Archivo de diciembre, 2022

Conoce en un breve vídeo las mejores fotografías científicas de 2022

El movimiento coordinado de estorninos, la combustión del acero, la cristalización del paracetamol o las neuronas activadas durante la formación de un recuerdo son algunos de los temas protagonistas de las ocho fotografías elegidas en la 19ª edición de FOTCIENCIA, una iniciativa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) con la colaboración de Fundación Jesús Serra, de Grupo Catalana Occidente.

Un gránulo de almidón de tapioca, un ácaro herbívoro, las células del estigma de una flor de Freesia o las formaciones de pirolusitas son otros temas retratados entre las casi 600 fotografías presentadas.

De izquierda a derecha y de arriba abajo: ‘El murmullo, atacado’, ‘Galaxia polisacárida’, ‘Bosque encantado’, ‘Recordando a Cajal’, ‘Fuegos artificiales petrificados’, ‘Nada se resiste al poder del fuego’, ‘Interacciones ocultas’ y ‘Plumas analgésicas’.

En esta décimo novena edición, a las modalidades de participación habituales –Micro, General, Alimentación y nutrición, Agricultura sostenible y La ciencia en el aula– se ha sumado una modalidad especial Año Cajal para recoger imágenes que tengan que ver con las neurociencias o el estudio del cerebro. Esto se debe a que FOTCIENCIA19 se ha unido al Acontecimiento de Excepcional Interés Público Año de Investigación Santiago Ramón y Cajal 2022 (Año Cajal), impulsado a nivel nacional.

Además, como en las últimas ediciones, cada participante ha podido adscribir su imagen a uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) declarados por Naciones Unidas.

Un comité formado por 14 profesionales relacionados con la ciencia, la microscopía, las artes visuales o la divulgación científica, entre otras especialidades, han valorado y elegido las ocho fotografías más impactantes y que mejor describen algún hecho científico. Puedes descubrirlas en este vídeo:

Con una selección más amplia de fotografías y sus respectivos textos se elaborará una exposición itinerante que será inaugurada en primavera de 2023. Dos copias de la muestra se prestarán gratuitamente y recorrerán museos y centros culturales, educativos y de investigación de todo el territorio nacional a lo largo del año. Esta selección también quedará recogida en un catálogo de fotografías científicas.

Consulta toda la información sobre esta iniciativa en www.fotciencia.es.

Imágenes seleccionadas, por orden de aparición en el vídeo:

Modalidad Micro:

  1. Bosque encantado / Isabel María Sánchez Almazo, Lola Molina, Concepción Hernández Castillo
  2. Plumas analgésicas / María Jesús Redrejo Rodríguez, Eberhardt Josué Friedrich Kernahan

Modalidad General:

  1. El murmullo atacado / Roberto Bueno Hernández
  2. Nadie se resiste al poder del fuego / Sara María Rubio

Modalidad Año Cajal:

  1. Recordando a Cajal / Miguel Fuentes Ramos

Modalidad Alimentación y nutrición:

  1. Galaxia polisacárida / Antonio Diego Molina García

Modalidad Agricultura sostenible:

  1. Interacciones ocultas / José María Gómez Reyes, Isabel María Sánchez Almazo, Lola Molina, Daniel García-Muñoz Bautista-Cerro

Modalidad La ciencia en el aula:

  1. Fuegos artificiales petrificados / Carlos Pérez Naval

 

Diez libros de divulgación para una Navidad de ciencia

Por Mar Gulis (CSIC)

Seguro que a estas alturas la lista de regalos y la de cosas que debes meter en la maleta navideña rondan tu cabeza o están apuntadas en algún cuaderno de notas. Te proponemos diez títulos de divulgación de la colección ¿Qué sabemos de? editada por el CSIC y Catarata para que estas fiestas puedas disfrutar y regalar lecturas sobre la ciencia y la tecnología que nos rodean.

