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Así es un día de acoso sexual en el trabajo

Por Ana (*NOTA DE LA REDACCIÓN)

Me llamo Ana y tras leer el artículo sobre acoso sexual en el trabajo os envío cómo era uno de mis días. Tenía 23 años. Alguien que lo leyó me dijo que se podía “sentir” el miedo. Si con ello conseguimos que al menos una mujer pueda salir o identificar ese acoso habrá valido la pena:

Estoy en el salón viendo la tele y hablando y discutiendo, papá quiere ver reportajes; yo, series. Le digo, tú eliges martes y jueves, él ríe o me dice que veremos lo que él quiera, pero siempre acaba dándome el mando.

Suena mi móvil, voy a la habitación, mi chico, la llamada más dulce. Estudia fuera y cada día nos llamamos varias veces, pero siempre está la llamada de las 23.30, cuando nos decimos lo mucho que nos echamos de menos. Trago saliva porque le quiero y quiero que él vuelva. Quiero estar con él, pero por otro lado tengo miedo de que descubra la realidad.

Las 12 y pico, colgamos, vuelvo al salón y les digo a mis padres que me voy a la cama, mañana hay que trabajar, y papá me dice: ¡hale hija, hasta mañana! Mamá a veces me da un beso, pero siempre  me regala una sonrisa.

He puesto el despertador, a las 8 está bien. Estoy en la cama asustada, con el móvil en la mesita. Hay días en que suena a las tantas, pero nunca sé qué día sonará y esas llamadas no son de mi novio, no, son de ese jefe.

Doy vueltas y vueltas, miro el despertador y son las 6, aún no he pegado ojo y pienso que otro día más sin dormir; me levanto, voy a la cocina a fumar un cigarro tras otro.

Mientras fumo pienso, si llama no lo cojo, pero suena y lo cojo rápido, lo que pensaba hacer se viene abajo, me puede el miedo, me puede que papá lo vuelva a oír y me diga que le diga a mi jefe que no son horas. Papá se va pero le dice a mi madre que algo me pasa, que estoy llorando, y mamá se levanta y me pregunta qué pasa, yo le digo nada, que no puedo dormir y me da rabia.

Hora de desayunar, joder, no me entra, tengo dolor de estómago y diarrea, pero sobre todo miedo. Bajo al coche, pongo música a tope, son las 9.30, hasta las 10 no entro pero he de estar antes, si viene algún cliente tengo orden de entretenerle hasta que él llegue.

En invierno tengo suerte, la gente no va pronto al negocio, hace frío, así que espero en el coche; la tripa me da mil vueltas y me tiembla el cuerpo. Empiezo a mirar el reloj, él siempre llega tarde, según él es lo que tiene ser jefe.

Mientras espero imagino, me imagino fuerte y hoy no le paso ni una, al primer insulto le doy una torta y me largo. Tras ese pensamiento me viene una pena de mí misma y me llamo gilipollas, me digo que por qué quiero engañarme si no soy capaz de decirle nada, soy consciente del miedo que le tengo, simplemente no puedo reaccionar. Vuelvo a mirar el reloj. Sigo pensando: ¿y si lo cuento? No, nadie creerá que me está pasando, que él es tan malo, además todos creen que soy feliz, que puedo con todo, soy fuerte a ojos de los demás.

De repente llega; siempre aparca detráAcoso sexual en el trabajos de mí, miro por el retrovisor. Quiero verle la cara, necesito verle la cara. Reconozco sus gestos más que los míos, sé si está furioso o no, le miro y cuando para su motor bajo, le saludo con una sonrisa que fuerzo.

Entramos por la puerta de atrás, y sí, hoy está enfadado. No me contestó al saludarle. Además lleva el ceño fruncido. Dios mío, tengo miedo.

Me voy al baño, me cambio. No tiene cerrojo y me visto rápido con la espalda pegada a la puerta porque temo que entre; nunca lo hizo, pero me habla desde la misma puerta. Su voz es de estar enfadado. Sale un momento del negocio.

Vuelve y le miro, trato de no hacer nada que le moleste, pero mientras llamo a clientes él me para y entre medias me dice que qué pretendo poniendo esa voz, que si quería calentarle la bragueta, y yo, sintiéndome sucia, le digo: “si era una señora, lo ha cogido la mujer”. Él se ríe y se va.

