Antes de empezar a compartir mis opiniones me gustaría aclarar algo: lo que escribo aquí, en mi blog, es mi opinión. Un blog no es información ni un portal de noticias, un blog es como el espacio de la sección de opinión de un periódico, un diario personal en el que comento lo que me parece de lo que acontece en el mundo, en este caso, del corazón y el colorín. Y dicho esto… ahí voy con mi opinión y con lo que sé sobre este tema de Rocío Carrasco.
Estoy harta de leer y escuchar en los medios de comunicación que Rocío Flores, hija de Rociíto y Antonio David, quiere tender puentes para recuperar su relación con su madre. Esto es ¡MENTIRA! Y lo pongo en grande para ver si se dan por aludidos ya de una vez por todas.
Conozco a mucha gente que trabaja en el medio, tengo compañeros del periodismo con los que hablo de estos temas y que, en ocasiones me dan también algunas informaciones. Hace unos días lo compartí con vosotros y hoy, lo vuelvo a repetir. Cuando Rocío Flores llama por teléfono a Alberto, el director del primer especial de Rocío: Contar la verdad para seguir viva, no se le permite entrar en directo en el programa porque, pese a que ella dijo que lo que quería era «tender un puente una vez más» para reconciliarse con su madre, según me cuentan, estaba molesta, enfadada, agitada y «llena de odio«.
Agotada estoy de escuchar a los colaboradores de turno que defienden lo indefendible decir que Rocío Flores quiere reconciliarse con su madre. En un momento tan delicado como por el que Rocío Carrasco está pasando… ¿Entendéis vosotros como «tender puentes» el hecho de subir a Instagram una foto con la mujer de tu padre en plan ‘amor, amor’? ¿Colgar en las redes una foto cogiendo a tu abuela de la mano justo después de que tu madre confiese en el documental los terribles comentarios que le hizo? Venga mujer, no. Es mentira que Rocío Flores esté tendiendo puentes.
La estrategia de Antonio David y su hija Rocío, según mi parecer y en mi opinión, podría ser reaccionar ante los medios de un modo más que estudiado y medido para que solo se vea, o se diga, lo que ellos quieren. Por ejemplo, el momento despedida de Rocío Flores con Olga, la mujer de su padre, antes de que esta se embarcase en la aventura de Supervivientes, fue casualmente captado por las cámaras de televisión y Rocío Flores se encargó muy mucho y muy bien de que los reporteros registrasen el momento.
Lo mismo ocurre con las imágenes que hoy hemos podido ver en Sálvame: Antonio David y su hija Rocío hablan en Málaga horas antes de que se emitan en televisión los dos primeros episodios del documental de Rocío Carrasco. Las imágenes son muy nítidas y están más que estudiadas. Es obvio, como hoy ha apuntado Kiko Hernández en el programa, que padre e hija sabían que les estaban grabando, me resulta evidente que esta era la imagen pactada de unidad que ambos querían dar a España ante la emisión del documental y me aseguran que, esta estrategia, es más que habitual en Antonio David ya que, como ha comentado hoy la Patiño en Sálvame, es amigo del 90% de los reporteros que habitualmente trabajan en Málaga.
Rezuma a puesta en escena más que preparada, montada y pactada.
Estoy harta de mentiras y de medias verdades. Y hoy, no entro a juzgar lo que comenta Rocío Carrasco en el fantástico documental que a tantas mujeres está ayudando, hoy digo que me parece que tanto Rocío Flores, como Antonio David están vendiéndonos una mentira tras otra.
Por añadir algo más: Me aseguran que Rocío Carrasco dice que su hija nunca, repito, nunca le ha llamado por teléfono desde que se distanciaron y que comenta que ella no ha cambiado de número de móvil.
¿Quién miente? Ojalá se arreglen y puedan vivir con normalidad y felicidad.