Comenzamos con robots. Este término apareció por primera vez en una obra de teatro. El dramaturgo checo Karel Capek escribió en 1920 Robots Universales Rossum, RUR, una pieza en la que la compañía RUR fabrica replicantes de seres humanos con el fin de generar mano de obra barata y sumisa. Cuatro décadas más tarde se fundó en Estados Unidos la primera compañía de robótica, que instaló el primer robot industrial en una fábrica de General Motors. Ahora, la robótica interviene en múltiples ámbitos de nuestra vida y los robots se han convertido en sistemas móviles autónomos capaces de desenvolverse por sí mismos en diferentes entornos. “Nos encontramos en la era de los robots al servicio del ser humano, por eso es importante entender cómo funcionan y saber qué podemos esperar de ellos”, afirma la investigadora del CSIC Elena García Armada. La experta en robótica y creadora del primer exoesqueleto pediátrico ha escrito Los robots y sus capacidades (CSIC-Catarata), un texto que explica la morfología, los componentes y las habilidades de estos ingenios. Además, la publicación responde a cuestiones como si los robots son realmente inteligentes o si los seres humanos estamos preparados para confiar en ellos.

 

¡Atención: ultraprocesados!

Bollería, refrescos, roscones y un sinfín de dulces navideños industriales llenan las estanterías de cualquier supermercado ocupando más espacio que alimentos frescos como frutas, verduras, carne o pescado. En el último medio siglo hemos visto un crecimiento explosivo en la fabricación y el consumo de alimentos ultraprocesados. Estos productos que parecen llamarnos a gritos desde los lineales de las tiendas alimentación pueden tener consecuencias negativas para nuestra salud si abusamos de su consumo. ¿Cuál es la evidencia científica al respecto? ¿Qué tienen esas galletas o esas salchichas que no podemos parar de comer? Javier Sánchez Perona, investigador del CSIC en el Instituto de la Grasa, responde a estas cuestiones en el libro Los alimentos ultraprocesados (CSIC-Catarata). El autor explica la composición de estos productos, cómo llegaron a nuestra mesa, qué relación tienen con las altas tasas de sobrepeso y obesidad de la población adulta e infantil y qué medidas públicas e individuales se pueden adoptar para reducir su consumo.

El complejo mundo de las vacunas

En 1796, Edward Jenner, un médico rural que trabajaba en el sur de Inglaterra, descubrió que las pústulas de la viruela de las vacas podían proteger a los humanos de la viruela. En aquellos momentos no se sabía lo que era un virus ni cómo el sistema inmunitario nos protegía de los agentes infecciosos, pero ese fue el comienzo del desarrollo de la primera vacuna. A partir de aquí se inicia una historia épica de investigación, esfuerzo y perseverancia basada en el trabajo de la comunidad científica para combatir microorganismos causantes de enfermedades infecciosas; una historia que ya ha alcanzado grandes logros, pero que aún tiene muchos retos en el horizonte. Las investigadoras del CSIC Mercedes Jiménez, Nuria E. Campillo y Matilde Cañelles dan cuenta de este proceso en constante evolución y condensan en el libro Las vacunas (CSIC-Catarata) el conocimiento que existe sobre el método preventivo más eficaz contra enfermedades presentes en la actualidad.

Riadas, robos o ciberataques: ¿cómo gestionar el riesgo?

Los riesgos son parte de nuestra vida. Una epidemia, un robo en nuestro domicilio, un incendio forestal o un ciberataque representan algunas de las amenazas a las que las sociedades modernas deben hacer frente. Los investigadores del CSIC David Ríos y Roi Naveiro presentan en el libro Análisis de riesgos distintas metodologías para abordar el análisis y la gestión de estos eventos adversos. Se trata de una disciplina poco conocida, pero imprescindible en la actualidad. “Existe una inadecuada gestión de riesgos tanto a nivel individual como social, lo que se agrava por la falta de formación sólida en probabilidad y estadística en la mayoría de la población. Nuestro texto explica de forma sencilla los ingredientes fundamentales de este ámbito de estudio y las herramientas básicas que existen para desarrollarlo”, comentan los autores.

Hay un enorme potencial del análisis de riesgo aplicado al ámbito social para beneficio de administraciones y organizaciones no gubernamentales. / CSIC-Catarata

La salud de nuestro planeta

“La Tierra necesita un tratamiento médico que revierta sus problemas y los seres humanos, que somos los pacientes, también tenemos que hacer de médicos”. Con este contundente mensaje comienza el texto que han escrito los investigadores Fernando Valladares y Adrián Escudero junto con la periodista especializada en medioambiente Xiomara Cantera. La salud planetaria (CSIC-Catarata) no es un libro más sobre ecología. Es una mirada al pasado y al presente del lugar donde habitamos que explica cómo hemos llegado a una situación cercana al colapso y que propone argumentos y estrategias para cambiar esta deriva, poniendo en el centro el medioambiente y la idea de que solo existe una única salud global, que incluye a todos los organismos.