Desde su despacho me llama. Está escribiendo. Le digo que no le he entendido. Se enfada, me llama tonta, porque todas las mujeres sois tontas, no tienes ni puta idea, imbécil, marcha de aquí, me pones enfermo.

Salgo y voy a hacer cosas, él ya está enfadado y viene a insultarme, me dice que qué ha hecho para merecer eso, para que no entienda nada de lo que me explica.

Tiemblo y pienso que sí, soy tonta, pero por no atreverme a irme. De repente viene otra vez y me habla muy bien, no ha pasado nada, como si la vida fuese normal.

Ahora me pregunta cosas de mi vida sexual, no le contesto y, claro, eso sí le enfada. Empieza a decirme que cada vez le demuestro más lo imbécil que soy, que damos asco. Quiero irme, salir, no escuchar más, me siento mal, lloro por dentro, se me encoge el corazón, cuanto más me insulta más mierda me siento, pero sé que no puedo marcharme ni darle la espalda, me lo ha dicho millones de veces, pero soy terca y pese al miedo y la vergüenza me trago mis lágrimas. Dios, le doy la espalda de nuevo, lo tengo prohibido pero no puedo seguir mirando su sucia cara mientras me insulta y amenaza, así que cojo la fregona y avanzo por el pasillo, sé que ese momento precede al agarrón de mi brazo, siempre el gesto de cogerme el brazo y siempre la misma frase de no me des la espalda cuando te hablo.

Sigo mi pasos, miro de reojo y sí, viene, ya siento sus manos en mi brazo y oigo esa maldita frase, le pido que me suelte y no, me empuja con la fuerza justa para que acabe contra la pared. Mis manos paran el golpe, vuelve y me empuja otra vez. Solo le miro, creo que mi odio se ve en mi mirada, pero me odio a mí, tanto que me doy asco; le tengo miedo, tanto que quiero callar y que todo pase.

Se va. Allí me quedo, atendiendo clientes y mandándolos venir por la tarde, me trago mis lágrimas, esas que delante de él no quiero sacar, me las trago y sonrío a esos clientes que van entrando. Muchos me dicen: ¡Hasta luego niña, alegra esa cara!

Vuelve y me habla muy simpático, me pregunta quién ha ido; lo tengo todo apuntado, no puedo permitirme que se me pase el mínimo detalle, sería fatal.

Hace como que no pasa nada, como si lo que me hizo fuese algo que yo había soñado. Me habla contento, fuerte y seguro, me dice que soy lo mejor que  ha tenido allí. Quiero gritarle, mandarle a la mierda, matarle, morirme.

Salimos y me dice adiós, esta vez me sonríe y yo le sonrío y le digo hasta luego.

Voy a casa. Mientras conduzco lloro lo que puedo y más, voy a comer con papá y mamá y no pueden enterarse, no quiero, no puedo, tengo miedo.

Mientras nos sentamos a la mesa me hablan y yo contesto, pero no sé qué me dicen. Solo me doy miedo, me creo un monstruo, ahora por mentir y decir que todo bien. Me doy asco, no puedo afrontar la verdad, no puedo.

Ya no puedo más, mi silencio me mata, mis miedos me destruyen, mi familia ve que no como y piensan que entro en la anorexia. Para mí es más fácil. Ante ellos mi única salida para no contar qué pasaba era esa, que piensen que tengo anorexia.

No paro de pensar, de sentir, me he convertido en nada, en nadie, en miedo, en una diana de rabia y odio en la que un señor saca su furia.

Las 16.30, a las 17 entro de nuevo; no quiero, tengo miedo, ahora más.

Acaba la jornada, llego a casa rápido, mientras me ducho pongo música y me entretengo en la habitación. Quiero llorar lo que allí no he podido, coger fuerzas para que papá y mamá vean que ceno y no se preocupen. Quiero coger fuerza para no oír el eco de sus insultos, para que no retumben en mí esas imágenes de cómo me ha empujado, la forma en que me ha tirado al suelo. Quiero, pero cada día se hace más difícil, ya van tres años y no puedo más, mi cuerpo ya no responde, mi cabeza está rota, absorbida por el miedo. Se me cae el pelo, no puedo más, me cuesta sonreír, mis ojos han cambiado, yo entera he cambiado, pero he de fingir que no pasa nada, que es un momento bajo.

