Archivo de mayo, 2019

El cambio de armario y el cambio del clima

Por Tom.

Ha llegado el maravilloso puente de mayo, esa fecha significativa, celebrado por una multitud de motivos.

Primero porque significa que has podido coger uno o dos días y llevarte tres de vacaciones, que junto con el fin de semana ya son cinco. Regalazo. La gente volvió al trabajo bronceada, relajada y feliz.

Segundo, porque esa fecha señala el comienzo de esa situación resbaladiza que nos manda inexorablemente hacia el verano, y las vacaciones.

Sobre todo en el sur de España, Semana Santa y el puente de mayo son los eventos primeros de un verano que llegará lleno de festivales y ferias que duran hasta el otoño. Todo empieza a oler a vacaciones y playa. En breve se acortará la jornada para muchos, dándonos la oportunidad de aprovechar más de las tardes de cada día.

Tercero, porque aunque en España digan «hasta el cuarenta de mayo…no te quites el sayo», para mucha gente este fin de semana marca el ‘cambio de armario’.

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Este fenómeno hace que miles de personas saquen toda la ropa del armario, la doblen estilo Marie Kondo, y la metan en cajas para el próximo invierno. Es hora de sacar toda la ropa de verano, descubrir todas estas prendas que habías olvidado completamente, y a lo mejor encontrar los restos del verano pasado, el detrito de lo bien que lo pasaste, en los bolsillos.

En el Reino Unido, como podéis imaginar, no es tan necesario como aquí hacer ese ritual de cambio de ropa. Es cierto que cada invierno, a lo mejor nos encontramos cogiendo el abrigo grande cuando brota el primer día de frío de cojones narices, pero en general, como el tiempo es tan impredecible y las temperaturas no alcanzan niveles tan altos, no nos vemos obligados a hacer una sustitución del armario entero. Mantenemos la misma ropa colgada y doblada todo el año.

Policías atienden a un miembro de la Guardia Real británica, desmayado a causa de la ola de calor en 2017 en Londres. A veces también tenemos de eso. (GTRES)

No sé si también influye que nuestros armarios son más grandes o si tenemos menos ropa, pero el hecho es que, por el motivo que sea, no hacemos el cambio.

Otra cosa que no se podría prescindir nunca es el paraguas, siempre estamos preparados para un día (o dos o tres) de lluvia inesperado.

Los gestos para decir no, gracias o insultar son distintos en Grecia, conócelos para ‘sobrevivir’ si vas de viaje

Por Vicky

A veces conscientemente y otras no, los gestos que utilizamos mientras hablamos con una persona, la expresión facial que adoptamos o nuestro modo de movernos en un sitio pueden marcar una gran diferencia en el mensaje que transmitimos. Incluso hay estudios que confirman que muchas personas -sobre todo jóvenes- han perdido oportunidades laborales no por no ser lo suficientemente cualificados, sino por no saber estar en la fase de la entrevista.

Incomodidad, nerviosismo, expectativa, arrogancia o ilusión. Nuestro cuerpo consigue hablar mucho más que nuestra boca. Y a pesar de que hay una ciencia entera detrás de la comunicación no verbal, cada uno de nosotros es diferente y en consecuencia habla su propio idioma. En este sentido, hay reglas universales pero también muchas particularidades.

En Grecia el idioma puede generar auténticos quebraderos de cabeza para sus visitantes, ya que no se considera especialmente fácil de aprender. Por lo que quizás una buena manera de empezar a interactuar con los nativos es gesticulando.. ¡con cuidado! Algunos gestos que en España significan una cosa quieren decir todo lo contrario en según qué destinos y conocerlos puede salvarnos más de un malentendido.

Empezando por lo mínimo que se necesita para mostrar cercanía, el saludo se hace igual. Levantando una mano con los pulgares arriba. Eso sí, es importante mantener los dedos juntos y no extenderlos demasiado. De lo contrario este gesto pasa a ser un insulto equivalente al del sacar el dedo. De hecho, en mi país es poco habitual que se saque el dedo. Este insulto griego se conoce como moutza, aunque puede recibir más denominaciones según la región.

