El fenaquistiscopio surgió en el siglo XIX y es una de las primeras formas de entretenimiento que nos regaló una ilusión de movimiento, convirtiéndose en un precursor crucial en la evolución de nuestro cine.
Inventado en 1832 por el físico belga Joseph Plateau y el matemático austríaco Simon Stampfer de manera independiente, el fenaquistiscopio es un dispositivo que consiste en un disco con una serie de imágenes dibujadas alrededor de su circunferencia. Al girar el disco frente a un espejo y mirar a través de las ranuras, las imágenes parecen moverse.
Su funcionamiento se basa en la persistencia retiniana, un fenómeno visual que hace que una imagen permanezca en la retina humana un tiempo antes de desaparecer, momento en que una nueva imagen aparece y de esa forma una secuencia de imágenes estáticas parecen cobrar movimiento.
El fenaquistiscopio fue en realidad un paso previo en el camino hacia el nacimiento del cine. Mientras que los espectadores de este dispositivo estaban limitados a una experiencia individual, (como sucedía con el cinetoscopio de Edison) los principios detrás de la ilusión de movimiento que proporcionaba sentaron las bases para desarrollos tecnológicos más sofisticados que fueron apareciendo hasta el final del siglo, momento en que llegó el comienzo del cine que hoy en día disfrutamos.
El zoótropo, inventado en 1834, mejoró la invención de Plateau y Stampfer al permitir a varias personas ver la ilusión de movimiento a la vez. Aún más importante, este dispositivo inspiró a Eadweard Muybridge en su famoso experimento de «El caballo en movimiento» en 1878, donde capturó una secuencia rápida de fotografías para analizar el galope de un caballo.
Surgieron otros artilugios basados en la misma técnica de Plateau, como el praxinoscopio de Emile Reynaud que en realidad se ofrecía como un juguete y derivó en el teatro óptico, que permitía plasmarlo en una pantalla y ser disfrutado por el público.
Todos estos avances condujeron a la invención del cinetoscopio de Thomas Edison en 1891, que fue seguido rápidamente por el cinematógrafo de los hermanos Lumière en 1895 y la primera exhibición pública de lo que es considerado el nacimiento el cine en el salón Indien de París.
Así, el fenaquistiscopio, aunque hoy solo sea una pieza de museo, es parte integral de la historia del cine y a través de su lente, podemos ver el camino que nos llevó al séptimo arte.
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