Las 23.30, llama mi chico y la misma despedida. Misma vuelta al salón para dar buenas noches y así me voy a la cama. Esta vez lloro, me tapo con la almohada para que no se me oiga, lloro de miedo, asco y vergüenza, quiero escapar, quiero morirme y no puedo.

Suena el despertador. ¿Para qué lo pones si estás despierta? Me levanto y solo quiero morir, no podré más, más no, pero puedo otro día y otro y otro, idiota. Me doy asco, no me conozco, me siento asquerosamente sucia, por sus sobes, por sus palabras sexuales llenas de maldad, por haber aprendido a mentir a mi familia, sucia por no saber parar la situación, por volver al mismo lugar de tortura, por saludarle con una sonrisa, sucia por todo, quiero salir corriendo de mí misma, quiero mirarme y reconocerme, quiero matarle, quiero morirme.

——————————————–

(*) NOTA DE LA REDACCIÓN: Ana, la protagonista de este relato, finalmente dejó el trabajo, denunció a su jefe por acoso sexual y ganó el juicio en sentencia firme.

35 comentarios

  1. Entiendo lo descrito como algo horroroso, pero de verdad merece la pena aguantar a un no se que expresión usar por respeto al blog, Este personaje no merece que una persona como Tú trabaje allí, mándale a «tomar por culo», denúnciale a la policia y la magistratura de trabajo, ponlo en conocimiento de toda tu familia por hay alguien que humildemente le sacuda un buen manporro, y sobre todo no te quedes ahí parada porque como ese hay poca gente.

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    20 noviembre 2013 | 11:09

  2. Dice ser el principe descalzo

    Si la historia que cuentas es verdad eres una masoca, ningún trabajo sea cual sea se merece que aguantes esas cosas, pero si no has sabido pararlo o evitarlo al menos, es que no tienes personalidad alguna.
    ¿Miedo? Esa situación se soluciona no yendo al trabajo o denunciando mediante grabaciones

    20 noviembre 2013 | 11:29

  3. Dice ser fede

    NI UN DÍA MÁS en ese trabajo..! NI UNO SÓLO..SÉ VALIENTE! q hay mucho mundo ahí afuera..! y dile al cerdo de tu ex-jefe lo que es: un cerdo!
    vamos..ya!

    20 noviembre 2013 | 11:30

  4. Dice ser Facilisimo

    Pillo, apago el móvil por la noche y me voy a dormir. Que me putea en el trabajo me pido una baja por depresión y cuando tenga que volver le denuncio por acoso sexual, a sabiendas de que si gano la denuncia se le queda el estigma social de violador en potencia -> Pruebas que aporto: Aparte de mi testimonio las llamadas a las tantas que se registran y si encima has tenido que ir al médico por ansiedad en algún momento ya está ganado. Y si en el juicio te arrancas a decir (sea verdad o mentira): «Me dijo que si no me acostaba con él haría de mi trabajo un infierno» y te pones a llorar le faltan tiempo al juez para meterle un puro.

    A la familia y al novio: Mi jefe me insulta y me dice cosas guarras de mis pechos y culo, está enfermo voy a denunciarle :/ Para no preocuparles en exceso.

    20 noviembre 2013 | 11:37

  5. Dice ser Carmen

    Mientras leía este Blog, me he sentido tan identificada, llevo en esa misma situación desde los 23 y ahora tento 36, es horrible, no tienes ilusión por nada, te sientes atrapada, ya casi te parece hasta normal. Y cuando decides salir, no puedes, siempre hay algo que te lo impide, como la necesidad económica. Encima mi trabajo se amolda a los horario de mi hijo, y además mi sueldo es bastante aceptable con los tiempos que corren. No tengo salida, y ahora menos que nunca. De que trabajo, donde voy. No tengo estudios universitarios, me siento una mierda. A veces me doy pena de mi misma. Que pena, Dios, mi vida personal es de cuento de hadas, pero cuando llego al trabajo…buf!!!
    Juan Carlos, hay más gente así de la que tú te piensas. Cuando su vida personal es una mierda, llegan al trabajo y pagan contigo sus frustraciones.