Se lanza la palma hacia delante y cuánto más cerca llega a la persona a la que se destina este gesto más ofensivo se considera el acto. Para mostrar indignación, la moutza se puede reforzar empleando las dos palmas de las manos.

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Luego, también hay que saber decir ‘no’. En Grecia se puede decir expresamente, utilizando la palabra, o sin decir nada y levantando ligeramente la cabeza hacia arriba y subiendo un poco las cejas. También puedes incluir sonidos a este gesto y casi suspirar un ligero ‘tsk tsk’. En este caso, no se dice con desprecio, sino que solamente viene a indicar negación rotunda.

Escena de ‘Mi gran boda griega’.

Otros gestos de mucho interés son aquellos que cogen más de un significado. Yo llamaría al siguiente ademán el ‘’madre mía’’. Para decir ‘’madre mía sin decirlo, tienes que realizar un movimiento de una mano como si estuvieras removiendo el aire. No de forma brusca para que parezca que estás quitando un insecto de tu cara, sino acariciando el aire pero rápidamente. Este gesto puede utilizarse para algo bueno o también para algo que te parece absurdo. A menudo se acompaña por la expresión ‘’po-po’’, que es parecida al ‘’ay ay’’.

Cuando se quiere expresar duda y preguntar ¿ti? (¿qué?), nos diferenciamos bastante de los italianos. Llevamos una mano a la altura del pecho y posicionamos los dedos como si lleváramos una pistola, pero sin tener el puño tan apretado. Después se gira la mano manteniendo esta postura una sola vez y bastante rápido. No verás ni movimiento de los hombros como a veces se hace en España ni las dos manos lanzadas hacia fuera. Eso último más bien parece un gesto de frustración.

Por último, los griegos son un pueblo agradecido (sic) y pueden mostrar su satisfacción de varias maneras. A la hora de desempeñar el rol de comensales, te dirán que la comida ha sido muy rica colocando la mano en su tripa y moviéndola ligeramente. Al principio te puede parecer que sufren alguna molestia o dolor estomacal, pero significa todo lo contrario.

Estas son algunas de las diferencias más marcadas en la expresión corporal, las que a primera vista pueden extrañar. En el resto, tanto españoles como griegos coincidimos bastante y lo que definitivamente ayuda entendernos es nuestro carácter abierto que tiende a empeñarse para ayudar y hacer sentir cómodo a su interlocutor.

Extreme Right in the UK

Por Tom

Lately, we have seen a rise in the popularity of the politics of the extreme right across the world. In Hungary, Germany, Brasil, France, Italy, the UK just to name a few, the movement that sells us isolationism, exclusion and racism seems to be picking up speed.

Although the majority of people don’t appear to be so extreme, it’s important to take on board that these sentiments exist. These groups usually talk about the pride of being whichever nationality, the honour of having the blood from whichever land, and above all the glorious history of the time when there were no foreigners in the country.

Personally, I see no sense in it, and I don’t agree with their methods. I can understand, of course, that people are afraid, that they see a threat from outside, and that their natural reaction is to protect what’s theirs. My suggestion would be to shake off the fear and, therefore, eliminate the need to react to protect.

In Spain, there are several groups: The famous Falange (Phalanx), Democracia Nacional, or more recently VOX, but these groups don’t tend to be very visible outside their own country (until the General Elections on the 28th of April, where Vox planted itself firmly as a political power in Spain).

There are, of course, similar groups in the United Kingdom.

First, we shall take the National Front. Founded in 1967, it’s one of the only groups considered to be neo-fascist. They hold meetings throughout the country, but the membership isn’t as high as it once was. Recently they divide their time between tormenting any area when Muslims can be found and burning flags. Their social media contribution is the usual mix of racism, violence and hatred.

Britain First. This political party came to prominence a few years ago due to a few of their social media posts. Using fear tactics to hide islamophobia inside posts related to other things in order to make them go viral and spread their message. However, once they had garnered more attention, antifascist groups were quick to respond, putting in place campaigns to raise awareness about Britain First’s true motives. The leader of the party, Paul Goulding, ran for Mayor of London against Sadiq Kahn and lost spectacularly.