La contaminación del aire reduce la esperanza de vida a nivel mundial en una escala mayor que el sida. / CSIC-Catarata

¿Para qué tantas luces?

Miremos hacia donde miremos, en estas fechas nos acompañan cientos, miles de bombillas de todos los colores. Una luminosidad, a veces cegadora, que no tiene buenas consecuencias para nosotros, ni para nuestros ecosistemas. La luz artificial ha supuesto un salto exponencial en el desarrollo y bienestar de la sociedad, pero su uso abusivo ha convertido un elemento de progreso en una amenaza. De hecho, el 80% de los habitantes del planeta vive bajo cielos contaminados y un tercio de la población mundial no puede ver la Vía Láctea.

Alicia Pelegrina, integrante de la Oficina de Calidad del Cielo del Instituto de Astrofísica de Andalucía del CSIC, explica en La contaminación lumínica (CSIC-Catarata) las causas de este fenómeno y alerta sobre sus efectos. “Asociamos luz con riqueza, alegría y seguridad, pero la utilización inadecuada de la iluminación artificial se ha convertido en un grave problema ambiental. Es un tipo de contaminación que no duele, no se oye, ni se huele. No la percibimos como un problema, pero el exceso de luz es responsable de la mortalidad masiva de algunas aves, desequilibra los ecosistemas, supone un elemento clave en la desaparición de los insectos y provoca alteraciones en nuestro organismo”, declara la autora.

 El exceso de luz es responsable de la mortalidad masiva de algunas aves, es un factor clave en la desaparición de insectos y provoca alteraciones en nuestro organismo. / CSIC-Catarata

El origen de Homo sapiens

En 1758 Carlos Linneo asignó a los seres humanos el nombre científico Homo sapiens. Con esta denominación nos otorgó un lugar como especie dentro del reino de los animales, que aún hoy sigue vigente. Ahora bien, ¿cómo podemos definir nuestra especie? ¿Dónde y cuándo empieza a existir el Homo sapiens y dónde y cuándo acaban los representantes de otras especies humanas próximas? ¿Por qué esta especie ha perdurado hasta nuestros días frente a otras del género Homo? La comunidad científica ha tratado de dar respuesta a estas cuestiones desde hace cientos de años y, en la actualidad, siguen ocupando a equipos de investigación de todo el mundo.

El director del grupo de paleoantropología del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC Antonio Rosas ha escrito Origen y evolución de ‘Homo sapiens’ (CSIC-Catarata). La publicación recoge las diferentes teorías que tratan de acotar qué nos hace humanos. “Las recientes investigaciones en arqueología, paleoantropología y genética han cambiado la manera de entender el devenir evolutivo de nuestra especie. La irrupción de la paleogenómica, por ejemplo, ha permitido el estudio del ADN antiguo y ha hecho que se tambaleen algunos de los modelos más sólidos”, afirma el autor.

Los nuevos datos aportados en arqueología, paleoantropología y genética ponen en entredicho el modelo vigente de un origen africano relativamente reciente y muy localizado geográficamente / CSIC-Catarata

Física para entender el mundo

La física cuántica y la relatividad son los dos pilares de la física moderna y, por tanto, del pensamiento humano. Extienden nuestro conocimiento de la naturaleza, nuestra capacidad para predecirla y explicarla, y para producir nuevas tecnologías, a terrenos que van más allá de lo que podemos percibir y experimentar con nuestros sentidos, incluido el “sentido común”. El investigador y creador del blog de divulgación Cuantos completos Carlos Sabín hace una nueva entrega para continuar contando de forma accesible, y con ciertas dosis de humor, la física. En esta ocasión, Sabín aborda la teoría cuántica de campos, con la que se construye el modelo estándar de las partículas elementales, es decir, la teoría que explica el comportamiento de la naturaleza en el nivel más fundamental que nos es accesible. El libro se titula Física cuántica y relativista (CSIC-Catarata).

¿Quién vive en una cucharada de agua de mar?

Virus, bacterias, organismos flagelados unicelulares, microalgas y pequeños crustáceos. Todos estos seres vivos caben en apenas una cucharada de agua de mar y forman parte del plancton, un conjunto de microorganismos animales y vegetales sin los cuales la vida en la Tierra no sería posible. El investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC Albert Calbet presenta este formidable y diverso ‘equipo acuático’ invisible al ojo humano, pero responsable de la producción de una buena parte del oxígeno del planeta, del pescado que consumimos y precursor de combustibles fósiles como el petróleo. El plancton y la redes tróficas marinas (CSIC-Catarata) recorre el medio marino y explica algunos de los fenómenos más importantes que suceden en su interior, como la bomba biológica, el papel de bacterias o la función de los copépodos, unos crustáceos acuáticos más abundantes que los insectos (hay unas 12.000 especies descritas) imprescindibles para las redes tróficas marinas.