    20 noviembre 2013 | 11:38

  6. Dice ser Ivan

    Y eso se supone que es acoso sexual?, porque que yo vea, es acoso LABORAL.
    Les queda muy bonito a las feministas lo de agregar ‘sexual’ ya a cualquier cosa, así tenemos después las leyes de mierda en éste país. Si se cobrase por productividad, no pasarían estas cosas.
    1saludo.

    20 noviembre 2013 | 11:43

  7. Dice ser cache

    Lo que no entiendo es… que tiene esto que ver con acoso SEXUAL? puede ser acoso laboral entiendo, sexual en ningún momento… A mi esto no me lo hacen porque de la primera ya he dejado el trabajo (será que no tengo mentalidad debil!). Denunciarlo a la primera, no me seais masocas! mucho animo

    20 noviembre 2013 | 12:06

  8. Dice ser fer

    Pues si aguantais esa situacion es porque os sale de los huevos.
    podeis denunciar, meterle una somanta de hostias…..no teneis unos amigos o primos o novio que les partan la cara?
    a mi viene mi mujer asi, y le saco los intestinos y se los meto por la boca solo para ver como los caga otra vez,
    asi va el mundo…..lleno de cobardes. DESPERTAD HOSTIA QUE NADIE VA A HACER NADA POR VOSOTRAS

    20 noviembre 2013 | 12:14

  9. Dice ser Loli

    Los comentarios del príncipe descalzo y de Iván me dejan con la boca abierta. Menudo razonamiento… Qué pena, así va el mundo o lo que queda de él…

    Y sí, es acoso laboral y sexual a la vez, si no lo entienden, vuelvan a leer el artículo. Por ejemplo, la parte en que el tipejo ese se pone a hablarle justo detrás de la puerta del lugar donde ella se cambia. Eso no es aceptable.

    Me alegro por ella, que por fin ha salido de ese pozo de mierda.

    Carmen: intenta hacer algo, alguna manera tiene que haber, habla con alguien. Te mando un abrazo caluroso y muchísimos ánimos.L

    20 noviembre 2013 | 12:26

  10. Dice ser jose

    Primero no entiendo que tiene que ver esto con el acoso sexual y segundo tampoco entiendo por que nadie aguantaria eso sin hacer nada ¿?

    20 noviembre 2013 | 12:31

  11. Dice ser estoy con jose

    esto no es acoso sexual, es acoso laboral y punto…

    20 noviembre 2013 | 12:37

  12. Dice ser skalo75

    A mi me paso algo parecido. Después de 5 años trabajando pase de ser un beneficio para la empresa a ser una carga; lo que hizo mi jefa entonces era insultarme a diario, decirme que era un inútil, que mi trabajo no valía para nada, gritos, malas palabras, etc.
    Al principio me sentaba mal, me sentía como una mierda, me esforzaba mucho en hacerlo perfecto, pero cuando comprendí que el único objetivo era tocarme los cojones y que me fuera de la empresa (moving creo que se llama) saqué el capote y lo gozé; desde ese momento todo mi esfuerzo fue dirigido a un sólo objetivo: conseguir sacar de mis casillas a la tipa que era mi jefa. Misión cumplida, saber que todos sus insultos me la sudaban, la ponía aún más furiosa, al mes me estaba echando a la puta calle y me fui haciendo el moonwalk yep yep yep y dejandole bien claro que lo único que quería de ella era el despido improcedente.
    A día de hoy me consta que la empresa de la payasa cerró y ella está en paro. Yo, felizmente currando!

    20 noviembre 2013 | 12:40

  13. Dice ser lucastrapaza

    No se trata de tener valor o no tenerlo,
    cualquiera que viva una situacion desde fuera y sin tener las ataduras del protagonista puede decir que es falta de valor o «huevos» o lo que quieras
    se trata de como sea tu situacion, de lo que dependas de ese trabajo, lo mismo tienes hijos que alimentar y ese trabajo es tu unica fuente de ingreso y mas hoy dia.
    Entonces tu mismo/a te atas por la dependencia de ese trabajo y vas tragando, unos mas otros menos

    y el acosador ,laboral ,sexual , etc.. lo que hace es ir acosando poco a poco y segun vayas tragando ira acosando mas ….