The British National Party (BNP). In its heyday, the BNP was the most famous of this list. Nick Griffon founded the party in 1982, but until the end of the noughties, nobody really paid it much attention. The peak of its success was Nick’s appearance on Question Time on the BBC, during which he succeeded only in severely humiliating himself. After this disaster, Nick can now be seen on YouTube apparently running his own low key cooking show, explaining, among other dishes, how to prepare a «Tory-beating stew.»

English Defence League. As you may be able to imagine, the English Defence League is a group that fights for the defence of England (sorry Scotland, Wales and Northern Ireland). It is pretty violent, anti-Islam and pro-invasion of areas of Muslim communities. The leader and founder of the group, Tommy Robinson, stepped down in 2013 in a famous press meeting.

Combat 18 and the Racial Volunteer Force. Combat 18 is so-called because the initials of Adolf Hitler are first and eighth in the alphabet. If that doesn’t tell you enough… Well, it’s an openly neo-nazi group, completely opposed to politics in general. It was founded in 1992 by Charlie Sargent, who currently languishes in her majesty’s prison for the murder of another member of the group.

In 2002 dissidents from C18 formed a new wing of the group called the Racial Volunteer Force, very similar to C18, whose members are prohibited from joining the police service.

Saving the best for last: National Action

This group is among those on the terrorist watch list, and as a consequence is prohibited in the UK – the group is actually illegal. Founded in 2013, it rose to fame in 2016 following a series of protests where racist stickers were slapped on surfaces everywhere, flashmobs of Hitler salutes were organised, and even a Miss Hitler parade was held.

Their social networks abound with content encouraging people to commit acts of violence and condemning the government and anyone else who has authority. They celebrated the death of Jo Cox in 2016 and the attack in Orlando last year. Any type of affiliation with this group could land you in the slammer.

»Nos vamos a casa». ¿Han influido las series y películas británicas en el ‘brexit’?

Por Vicky

Durante décadas, las películas y programas de televisión británicas han suavizado el controvertido y violento pasado del país, dando lugar a una cultura pop nacionalista. Cada vez más presente en los orígenes del ‘Brexit’,aunque no responsable por la situación.

Puede que ya no estemos enganchados a los canales tradicionales, esperando ansiosos a que emitan un nuevo programa, pero en los tiempos de Netflix seguimos constantemente pegados a las pantallas esperando al estreno de nuestra serie favorita o de algo que tiene muy buena pinta. Por lo que, el espectáculo que ofrecía la televisión no ha muerto, sino que se ha transformado. Seguimos debatiendo y defendiendo con nuestros amigos lo que ha pasado en el último capítulo porque estos shows por más que cambien de plataforma siguen influenciándonos.

Empecé a fijarme en esta idea tras escuchar unas declaraciones del embajador alemán en el Reino Unido, Peter Ammon, que alertaba sobre el peligro de presentar a los británicos como únicos ganadores de la Segunda Guerra Mundial: «una inexactitud histórica que apareció recientemente en las películas Dunkerque y La hora más oscura«.

Ammon denunciaba que esta imagen ha fomentado la actitud escéptica de los británicos frente a su continuidad en la Unión Europea. En definitiva, estaba insinuando que la cultura popular británica ha aportado su granito de arena en la decisión del país de abandonar la UE y que desde entonces el nacionalismo se hace notar de manera más evidente, ya que lo que destaca en las series y películas es la nostalgia histórica de un imperio fuerte, independiente y autosuficiente.

Cualquier amante o seguidor de la televisión británica sabrá que la nostalgia histórica no es nueva en el país. Donde quiera que mires, se emiten programas históricos. Los Tudor, Downton Abbey, La reina Victoria y Abdul e incluso Peaky Blinders. Todas estas producciones han conseguido transmitir una visión glorificada del país, suavizada y bastante acrítica del pasado de Reino Unido.

¿Es posible que el hábito de saltar casi todos los capítulos feos de la historia del país ayudó en algún momento la campaña del ‘brexit’?

