Georges Méliès es uno de los más destacados pioneros del cine, un artesano en los tiempos en los que todavía no se había convertido en una industria y al que debemos, entre otras cosas, los primeros filmes de ciencia ficción, como su increíble Viaje a la Luna (1902).
Hoy vamos a revisar los comienzos de la carrera del «Mago de Montreuil» y cómo dio comienzo a un nuevo género basado en los sucesos de actualidad, casi en tiempo real, lo que podemos catalogar como una mezcla entre periodismo y documental. En 1897 comienza esta etapa con una serie de episodios referidos a la guerra entre turcos y griegos, que continuó al año siguiente con una historia que tuvo mucho éxito en Estados Unidos, el suceso del Maine. Tampoco pasó por alto el gran escándalo en el ejército francés con el capitán Dreyfus y terminó este ciclo con la coronación de Eduardo VII.
La primera de esta serie de historias de actualidad fue Combate naval en Grecia (1897), una reconstrucción de la guerra greco-turca sucedida ese mismo año, donde recreó escenas de la batalla naval. Para ello reprodujo las escenas con maquetas.
En 1897 estalló el conflicto entre turcos y griegos por la isla de Creta, bajo control otomano pero donde gran parte de la población deseaba su unión a Grecia. Pese a la rápida victoria militar turca, en apenas un mes de duración entre abril y mayo (por ello también se la conoce como la guerra de los Treinta Días), la intervención diplomática de algunos países europeos dotó a la isla de autonomía hasta 1913, que pasó a formar parte de Grecia.
Para el suceso del Maine, Visite sous-marine du Maine (1898), tres buzos acceden al buque hundido a través de un agujero en su caso, del que sacan el cadáver de un ahogado. Una curiosa visión del suceso de apenas 20 metros de rollo y un minuto de duración.
El acorazado Maine fue un barco de guerra enviado por Estados Unidos a la bahía de Cuba para dar cobertura a los ciudadanos norteamericanos ante la guerra de Independencia de Cuba. La explosión de los almacenes de munición causó su hundimiento y la muerte de gran parte de su tripulación. Hoy en día, hay consenso en que fue algo fortuito, probablemente un fuego iniciado en las carboneras que pasó a la zona de municiones. Sin embargo en 1898, los EEUU deseaban entrar en guerra contra España, a sabiendas de la superioridad militar. Acusaron a España de provocar el hundimiento, generando el caldo de cultivo que solo podía terminar en conflicto, como así sucedió.
El «Caso Dreyfus» fue un escándalo nacional en Francia, que afectó al ejército y creó una convulsión social donde se mezclaban razones nacionalistas y antisemitas. El capitán Alfred Dreyfus, un ingeniero de origen judío, fue acusado de espionaje por suministrar documentos secretos a los alemanes. En una sociedad francesa donde todavía escocía la derrota en la guerra franco-prusiana, fue una conmoción avivada por algunos medios de prensa. Dreyfus fue condenado por un tribunal militar a cadena perpetua pese a la ausencia de pruebas del delito. La propia familia tuvo que luchar para demostrar su inocencia y terminó siendo indultado y rehabilitado en el ejército.
El caso Dreyfus (1899) fue la primera «gran película» de Méliès, con un total de 13 minutos, aunque si bien estaba formado por episodios, hasta un total de 11, cercanos al minuto de duración.
Pero sin duda, la más famosa de todas estas «actualidades reconstruidas» del pionero francés, fue sin duda la coronación del monarca inglés. La coronación del rey Eduardo VII (1902) fue un trabajo de mayor entidad y duración que las anteriores, pues llegaba hasta los 5 minutos. Financiado por una empresa inglesa, se puede considerar como una de las primeras coproducciones de la historia del cine. Este cortometraje, de marcado carácter monumental, imitaba al que había grabado años atrás Francis Doublier para los Hermanos Lumière, La coronación de Nicolás II (1896), de la que ya contamos los dramáticos sucesos en ‘El zar Nicolás II, protagonista del primer gran reportaje de la historia del cine (tragedia incluida)‘.
Lo más curioso de esta producción fue que se rodó con antelación a la coronación real. Un mozo de lavadero hizo de rey para la ocasión y una corista de teatro emuló a la reina Alexandra. Como asesor, Méliès contó con la ayuda de un maestro de ceremonias de Westminster, por lo que nos imaginamos que las escenas fueron bastante veraces a las que sucedieron después.
Méliès también realizó algunos otros trabajos sobre temas históricos y religiosos, entre ellos Juana de Arco (1900) sobre el proceso contra la «Doncella de Orleans» y la La tentación de San Antonio (1898), donde mezclaba algunos apuntes históricos con otros llenos de la fantasía propia de un mago.
Escena de los submarinistas ante los restos del Maine en ‘Visite sous-marine du Maine‘ (1898)
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Ciencia-ficción= armas. O a guerra entre mundos.
Es como la publicidad del tabaco, que era bueno y no hacía daño.
31 marzo 2023 | 2:20 pm
Era capaz en tan poco tiempo de contar una historia y encima inventó un genero de cine, gran merito para Melies
https://pasionclasificados.com/pasion-alicante/
01 abril 2023 | 8:18 am