    20 noviembre 2013 | 12:41

  14. Dice ser el único comentario con sentido

    Yo alucino con los comentarios estúpidos que ponéis aquí. Que si la tía no es valiente, que si eso es facilísimo, que si tal que si cual, casi sois como el puto jefe.

    Nadie se da cuenta de que cada persona es un mundo? de que no reaccionamos igual ante las cosas? de que esta chica está admitiendo que tiene MIEDO? que cojones sabréis vosotros lo que pasó esa mujer? eso si, ya hay mucho listo diciendo «estás así porque quieres», es evidente QUE NO QUIERE.

    Yo, por poner un ejemplo de carácter diferente al de ella, sería de las que al primer insulto le responde con una denuncia y no volver por allí, si la cosa va a más y me pone la mano encima se come una buena ostia y la denuncia por intento de violación al canto, y seguramente le haría la vida imposible todo lo que pudiese a partir de ahí hasta que suplicase perdón y no volviese a tratar a nadie de la misma manera. Ahora bien… Entiendo perfectamente que no todos somos iguales, y que hay personas como la que escribió el texto que tienen miedo, miedo de que su familia lo pase mal, miedo de que la gente no la crea, miedo de que el tío tome represalias contra ella si no le coge el teléfono por las noches y lo apaga, miedo de cruzárselo por la calle después de ponerle la denuncia.

    Y ese miedo paraliza, seguramente hasta el punto de acostumbrarte a la situación y no saber como salir de ella, porque tras un tiempo mintiendo empezarían las preguntas «si esto es así… como no denunció antes? como no lo dijo antes?», y el miedo de nuevo.

    Así que cerrad la boquita con tonterías de que la tía está así porque quiere, está así por miedo, porque igual aguantó al principio porque necesitaba el dinero, pensó que no iría a más, y cuando fue a más se le vino todo encima.

    20 noviembre 2013 | 12:45

  15. Dice ser mariposa

    Soy familiar de una victima. Nos os podeis imaginar el daño que haceis con esos comentarios tan duros. De verdad pensais lo que decis? Sois unos ignorantes emocionales…esa es la solidaridad que demostrais con las victimas. Dios quiera que no os toque vivirirlo. Yo solo quiero mostrar mi apoyo incondicional a todas las victimas.

    20 noviembre 2013 | 13:07

  16. Dice ser Marco Antonio

    Habría que preguntarse porqué suceden estos maltratos en el ámbito laboral, pues no es algo que suceda esporádicamente, está más extendido de lo que muchos creen.
    Por un lado tenemos a muchos tipos como el jefe de la chica, personas impulsivas que se criaron en un ambiente frívolo, que no prendieron normas de convivencia y respeto básicas, han aprendido a hacer lo que quieran y a que las faltas de respeto les salgan gratis, esto es algo que sucede habitualmente por la pésima educación que ha impuesto una doctrina pedadógica carente de todo pragmatismo.
    Luego está el entorno laboral donde el trabajador suele estar indefenso, por eso se aprovechan de ellos, los responsables se sienten poderosos porque hay demasiada impunidad, el Estado regula leyes pero sirven de muy poco cuando la justicia es ineficiente, y los sindicatos tampoco sirven de mucho, ellos dan servicio al funcionario pero en la empresa privada pasan de lo lindo.
    Vivimos en un país bananero y tenemos que adaptarnos, no hay otra.

    20 noviembre 2013 | 13:10

  17. Dice ser FB

    A los que hablan de falta de testiculina para denunciar, bien ante las autoridades, ante tu familia… les diré: efectivamente, en su mayor parte es acoso laboral, pero una cosa que describe perfectamente el texto es la sensación que se te provoca: el acosador te anula emocionalmente, es un experto psicólogo y te convence de que eres una mierda y que no sirves para nada, que él es dios y tú una mierda y que si le vas a alguien con ese cuento, nadie te va a creer. ¿Qué por qué lo se? Porque la parte de acoso laboral la he sufrido.

    20 noviembre 2013 | 13:14

  18. Dice ser Se puede, siempre se puede

    Se puede salir de esa situacion, claro que si.
    Para que haya un maltratador, acosador o como se quiera llamar segun las circustancias, siempre tiene que haber alguien que lo consienta.
    Un maltratador/acosador nunca lo hace con alguien que sabe que es valiente y tiene caracter, me entendeis?
    Se tiene que dar siempre esa posibilidad, que la persona en cuestion sea debil.
    Solucion, ser fuerte.
    Como, no consintiendo desde el minuto 1, ninguna posibilidad de maltrato/acoso.