Las coincidencias son demasiadas y después viene el asunto irlandés. Una académica irlandesa que trabaja en Reino Unido afirmaba el otro día en el diario The Irish Times que sus alumnos londinenses no entienden la razón por la que tienen que aprender parte de la historia de Irlanda, como si no fuera una pieza clave de su propia historia y de altísima actualidad. Su educación previa respecto a este capítulo de la historia es ‘’muy pobre o nula’’.

Por supuesto, la televisión no es ni puede ser una institución educativa, pero digamos que Churchill no era tan tímido y vacilante en la vida real como se ve en las películas que mencionaba Ammon. La mezcla de incidentes ficticios, que sirven para aportar más intriga y tensión en el cine, con la falsa interpretación de personajes clave y los discursos nacionalistas sensacionalistas pueden tener un gran impacto en la conciencia de un espectador que carece de noción histórica y una mirada crítica.  

La frase final de Kenneth Branagh en Dunkerque resume bien todo lo anterior: ‘’nos vamos a casa’’. En este momento somos testigos de un final feliz. Un grupo de soldados traumatizados tras una larga expedición consigue regresar a casa con sus familias. Reino Unido ha salido ganando la guerra sin la ayuda de absolutamente nadie. Sus soldados han hecho su trabajo y a pesar de haber acabado con ciertas inestabilidades y pérdidas, ellos han decidido el momento de irse y se han ido a un futuro supuestamente mejor junto a los suyos.    

Es un hecho bien conocido pero a menudo olvidado. La cultura pop de la pantalla grande no solo refleja el espíritu de la época, sino que también tiene una gran importancia en su formación. Conforme lo que vemos, la forma con la que procesamos la realidad cambia gradualmente. Y en este caso, no es que haya habido solo una producción que muestra un país que siempre sale con la suya y relativamente ileso, sino que cada vez este tipo de filmes van en aumento y lo hacen en un momento muy crítico para la reflexión de los ciudadanos.

Obviamente la solución no es que Europa deje de reproducir tales contenidos y empezar a filtrarlos con restricciones. Solo que estas producciones podrían ser el antídoto perfecto a la desinformación constante y al pobre análisis sobre el ‘brexit’.

Bonjour! Is basically all the french I know

Por Tom

Bonjour! Is basically all the french I know. Despite studying it for seven straight years in school, I am still unable to understand or utter a single sentence.

Why would that be?

It’s a combination of motives and other factors. The principal among them is that I am English, I speak English the universal code of success and the language of global travel. Why would I need anything else? There are obligatory classes of a ‘second language’ in all schools in the UK. Great! They are generally viewed as a filler for the syllabus, something to stick on the curriculum and make us feel better about ourselves. Two weekly hours of torture that is inflicted upon us so that months later in the exam we are able to say “it’s sunny.”

(GTRES)

During my school years, the second language was French. Why? Well, because a choice had to be made, and France is really close. German was also offered but as an elective. We once had a new teacher who spoke Japanese and she set up an after-school class, which was her and the girl obsessed with manga.

The level of actual teaching was insanely terrible. I, at 16, felt like the king of French when I got good marks in my exams. I believe the most complicated sentence I used was “Where is station?” But I was convinced I commanded the language fully and was ready to go to France and debate the president.

Talking to my students here in Spain, the impression I get is that that general situation, although improving, is quite similar in terms of English classes. Universally hated, inadequate teaching and outdated methods, and 99% focused on writing and learning lists of words. Basically ideal for the real world where…oh no, wait.

However, now that English is all the rage (thankfully, because I have to earn a crust), there are academies popping up every three blocks in the city, and more opening their welcoming door every day. People are also pretty motivated to start tackling their second language, for professional as well as personal reasons. On top of that, parents are getting the idea too and made it their own. The quality of kids that now go to classes inside and outside their schools is amazing. There are more and more people going to study abroad, and people signing up for the insanely expensive Cambridge English language exams.

Don’t give up! You can learn English, above all being a bit of a fool, taking a risk, and putting your foot in it. Forget rules and book learning, English is for communicating…with people! So find some people and communicate.

In the UK, though, the situation is pretty similar. There’s been a change in the most popular language, French has been dumped and now Spanish reigns supreme, very wise since we all want to retire to the south coast of Spain. The attitude, however, is pretty similar: we speak the English, why do I need to study another language?