidad, habida cuenta de los trastornos de por vida. El Supremo emite una sentencia desfavorable y despiadada sin un atisbo de humanidad, dando la razón al laboratorio que reconoció el desastre. Estamos a punto de recibir a miles de personas y darles todo tipo de ayudas y sin embargo abandonamos a los nuestros. ¿Tiene sentido?
A veces, uno se pregunta si las leyes tienen algo que ver con el sentido común.
25 septiembre 2015 | 18:46
Es otro crimen caducado , como todos los que van pasando al olvido.En este pais la la justicia esta al servicio de los de siempre, los poderosos.
Los años dan experiencia,
los libros,sabiduria,
tenga resignación y paciencia´
y lea una novela aunque no sea mia.
antoniolarrosa.com
25 septiembre 2015 | 19:39
Un sistema al servicio de los poderosos. El cambio es una meta irrenunciable.
30 septiembre 2015 | 15:28