    Para esto hay que tener las cosas claras, al trabajo no se va a que te acosen/maltraten, se va a ganar un dinero a cambio de un trabajo. punto.

    Pero para no tener miedo, no te tiene que importar quedarte en la calle, sin nada. Hay que echarle valor, y no vivir sometido a nadie.

    Esto se aprende, el que no lo tiene de nataraleza, lo aprende, se puede aprender.
    Por supuesto que hay que practicar. No es de un dia para otro.

    Pero en el caso que mencionas, lo primero sinceridad con uno mismo…este tio me esta acosando, una vez que el problema esta identificado, actuar en consecuencia y MARCHARSE DEL TRABAJO… no pasa nada, te vas al paro y te mueres de hambre, bueno si…pero al menos no tienes que vivir con miedo.
    Yo es que lo tengo claro prefiero morirme a pasar por una situacion asi.

    Creo que aqui el asunto se reduce al nivel de tragaderas que tienen algun@s personas. Yo lo tengo al minimo y no aguanto ni una.
    Conclusion.
    Marchate del trabajo.

    20 noviembre 2013 | 13:18

  19. Dice ser asdf

    a ver para los listos, si hay connotaciones sexuales, es acoso sexual,

    os parece acoso laboral simplemente que le pregunte por su vida sexual o que si quiere calentarle la bragueta con esa vos? antes de contestar imaginad que se lo dicen a vuestra madre.

    20 noviembre 2013 | 13:37

  20. Dice ser Raúl

    Ana por favor, da el paso. Hazlo público, abandona ese trabajo, apóyate en tus padres, cuéntaselo a tu novio, vete con el y busca trabajo allí…

    Mandame el CV y te ayudo a buscar!!

    Un abrazo y muchos ánimos, esto no se debe permitir jamas.

    rau_prieto@hotmail.com

    20 noviembre 2013 | 13:47

  21. Dice ser Timoteo

    Qué acoso sexual?? qué acoso sexual?? Qué pensabais, que era un relato erótico? Cortitos, que sois muy cortitos….

    20 noviembre 2013 | 15:04

  22. Dice ser Laura

    Yo sinceramente, cuanto mas iba leyendo mas me iba enfadando con la autora.. como puedes llegar a aguantar esto? Y si, lo siento pero eso solo lo aguanta una persona debil, con falta de autoestima y valor.

    20 noviembre 2013 | 15:08

  23. Dice ser txarra

    ¡Gracias laura ! No nos habiamos dado cuenta de que es una persona con baja autoestima y valor hasta que tú nos has iluminado. ¿Y? Que pasa que como carece de valor ya se puede pudrir en un rincon? Debes entender que en esta vida hay gente con distintos caracteres y a la gente débil no se la debe humillar ni pisotear solo por ser así.
    Tú como debes salir a la calle con dos pistolas a lo John Wayne pues estás más tranquila que un pistacho sin raja.
    Como detesto a la gente que va de sobrada y se come a Dios por los pies; y he dicho «va de sobrada» porque a la hora de la verdad seguro que han tragado más en su vida que un sumidero.
    Un saludo justiciera de la ciudad..

    20 noviembre 2013 | 15:52

  24. Dice ser Nunca sabes como reaccionaras

    Siempre pensé que le daría dos hostias a la persona que se le ocurriese faltarme al respeto y llegado el momento lo único que hice fue marcharme de la empresa con el rabo entre las piernas sin haberle plantado cara al impresentable de mi jefe. Cierto es que todo mi entorno sabe perfectamente que me fui de allí por el estúpido de mi jefe y a la forma de tratarme que tenía. Pero no tuve narices de plantarle cara y eso me da rabia porque me sigo considerando una persona fuerte.
    No es cuestión de lo débil o fuerte que sea la persona que sufre el acoso, es cuestión de lo psicópata que sea la persona que lo provoca.