Los copépodos son una subclase de crustáceos acuáticos presentes en casi todos los mares y océanos. Son más abundantes que los insectos y constituyen la base de la alimentación de los peces / Albert Calbet

Más allá de una taza de café

El 90% de la cereza del café, el fruto de donde salen los granos para preparar la popular bebida, se desecha antes de llegar a la taza que desayunamos cada mañana. La industria cafetera aporta importantes beneficios, pero también genera una gran cantidad de desechos. Las investigadoras del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación del CSIC María Dolores del Castillo y Amaia Iriondo firman El café (CSIC-Catarata), un texto que recorre el camino desde las plantaciones de cafetales hasta la mesa del consumidor, explica los beneficios de esta bebida introducida en el siglo XVII por los venecianos y, sobre todo, describe los posibles usos, algunos ya introducidos en el mercado, que pueden tener los subproductos resultantes de la fabricación del café para que este sea más sostenible. Cosmética, alimentación animal, agricultura o incluso joyería y materiales de construcción son varias de las aplicaciones que tiene la cáscara del café, con alto contenido en fibra, y propiedades antioxidantes.

Si aún no te has decidido por un título, puedes empezar oyendo a sus autores en el pódcast Ciencia para leer. La ciencia también se escucha, y, mientras preparas esa maleta navideña, puedes conocer un poco más de todos estos temas que forman parte de nuestro día a día.

El vidrio: una historia de ida y vuelta

Por Mar Gulis (CSIC)

Según cuenta Plinio el Viejo en su Historia natural, mercaderes de natrón (carbonato sódico natural, un mineral traslúcido que se usa en la fabricación de jabón, vidrio y tintes) descubrieron el vidrio en Siria por casualidad. Un día, en la ruta que realizaban hacia Egipto, utilizaron el natrón para apoyar las ollas sobre las fogatas hechas para cocinar. Al día siguiente, comprobaron que el natrón se había fundido y, en contacto con la arena de la playa, se había convertido en un material brillante y duro. Eran los primeros vidrios.

Desde entonces, el mundo del vidrio ha sufrido una auténtica revolución. Es, junto con la cerámica, el material más antiguo y más utilizado por el ser humano para la conservación y el almacenamiento de productos, y un magnífico ejemplo de economía circular. Se trata de un material que, además de cumplir a la perfección su función como envase, también es 100% reciclable infinitas veces, sin perder calidad ni cantidad en el proceso. De esta manera, el vidrio reciclado puede volver al ciclo productivo del que partió para sustituir a las materias primas originales y convertirse de nuevo en un envase puro y seguro para contener alimentos y bebidas. Cierra así su recorrido circular, un camino que puede repetir eternamente, ahorrando energía y evitando emisiones.

¿Cuántas veces habremos depositado nuestras botellas y envases de vidrio vacío en el contenedor verde? Desde que, en 1982, el alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván inauguró el primer contenedor de vidrio en el barrio de Moratalaz, ha habido grandes avances, y las cifras así lo demuestran. Actualmente en nuestro país se reciclan más de 7 de cada 10 envases de vidrio, y cada día se depositan en estos contenedores más de 8 millones de envases. Con este acto cotidiano estamos contribuyendo a que su vida útil sea infinita, ayudando al aprovechamiento de este material.

Enrique Tierno Galván, alcalde de Madrid entre 1979 y 1986, reciclando en un contenedor de vidrio en 1982 / Agencia EFE

El vidrio, a exhibición

De la relación del vidrio y la economía circular trata la exposición Vidrio: presente y futuro circular, una muestra elaborada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Ecovidrio y la Asociación Nacional de Fabricantes de Envases de Vidrio (ANFEVI), con apoyo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), en el marco del Año Internacional del Vidrio 2022. Esta exposición, que a lo largo de 2022 ha viajado a diferentes espacios y municipios y lo seguirá haciendo durante los próximos años, permite descubrir cómo se fabrican y reciclan los envases de vidrio. También da a conocer otras cuestiones relacionadas con este material, como su origen, cuál es la diferencia entre el vidrio y el cristal o qué artículos podemos tirar al contenedor verde.