    20 noviembre 2013 | 15:53

  25. Dice ser Type

    Leo muchos comentarios poco empáticos que echan a la victima la culpa de lo que le pasa (qué curioso, igual que con las violaciones). Esta tontería está basada en una falsa creencia de nuestra cultura: la existencia del libre albedrío. La creencia de que elegimos lo que nos pasa (una teoría a la que se agarran los liberales para poder explotarnos mejor). La realidad es que las elecciones de un ser humano están regidas por fuerzas interiores desconocidas para el individuo. ¿Habría una forma de escapar a este control del inconsciente? Sí, pero eso pasaría por hacer consciente el inconsciente, y es evidente que la mayoría de los participantes de este blog no han conseguido este logro. Son el tipo de persona que para curar a un anoréxico le darían dos palmadas en la espalda y le dirían: “hay que comer…”. Son ignorantes de la realidad, y desde luego, ignorantes de sí mismos. Más terapia y menos prejuicios.

    20 noviembre 2013 | 16:25

  26. Dice ser Yayita

    No me puedo creer que una mujer pueda aguantar este suplicio,por muy joven que sea,por muy necesitada del trabajo que esté…NO AGUANTES NUNCA!!! Qué horror,me alegro que al fin se decidiera a denunciar

    20 noviembre 2013 | 18:17

  27. Dice ser No importa mi nombre

    Alucinada me quedo al leer depende que tipo de comentarios,Laura,es lo mismo ser hombre o mujer,se trata de ser persona,y cómo te decían antes debes de ser una gran valiente,pero desde luego para mi eres una ignorante…Cómo se puede opinar tan alegremente acerca de este tema,consejos…,pues claro que son consejos,pero quién vive esta situación es una chica que está claro que dentro de ella tenia todas las respuestas a su jefe,lo único que su miedo o pánico no la consentían hacer lo que su cabeza pedia.Dejemos de cuestionar y pongámonos en su lugar para al menos no ver todo tan fácil,porqué si así hubiera sido ella no estaba ahora contando esa horrorosa experiencia,aquí no se trata de baja autoestima,de porqué quieres….,se trata de que hay un acosador,manipulador….que utilizó sus armas contra una víctima,y hagamos eso,apoyar a estas personas y no hacer crecerse a ese otro tipo de gentuza con comentarios absurdos ,ánimo Ana

    21 noviembre 2013 | 4:41

  28. Dice ser Nos creemos jueces

    Joder Type, plas, plas, plas, plas. Suscribo tu comentario de cabo a rabo, lo mejor que se ha leído por aquí en años. Ana, me alegro de que le emplumaras finalmente a ese capullo. Mucho ánimo.

    21 noviembre 2013 | 8:03

  29. Dice ser Rosario

    No sé que me da mas pena y rabia, si el relato o la sarta de hijxs de puta que han comentado después agrediendo a la víctima, justificando al agresor, etc.
    Cómplices de cada vejación

    21 noviembre 2013 | 13:58

  30. Dice ser chabelita

    La víctima despues de un tiempo cree que en verdad es una tonta y le cuesta mucho buscar otro empleo porque cree que no es nada, que no vale, esta anulada emocionalmente, mentalmente, es dependiente, esta deprimida todo el tiempo, es un infierno. La mayoría de los que opinaron aqui jamás en sus vidas han pasado por algo así, deberían abstenerse pues sus comentarios agrandan el sufrimiento de quienes pasan por esta situación, lo peor es que si denuncias a tu jefe la mayoría de las empresas no te quieren contratar, a nadie le importa, nadie te ayuda, solo te critican.

    21 noviembre 2013 | 18:47

  31. Dice ser Carla

    El IMBECIL que dijo que:»les queda muy bonito a las feministas lo de agregar ‘sexual’ ya a cualquier cosa», aparte del pavo que dice: «pues si aguantais esa situacion es porque os sale de los huevos.» y, «DESPERTAD HOSTIA QUE NADIE VA A HACER NADA POR VOSOTRAS»……..dan ASCO,asi va el puñetero mundo,por culpa de gente como el jefe de esta chica y por JILIPOLLAS que dicen estas ESTUPIDECES.
    Había que veros a vosotros si le pasara esto a vuestra madre,o vuestra hermana y os enterárais tarde porque ella tiene MIEDO.
    Osea,que podéis hacer lo que os salga de los ***** y decir o hacer cerdadas que es lo único que os gusta,y nosotras nos tenemos que callar,y no podemos agregar el término «sexual» porque sino somos FEMINISTAS????????? pero de que carallo vais colegas?? Me ponen enferma comentarios como este despues de leer lo que habéis leido….aún encima…..
    Las mujeres no estamos aquí para oír vuestras estupideces ni para aguantarnos cuando nos molesteis.
    Quedaros las guarradas para vosotros,no faltar al respeto,y no pasarán estas cosas.

    P.D:se puede acosar a alguien muy SUTILMENTE,y quiza es el peor acoso,el que más desgasta.

    21 noviembre 2013 | 20:41

  32. Dice ser Cogito

    Me resultan preocupantes los comentarios, especialmente el de fer «a mi viene mi mujer asi, y le saco los intestinos y se los meto por la boca solo para ver como los caga otra vez»

    Estos cuatro fragmentos (extraídos para mayor comodidad de aquellos que deliberadamente omiten partes al leer) evidencian el acoso sexual.

    «…me visto rápido con la espalda pegada a la puerta porque temo que entre; nunca lo hizo, pero me habla desde la misma puerta. Su voz es de estar enfadado.»
    «Vuelve y le miro, trato de no hacer nada que le moleste, pero mientras llamo a clientes él me para y entre medias me dice que qué pretendo poniendo esa voz, que si quería calentarle la bragueta, y yo, sintiéndome sucia, le digo: “si era una señora, lo ha cogido la mujer”. Él se ríe y se va.»
    «Ahora me pregunta cosas de mi vida sexual, no le contesto y, claro, eso sí le enfada. Empieza a decirme que cada vez le demuestro más lo imbécil que soy, que damos asco.»
    «Me doy asco, no me conozco, me siento asquerosamente sucia, por sus sobes, por sus palabras sexuales llenas de maldad…»

    Y para los que no investigan ni en wikipedia «En la ley de empleo de Estados Unidos, está definido como cualquier interés o comportamiento sexual inoportunos en el trabajo, teniendo el efecto de hacer el lugar de trabajo intimidatorio u hostil.»

    Pero claro, no faltara el que diga «Ah! pero esa es la ley de Estados unidos.» o cualquier otra excusa que dan aquellos que quieren justificar al agresor pero no quieren quedar como los malditos que son.

    21 noviembre 2013 | 23:15

  33. Dice ser Conan

    Qué manía con la valentía…

    Much@ viking@ veo yo dando lecciones de fortaleza interior.

    Insensibles…Sois de esos que criticáis y bromeáis si alguien no habla, llora, o no sonríe.

    Empatía y autocrítica, es lo que os falta, «come-mundos» pseudopsicólogos…

    22 noviembre 2013 | 1:22

  34. Dice ser japoas

    Con lo que explicas tienes las pruebas suficientes para una denuncia e indemnización, así ¿que es lo que te lo impide?; aquí hay algo raro, pues con la indemnización que puedas sacarle tendrás para vivir un tiempo hasta que tengas otro trabajo y a menos vivirás mas tranquila.

    Insisto, aquí hay algo oscuro.

    22 noviembre 2013 | 12:30

  35. Dice ser Contesta

    Japoas,creo que no te has enterado de que va la cosa.Lado oscuro?,creo que el tuyo ya que sólo intentas ver dinero o vivir de otro trabajo,esta chica habla de su miedo,de su vivencia,no habla de que piense en un futuro sin cobrar.Me parece vergonzoso que exista gente que no intente al menos ver el otro lado de las cosas,que fácil es dar soluciones sin vivencias de por medio,que fácil es decir lo que haríamos sin haber sentido un solo momento de eso vivido,dejemos de juzgar comportamientos y luchemos por saber empatizar con quién sufre problemas,así,seguro el mundo no tendría tantos defensores de estos que se hacen pasar por la vida cómo uno más y no tendrían más margen para seguir jodiendo,el dinero no lo es todo,el dinero no quita el miedo ni paga sensaciones,aunque seguro que a gente como tu,si que lo hace,y para que veas que no me pongo a tu altura y voy a empatizar contigo,pienso que a eso se debe tu respuesta de lado oscuro e indemnización.

    01 diciembre 2013 | 14:24

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