Además, sus contenidos también se encuentran disponibles en la web https://vidriocircular.es. Esta página permite navegar por la exposición en castellano o en inglés, descargarla y escuchar sus audioguías, que también se pueden oír desde las principales plataformas de audio (iVoox, Spotify, Google Pódcasts y Amazon Music).

Además, Vidrio: presente y futuro circular es una buena herramienta de aprendizaje, ya que incluye recursos educativos para ESO y Bachillerato que estimulan la creatividad e invitan al debate. Sus contenidos incorporan un Pasapalabra vidriero, juegos de verdadero o falso o una sopa de letras con términos relacionados con el vidrio y la economía circular. Asimismo, el alumnado que trabaje con este material podrá analizar cómo el confinamiento por la crisis sanitaria de la COVID-19 modificó nuestros hábitos de consumo, averiguar de dónde vienen los diferentes colores del vidrio o, incluso, diseñar una campaña de sensibilización que defienda el reciclaje de este material. También es posible construir un polariscopio. Con materiales sencillos y siguiendo unos simples pasos se aprende cómo se utiliza la luz polarizada para detectar tensiones en objetos de vidrio y se puede comprobar si objetos cotidianos como un vaso o unas gafas sufren algún tipo de tensión y podrían romperse más fácilmente.

Esta exposición, junto con la muestra La Edad del Vidrio, es una de las grandes apuestas de divulgación sobre la importancia del vidrio para un futuro más sostenible. Ambas forman parte de un conjunto de recursos que el CSIC, con el apoyo de la FECYT, ha puesto en marcha a lo largo de la conmemoración del Año Internacional del Vidrio, donde se pueden encontrar vídeos, visitas guiadas, conferencias o publicaciones divulgativas.

Descubre más aspectos sobre el vidrio y la economía circular a través de la exposición Vidrio: presente y futuro circular.

El Laboratorio histórico «Enrique Moles» de Química-Física: un viaje a la Edad de Plata de la ciencia española

Por Esteban Moreno, A. Ulises Acuña y Ángel Guirao (CSIC)*

Los laboratorios y sus enigmáticos y a veces vistosos instrumentos son determinantes para el avance científico. Sin embargo, tienen una vida corta, como nuestros teléfonos o televisores, y pronto son sustituidos por otros más sensibles, más rápidos o más funcionales. Su destino final es trágico: el desmantelamiento y la desaparición. Pero no siempre es así, ya que observamos que en muchos países de nuestro entorno se ha desarrollado una admirable cultura de respeto y atención al patrimonio científico instrumental. Esto da lugar a un gran interés por la conservación y el estudio de instrumentos y laboratorios que contribuyeron decisivamente a la historia científica y técnica. Y gracias a este interés uno todavía puede emocionarse contemplando los laboratorios y los instrumentos originales perfectamente conservados que utilizaron, por ejemplo, Wilhelm Röntgen para descubrir los Rayos X o Marie y Pierre Curie para aislar por primera vez el radio y el polonio radiactivos.

Este año se conmemora el 90 aniversario del Instituto Nacional de Física y Química, creado por la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) como centro de investigación de excelencia en dichas disciplinas, durante la denominada Edad de Plata de la ciencia española, en el primer tercio del siglo XX. Con este propósito se construyó un edificio, generosamente financiado por la Fundación Rockefeller (EE.UU.), en el que desarrollaron sus investigaciones Blas Cabrera, Enrique Moles, Julio Palacios, Miguel A. Catalán, Antonio Madinaveitia, Julio Guzmán, Dorotea Barnés, Piedad de la Cierva, Felisa Martín y una larga serie de colaboradores e investigadoras. Disuelto el instituto original en 1939, el edificio alberga actualmente al Instituto de Química Física Rocasolano (IQFR) del CSIC.

Vista general del Laboratorio histórico Enrique Moles de Química y Física. En primer término, se puede apreciar una la balanza utilizada por Moles y colaboradores para la determinación de pesos atómicos y moleculares de diversos gases. / Erica Delgado (CSIC Cultura Científica)

Vista general del Laboratorio histórico Enrique Moles de Química y Física. En primer término, se puede apreciar una la balanza utilizada por Moles y colaboradores para la determinación de pesos atómicos y moleculares de diversos gases. / Erica Delgado (CSIC Cultura Científica)

El Rockefeller, como se le llamaba familiarmente, es un edificio proyectado y construido bajo los principios de la arquitectura funcional al servicio de la ciencia. Fue dotado originalmente con una excelente biblioteca, los laboratorios más modernos y mejor equipados de su época y unas infraestructuras técnicas comparables a las de los mejores centros de investigación contemporáneos, que incluían producción de aire líquido, generación y distribución de corrientes continua y alterna en baja y alta tensión, laboratorios especiales aislados de vibraciones y oscilaciones térmicas, etc.

Con motivo de su nonagésimo cumpleaños se ha inaugurado en este centro el Laboratorio histórico “Enrique Moles” de Química-Física, un espacio donde se ha recreado un laboratorio típico de la época del instituto original de los años 30. Ha sido equipado con mobiliario original parcialmente restaurado (mesas, sillas, banquetas, pizarras, campanas extractoras, fregaderos, etc.) sobre el que se exponen, en diferentes áreas, varios montajes de interés, como algunos de los componentes de vidrio de una línea de vacío similares a los utilizados por Enrique Moles para determinar pesos atómicos, el instrumental necesario para experimentos de electroquímica o una recreación de la mesa de trabajo del propio Moles.

Cuenta también con un espacio expositivo donde se pueden contemplar varias decenas de instrumentos científicos que, con una antigüedad media de cien años, son fieles representantes del patrimonio instrumental del CSIC que se conserva en el IQFR. Estos aparatos, que han llegado hasta nosotros gracias personas que aúnan conocimiento científico y sensibilidad histórica, han sido estudiados y catalogados en el marco del Plan de Conservación de Instrumentos y Laboratorios Científicos de Interés Histórico del CSIC.

Laboratorio histórico Enrique Moles de Química y Física. En primer lugar, montaje de los componentes de vidrio de una línea de vacío. Al fondo, espacio expositivo con diverso instrumental histórico del CSIC. / Irene Cuesta (CSIC Cultura Científica)

Laboratorio histórico Enrique Moles de Química y Física. En primer lugar, montaje de los componentes de vidrio de una línea de vacío. Al fondo, espacio expositivo con diverso instrumental histórico del CSIC. / Irene Cuesta (CSIC Cultura Científica)

El Laboratorio histórico “Enrique Moles” ha sido proyectado como un lugar donde quien lo visite pueda disfrutar de una experiencia inmersiva que le permita conocer y sentir, de primera mano, cómo se realizaba la ciencia experimental de vanguardia en Física y Química hace casi un siglo. Además, la exposición permite el fácil acceso a información sobre la naturaleza, objetivo y funcionamiento de cada uno de los instrumentos científicos que se muestran gracias a códigos de respuesta rápida (QR).

Entre otros instrumentos expuestos, se puede observar una balanza muy precisa con una sensibilidad de 0.005 mg, utilizada por el equipo de Moles en la determinación de pesos atómicos por el método de las densidades límite; un espectrógrafo idéntico al que permitió a Raman descubrir el efecto que lleva su nombre; diversos galvanómetros originales del Laboratorio de Investigaciones Físicas (JAE); o una espléndida máquina de dividir para fabricar escalas circulares graduadas, utilizadas en los instrumentos científicos que se construían en los talleres del Rockefeller, dirigidos por el ingeniero Juan M. Torroja.

Este Laboratorio histórico “Enrique Moles” de Química-Física es una importante y singular contribución a las actividades de divulgación de la historia del CSIC y de la JAE, y por consiguiente a la historia de las ciencias experimentales en España. Es, sin duda, un espacio de gran interés para estudiantes, dado su alto contenido educativo, pero también para que cualquier persona, al margen de sus conocimientos científicos, pueda descubrir mejor la práctica del quehacer científico, y la importancia de dicha actividad para el bienestar y sostenibilidad de nuestra sociedad.

El Laboratorio histórico “Enrique Moles” se puede visitar en el Instituto de Química Física Rocasolano, en la calle Serrano, 119 de Madrid, , en el Barrio de las Ciencias de esta ciudad, de lunes a viernes en horario de 8:00 a 19:00 horas. Para más información, consultar en el teléfono 915 61 94 00.

 

*Esteban Moreno Gómez es el responsable del Plan de Conservación de Instrumentos Históricos y Laboratorios Científicos de Interés Histórico del CSIC. A. Ulises Acuña y Ángel Guirao Elías son investigadores del CSIC en el Instituto de Química Física Rocasolano (IQFR-CSIC).